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Este libro es una historia cargada de aventuras, un viaje en coche con historias susurradas sobre la guerra, unos hermanos que no consiguen comprenderse pero con cuyos capítulos se demuestra que el roce hace el cariño, muchas manías y muchos pájaros, y curiosidades sobre humanos y aves, además de un tierno perro de tres patas. Esta historia tiene como protagonista a Charlie, un niño autista, lo diferencian de sus hermanos algunas manías muy persistentes, el gran conocimiento que hay en su mente relacionado con los pájaros y su no comprensión de los dobles sentidos. Y todo ello lo hace especial, lo hace distinto y un protagonista que únicamente destaca en cada uno de los capítulos, sea por algún detalle en relación a su forma de relacionarse con los demás, o con las tantas historias y detalles acerca de las aves. Además de su relación con sus hermanos, a veces no se comprenden los unos a los otros, pero en otras muchas escenas se crean situaciones realmente enternecedoras, de amistad y amor fraternal que me han encogido el corazón y llenado de amor. Es una pena que no se llegue a conocer más a fondo al resto de hermanos, porque lo poco que he podido vislumbrar de los gemelos, me tenían ganada. Y la misteriosa Ludmila, es un personaje muy excéntrico, pero inicia con ciertas dosis de humor, para tratar un tema muy importante más tarde, una guerra y una total masacre de la que apenas se tiene constancia. Me ha gustado muchísimo el tacto con el que se ha tratado el tema de la guerra, de la crudeza y de su realidad, de abrirnos los ojos a una realidad tan cercana y ante la que hemos cerrado los ojos. Ha sido una historia dulce, llena de colores, un protagonista muy carismático y decenas de curiosidades acerca de las aves. |
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