El Principito consta de unas reflexiones tan profundas que me ha sorprendido. Por una parte, me ha encantado cómo el escritor ha hecho referencia a cómo los niños pueden tener una mente tan abierta y una extensa imaginación que son capaces de ver e imaginar lo que los adultos no pueden. Uno de los encuentros del pequeño Principito que más me ha emocionado ha sido el zorro, ya que le enseña lo bonito y emocionante que es la existencia de un amigo en tu vida, pero también lo duro y costoso que puede llegar a ser. Por otra parte, debo decir que una de las cosas qué más bonitas que me ha parecido es cómo el Principito le explica a su compañero, el aviador, la manera en qué podrán ''comunicarse'' mutuamente cuando sus caminos se hayan separado finalmente: mirando las estrellas. He leído dos veces este libro y sigo pensando que no es un libro infantil, sino, adulto por las reflexiones y a los pensamientos que te hace llegar. |