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Christine sufre las secuelas de un terrible accidente: solo logra retener recuerdos durante un día. Vive atrapada en una existencia en la que se despierta cada mañana creyendo que es joven y con el futuro por delante, para descubrir después que es una mujer de cincuenta años, casada y con una vida más que hecha. Cada día aprende que ha estado viendo a un psicólogo que está ayudándola a recuperar la memoria y que ha estado escribiendo un diario para documentar sus recuerdos. Pero poco a poco va dándose cuenta de que algo en la imagen que va formando de su vida no termina de cuadrar. Me ha encantado. Tenemos a Christine con la angustia de despertarse cada día sin recordar nada, pensando que es joven, y dándose el susto de que tiene 20 años más de los que piensa. Vive con su marido, al que no conoce porque no se acuerda de él, que se lo explica cada mañana. Pero sabe que algo no va bien, y con la ayuda de sus diarios y su instinto intenta averiguar cada día que es lo que le pasa, sabiendo que lo olvidará por la noche al irse a dormir. He sufrido mucho con ella, te metes tanto en su piel que no sabes de quien fiarte, qué hacer, a quien acudir... Además de que cuando más cerca está, el sueño la vence y vuelta a empezar. Es angustioso, macabro, oscuro, agobiante y trepidante, te mantiene en vilo hasta el final, y éste es sorprendente. Engancha mucho, aunque hay partes que pueden hacerse un poco repetitivas para poder meternos más en su piel, ya que para ella todos los días iguales son nuevos. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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