El principito

¿Hay algo que se pueda decir de un clásico como El Principito?

Posiblemente todo esta dicho. Esta es mi segunda relectura de la historia, si bien he de confesar que lo leí 'tarde' en mi vida -cuando tenía aproximadamente 26 años. Por años y por una inexplicable necedad, me negué a tomar este libro, porque lo consideraba para niños. Cuan equivocada estaba.

En la primera lectura descubrí que por años me negué a una historia conmovedora y auténtica. Sin disertaciones complicadas, sin ambiciones filosóficas, el relato de Saint-Exupéry es un pequeño tesoro de verdad -verdad simple, directa, pura. Tantas citas y frases circulan de la historia, que para nadie es deconocida la sentencia" "No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos". En un mundo material, la humanidad ha perdido de vista aquello que constituye la felicidad, que no es ni la riqueza, ni la belleza física, ni el conocimiento, sino la capacidad de apreciar lo sencillo, lo que es nuestro, lo que crea afectos entre personas e incluso la naturaleza misma (como lo representa el zorro, la flor). El Principito lo intuía en su planeta, pero salió a confirmarlo y en el camino, perdió a su flor pues como él mismo dice: "Pero yo era demasiado joven para saber amarla.

Esta vez, la parte final del libro, cuando el narrador y El Principito se acercan a la separación, me pareció la más conmovedora pues habla de la belleza de las cosas que debemos aprender a ver, de la esperanza y la promesa de amor en cada ser humano, en cada cosa: ...no se ve nada. No se oye nada. Y sin embargo, algo resplandece en el silencio".

Este es un libro nostálgico, para la ensoñación y el encuentro -con los demás y con uno mismo. Para mirar con ojos distintos nuestro entorno y a nuestros semejantes; para saber que aunque siempre estemos en busca de algo, si observamos cuidadosamente, con el alma, habremos de encontrarlo: "Me pregunto -dijo-si las estrellas están encendidas a fin de que cada uno pueda encontrar la suya algún día".

Llevo toda mi vida oyendo hablar del Principito, nunca me había llamado mucho la atención, supongo que con la creencia que era más un cuento para niños. Con el tiempo y tras leer muchas de las frases célebres que hay en este libro me di cuenta que era mucho más que eso, casi se podría considerar un libro filosófico. Ahora por fin me he decidido a ponerme con él, es un cuento corto así que ocupa muy poco tiempo y sinceramente me he quedado con la sensación que en tan pocas páginas hay mucho más de lo que parece, de esos libros que necesitan volver a leerse varias veces para descubrir muchas de las cosas que hay entre líneas. Seguramente mejorará mi valoración en un futuro, por supuesto lo recomiendo como clásico y para pensar un poco.

Como la mayoría de las cosas bonitas del mundo, su belleza está en su simpleza. Acompañar al principito en su viaje ha sido maravilloso. Es un libro que todo el mundo debería leer. Hay más verdades que palabras en este libro y realmente no nos enseña nada nuevo, solo nos recuerda algunas cosas que nunca debimos olvidar al hacernos mayores. Lo realmente importante en la vida es tremendamente simple.
Nos empeñamos en ver mejor que nadie y olvidamos que, como dice nuestro amigo, lo esencial es invisible para los ojos.
La verdad es que de mayor yo siempre quise ser un niño. Ahora, después de leer el principito, también quiero ser jardinero cegato y astrónomo sediento.

He vuelto a leer este libro porque El Principito es mucho más que su frase más sonada "Lo esencial es invisible a los ojos". Aunque este cuento parece estar destinado a un público infantil, soy de las que piensan que causa un mayor impacto en los adultos. Es un libro que te hace reflexionar; cada capítulo y su correspondiente diálogo están muy bien cuidados y abren paso a la imaginación para que cada uno interprete su mensaje como quiera. Cada vez que leía el encuentro del Principito con un personaje distinto, me dejaba pensando por unos minutos en aquello que acababa de presenciar en esas bellas páginas. Sin duda alguna, un libro que deja huella.

Guardo muy buenos recuerdos de la lectura de este libro que realicé hace muchos años.
Creo que es imprescindible que todos en algún momento de nuestra vida lo leamos, incluso varias veces a lo largo de la misma.
Nos hace plantearnos lo realmente importante y pensar sobre nosotros mismos y lo que nos rodea.

Creo que este es el libro que más he releído en mi vida, que más versiones tengo y que en más idiomas he leído (español, inglés y francés).

Un clásico que no necesita presentación y que cada vez que lo leo le saco más chicha.
Esta vez lo he escuchado en audiolibro narrado por Pablo López y ¡me ha encantado!, mientras lo escuchaba no he podido resistirme a ir viendo los dibujos de una de mis versiones ilustradas.

Creo que hacer una reseña de este libro es el reto más difícil que me han puesto o me he puesto a mí mismo desde que estoy por aquí. Pero es que creo que en eso mismo consiste El Principito, en aceptar el reto. Porque creo que leerlo te va a mover hasta lo más profundo de tu ser, o por lo menos así lo ha hecho conmigo.

He leído que El Principio está clasificado como un libro para adolescentes.... Bien... No lo voy a discutir... Pero yo añadiría: El Principio es un libro para adolescentes que todo adulto debería leer. Si mi yo adolescente, ese adolescentes fuerte, aventurero, luchador, reivindicativo, rebelde... Ese adolescentes LIBRE... Leyera el libro, él te hubiera dicho: ¡Claro! Si yo todo esto ya lo sé. Mi yo adulto ahora dice: ¿Cómo he podido olvidarlo?

Podría dar cualquier excusa, decirte el porqué de que los adultos necesitamos esa falsa seguridad, necesitamos los números, tal y como dice el autor... Te podría contar quién fue mi flor... Podría hablar de cada una de las historias, frases, palabras de este libro, o lo que han significado para mí... Pero eso sería egoísta, porque lo importante será lo que signifique para tí y porque no quiero contarte nada que te guíe o que te revele lo que vas a encontrar, cuando lo leas quiero que seas LIBRE.

Dicen que los niños nos enseñan mucho... Completamente de acuerdo... Pero yo creo, escuchando a mis hijos, que los niños más bien lo que nos hacen es recordar... El punto de vista de un niño es puro, libre, no ha sufrido condicionamiento alguno... ES PERFECTO... Pues esto mismo te va a regalar este libro, la visión del mundo desde el punto de vista de un niño...

¿Lo recomiendo?... ¿Aceptas el RETO?

EL Principito es una fábula que no deja indiferente y que invita a relecturas en busca de reinterpretaciones.

Un cuento complejo. Una reflexión constante. Su lectura es un perpetuo intento por desentrañar qué es lo que el autor nos quiere decir, y el poso que deja al finalizarlo es diferente no sólo en función de cada lector, si no que tratándose del mismo dependerá del momento vital en el que se encuentre.

Hace años que descubrí esta historia y releyéndola ahora he ahondando en la naturaleza del ser humano y sus relaciones con el entorno y he pensado acerca de la verdadera importancia de las cosas; pero, sobre todo, he ratificado algo en lo que ya creía: hay ciertos ámbitos en los que nunca deberíamos dejar de ser niños

«No crezcas, es una trampa»

Afrontar la vida con esa sencillez, con esa curiosidad constante, esa capacidad de observación y, sobre todo, esa lógica aplastante que no entiende de convenciones.

«Lo esencial es invisible a los ojos» , pero en la infancia estamos infinitamente más abiertos a percibirlo

Solo puedo decir, "hasta la próxima, Principito", por que sé que volveremos a encontrarnos y me revelarás más misterios de los que se enconden en esta rara vida

Creo que leí esta libro unas 20 veces. Simplemente siempre encuentro una nueva enseñanza o un nuevo significado.

Puede que sea un libro para niños pero, como adulta, lo he convertido muchas veces en mi ancla. Es esta maravillosa historia la que me devuelve los pies a la realidad y me recuerda una y otra vez que "lo esencial es invisible a los ojos".

La historia es de un piloto que, mientras intenta reparar su avión averiado en medio del desierto del Sahara, se encuentra con un pequeño príncipe oriundo del asteroide B 612, que le pide insistentemente que le dibuje un cordero.
El piloto descubre la fascinante historia de un principito, la cual comienza en su asteroide, donde vive con tres volcanes, uno de ellos inactivo, mientras se entretiene arrancando las malas hierbas y viendo puestas de sol.
Una flor nacerá en el asteroide. El principito la cuidará y atenderá con dedicación, pero la flor es dramática y caprichosa, y esto le incomoda. El principito entonces decide abandonar su asteroide y emprender un viaje por el universo en busca de un amigo.
El pequeño príncipe iniciará un viaje que lo lleva desde su asteroide a recorrer el universo. En la travesía conocerá personajes muy característicos que le enseñarán a ver la vida desde diferentes ángulos.
El autor Saint Exupéry fue un piloto y sus vuelos inspiraron esta historia, inclusive el zorro del que nos habla es un zorro fénec del desierto. El escritor nació en Lyon, Francia, en 1900, y murió en la isla de Riou, Francia también, en 1944. El Principito es un libro maravilloso para leerlo y releerlo en todas las edades! de niño, para ir aprendiendo cosas importantes sobre los sentimientos y las relaciones humanas. de adulto, para recordarlas y retomar el rumbo si nos hemos distraído y olvidado. Es una historia llena de ternura, sabiduría, emoción y profundidad!!