Tenía este libro en pendientes desde hace mucho tiempo, y me resultó un poco decepcionante por todo el mito que hay detrás de él. Es bueno, pero quizá me pilló un poco mayor, me costó empatizar con el protagonista, un chaval de dieciséis años perdido en su tránsito hacia la madurez. Se lee rápido y tiene un lenguaje muy coloquial ... pero no sé, me dejó indiferente.
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