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Crítica de Elrincondeiveth


Elrincondeiveth
07 March 2021
Este libro es un clásicazo que todos hemos leído o, al menos, hemos oído hablar. Seguimos a Holden Caulfield, de dieciséis años, que es expulsado de su preparatoria-internado y antes de encontrarse con sus padres, decide tomarse unos días para sí mismo en su ciudad natal de Nueva York,
En cierta forma, así se resumen la trama del libro: acompañamos a un adolescente en su último día en la escuela y en los siguientes días que dedica a vagar por la ciudad. Como historia, puede parecer simplona, pues no vemos mucha acción. Pero es que esta novela es sobre personajes: es de conocer a Holden, su visión del mundo, como se desenvuelve en él, sus deseos y ambiciones o falta de ellos.


Es una historia sumamente angustiante, pese a que el personaje puede parecernos nihilista a primera vista, un chico que creemos deliberadamente decide ignorar lo bueno del mundo y las personas, prefiriendo burlarse de todos y echar su futuro por la basura al fallar sistemáticamente en sus estudios, aunque es brillante. Debo reconocer que leí este libro cuando tenía diecisiete años y sinceramente lo aborrecí: no podía creer que un chico desperdiciara su vida así, que fuera tan cínico, que odiara a todo y a todos y se la pasara haciendo tonterías. En retrospectiva, era una chica llena de certezas y con una fe ciega en el sistema: creía que yendo a la universidad y trabajando duro tendría un futuro brillante asegurado y me sentiría realizada y pues la vida es más complicado que eso. Me parece que Holden se da cuenta de ello: pese a que vive en una familia de clase media sabe la miseria que hay en el mundo, las limitaciones para lograr realizarnos y perseguir nuestros verdaderos anhelos, la libertad que creemos tener pero sólo si sigues un camino preestablecido.


Holden es un chico muy crítico con su entorno, y aparte de eso es una persona muy juzgadora: el tipo de personas que determinadas manías en una persona le provoca un odio tremendo. Recuerdo que se burlaba mucho de las personas pretenciosas, snobs, que sólo buscaban sonar intelectuales, que no buscaban verdaderamente disfrutar algo sino ser percibidas como intelectuales, que básicamente amaban escuchar el sonido de su voz. Ponía mucho énfasis en su odio hacia la falsedad de las personas, pero a su vez él era una persona mentirosa: lo cual nos lleva a verlo como un narrador no confiable y hacernos dudar de sus palabras ¿efectivamente está viviendo todo lo que nos cuenta? ¿Son cosas que le gustaría que pasaran o quiere hacernos creer que vive todas esas experiencias?


Punto y aparte respecto de la narración, mencionaba que Holden odiaba a las personas que eran falsas, pero él a su vez lo era. Hace seis años lo percibí como una incoherencia enorme de su parte y lo odié por eso, pero ahora me doy cuenta que Holden tiene una claridad tremenda en lo que se refiere a las dinámicas y relaciones sociales, una que apenas como adulta empiezo a entender. Me parece alucinante que un adolescente sea tan observador, ya que este entendimiento lo llevaba muchas veces a decirle a las personas las cosas que querían escuchar, o una forma de insertarse en la sociedad.


Y es que a lo largo de la novela, vemos que Holden se siente tremendamente solo: nadie parece escucharlo y él se da cuenta de ello. Observa cuando habla con un profesor, que sólo espera a que termine de hablar lo que sea que esté diciendo para insertar sus ideas preparadas, sin establecer un verdadero diálogo; cómo con un amigo intenta preguntarle sobre temas que le interesa pero su interlocutor le dice que madure y se va apresuradamente, pese a que Holden le dice que necesita hablar con alguien. Es angustiante cómo el personaje está desesperado por intentar hablar con alguien y nadie decide escucharlo. ¿Cómo reprocharle a un joven no saber lo que quiere, si nadie le brinda oídos a sus inquietudes?


Es un chico desencantado con la vida, que entiende cómo funciona el mundo, y a su antojo saca provecho y placer de él. Pero un placer vacío, efímero. No sé, en cierta forma le doy crédito al chico por intentar pasársela bien un rato, en vez de seguir en automático, hacer esfuerzo en algo que no le interese, sólo porque se supone que debe hacerlo. al menos, yo no puedo: y lo encuentro valiente aunque no es como que a Holden Caulfield le importe jaja. Quizá puede parecernos que no le importa nada, porque en realidad él a nadie le importa: no parece encontrar un lugar en el mundo y si no perteneces a ningún lugar ¿para qué intentarlo? No sé, siento que la angustia y depresión que puedes llegar a experimentar en los 20s o 30s a Holden le llegó muy pronto, debido a su clara visión de la sociedad.
Además, en su momento fue provocador y revelador, pues presenta un adolescente que fuma, bebe, se va de prostitutas o algo así y hace observaciones a la religión que pueden pasar por profanas. Como menciono, la Iveth bebé que lo leyó no hacía nada de eso y le resultaban inconcebibles: pero es la realidad de muchos jóvenes, que Salinger finalmente visibiliza, por medio de un lenguaje coloquial.
En verdad, me puso mucho a pensar sobre la persona que era hace seis años y la que soy hoy, todo lo que ha cambiado mi visión del mundo.


Como se habrán dado cuenta, Holden no es precisamente el prototipo de héroe, alguien a quien podamos admirar o aspiremos a ser. Es simplemente un adolescente rebelde, angustiado, perdido y solitario. Digo, es hasta un narrador no fiable, como mencioné anteriormente. Es un personaje con matices, prejuicioso e introspectivo. Y es precisamente este tipo de antihéroe, de personajes que pueden resultar odiosos, que empiezo a amar leer en los libros.


En fin, un libro alucinante que amas (como la Iveth de 23 años) u odias (como la Iveth de 17 años).
Enlace: https://elrincondeiveth.blog..
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