Que hable Casandra

Intento leer libros que tratan sobre mujeres y feminismo a lo largo de todo el año, pero si tengo una cita ineludible con este tema todos los años es cada 8 de marzo, por el día de la mujer. Honestamente creo que es una costumbre que va a ir desapareciendo de mi vida en los próximos años, porque creo que leer libros de esta temática debería hacerse con mucha frecuencia independientemente de la época o las celebraciones (y como digo antes, intento hacerlo así con frecuencia). No obstante, este año no he podido evitar volver a hacerlo por las ganas que tenía de leer el presente libro desde que le vi anunciado en una red social.

Era una lectura que me parecía muy interesante de realizar. Lo que más destaco en ella es como me ha sorprendido. Por dos motivos: en primer lugar por qué me ha parecido que la sinopsis lo vende de una forma que no es. Me explico: cuando leí esto pensé que el libro iba a tratar sobre mitos de mujeres y personajes históricos a lo largo de la historia, y como han sido interpretados con el devenir de los años. Y es cierto que hay una parte de la obra que va de eso, pero no es, ni mucho menos la más extensa. No puedo negarlo, esto me ha desilusionado bastante. El tema de la mujer en la historia y la literatura me interesa mucho, y era lo que más ilusión me hacía ver de esta lectura.

No obstante, el libro me ha gustado mucho. Y esto se debe a lo segundo que más me ha sorprendido de él, y es como me ha hecho ponerme a usar la mollera y darme cuenta de muchas cosas. Nunca pensé que iba a hacerme meditar tanto esta lectura. He estado constantemente tomando apuntes, escribiendo pensamientos en los márgenes y subrayando frases. Me he encontrado haciendo tareas cotidianas o paseando y meditando sobre muchas de las cuestiones que se trabajan y tratan en este libro. Creo que solo por eso ha merecido la pena leerlo totalmente.

“Que Hable Cassandra” es un compendio de ensayos que se divide en tres partes bien diferenciadas. La primera parte explora los mitos historias que conforman los cimientos ideológicos de nuestra sociedad. El segundo trata sobre la cuestión de las mujeres y el poder, tratando de cómo se puede llegar a ser un líder sin caer en estereotipos relacionados con la guerra, la sangre y la violencia. Y la tercera parte tiene un tono más del libro de autoayuda, por así decirlo, donde se trata de una serie de cuestiones para estar mejor con uno mismo y se presentan varios ejercicios introspectivos.

No conocía para nada a Elizabeth Lesser y su obra. Deduzco que por lo menos en América debe ser bastante popular. Pero me ha gustado su forma de escribir, trata de temas muy espinosos importantes de una forma cercana y amena. Me he sentido muy conectada a su pluma a lo largo de la lectura. Creo que en esto ha tenido mucho que ver que la autora trate de exponer sus ideales explicando cómo llegó a ellos, contando cuestiones sobre su familia, su vida amorosa y su trabajo como autora y con fundadora de un instituto que hace talleres y conferencias sobre bienestar, creatividad y cambio social. Todo ello permite hacer al lector cómplice de lo que Lesser escribe, y hace que esta se convierta en alguien cercano. Ay yo también ayuda a que ningún capítulo sea especialmente largo o canción sado de leer, eso hace que sea una lectura bastante amena y ágil.

Como ya he dicho antes, lo que más me interesaba era la primera parte, centrada en la mujer en la mitología y la historia y su visión a lo largo de los años. Que haya sido una un segmento tan escaso y que solo se haya hablado de unas pocas mujeres de diferentes mitologías historias (Eva, Pandora, Casandra y Galatea) me ha parecido muy decepcionante, para que mentir. Me esperase que me esperaba que se tratasen a más heroínas, y que los capítulos tuvieran más sustancia y datos.


En cambio, la parte que más me ha sorprendido para bien ha sido la segunda, centradas en la mujer y en el poder. Es ahí donde he podido tomar más apuntes y donde me he tomado mi tiempo para poder leer con calma todo lo que la autora nos proponía. En esta además se trata más el papel de la mujer en la sociedad actual y la forma que los criterios del patriarcado la han condicionado. Lesser trata de animar a todas las mujeres a que se olviden de ellos y aprendan a ser independientes y estar bien y felices consigo mismas. Me parece muy interesante ciertas cuestiones que se tratan, como que un líder puede tener actitudes consideradas tradicionalmente como femeninas (con pasión, sensibilidad, capacidad de comunicación, empatía hacia los demás) junto con otras que pueden ser vistas como masculinas (valentía, arrojo confianza en sí mismo) para ser realmente eficaz.Y que tener unas u otras no equivale a que seas más femenino o masculino, las personas tenemos un poco de todo por norma general, somos más complejos y menos estandarizados de lo que podemos imaginar. Y también su propuesta de hacer un mundo y una sociedad más enfoca cadas en lo positivo y en la ayuda mutua.Sinceramente, y ahora más que nunca con la que nos está cayendo, eso me parece una utopía total. Pero es un imposible muy bonito, y sería muy agradable vivir en un mundo así o por lo menos dejárselo en herencia a las generaciones futuras.


La tercera parte, la que está más enfocada a la instrucción y ejercicios de meditación, ha sido la que menos me ha gustado y la que leído de una manera más ligera. Tiene un tonillo de libro de autoayuda… que a mi como que no. No tengo nada en contra de los manuales de autoayuda, y no dudo que hayan ayudado a mucha gente en momentos difíciles y cuestiones personales complejas. Para nada. Pero a mí no me acaba de gustar, siempre me han parecido que te dicen que debes hacer más que ayudarte. No he leído muchos en mi vida, de ahí quizás mi desconfianza. Pero es un tipo de literatura de la cual no me fío mucho ni me agrada.También debo decir que el autor habla mucho sobre la meditación. de la meditación, como ejercicio espiritual y valvula para conectar con tu yo interior, me fío más que de estos libros, pero aún así tampoco es una cuestión que me haya llamado mucho la atención. Me encantaría poder enficarme más en ella algún día, me parece interesante, pero hoy por hoy imposible. Tengo una mente demasiado inquieta y que se va por las ramas a la mínima de cambio para que esta forma de ejercitación mental me pueda ser de alguna utilidad. de todas maneras, tengo que decir que este segmento también me ha enseñado algunas cosas ya habido momentos que también he subrayado. He aprendido mucho de él al igual que con los anteriores. Y eso para mí, por todo lo dicho anteriormente, es un punto totalmente a favor de esta recopilación.

Para terminar, tengo que decir que “Que Hable Cassandra” me ha parecido una lectura tan amena como interesante. Quizás Lesser peque un poco de repetirse bastante en ciertas cuestiones, y quizás tenga un tono amoroso y positivo en ciertos puntos que a mí no acaba de llegarme por mi forma de ser tan cínica y poco dada a la meditación.

Pero aún así creo que todas las cosas que dice sobre la mujer en la historia y en el mundo han actual, y la forma en que anima a empoderarse y a descubrir todas las cosas buenas que tienes y a usarlas en tu vida personal y profesional, muy interesantes. Y sobre todo me ha parecido una lectura muy factible y fácil para cualquier lector, independientemente de su grado de conocimientos o del número de libros que haya leido anteriormente sobre mujeres y feminismo.Es una lectura para todos los públicos, que me ha dejado muy buen sabor de boca y, por qué no decirlo, una buena sensación de bienestar. El único consejo que podría dar para enfrentarse a ella es tomártela con calma, y leyendo cada día unos pocos capítulos. Para así poder dejar que se filtre en ti todo lo que la autora nos quiere decir en cada momento.

“A los humanos nos encantan las historias. Siempre nos han encantado. Las escribimos y las leemos, las contamos y las enseñamos, aprendemos de ellas y nos dejamos guiar por ellas”. Así empieza ‘Que hable Casandra' un texto que no llega a ser ensayo o disertación, es más una charla con una amiga, donde la autora parte de varios mitos antiguos para analizar situaciones presentes. ¿Es posible que los mitos de la antigüedad influyan aún en nuestros días?
 
Los mitos servían para contar sucesos que eran inexplicables en ciertos momentos de la historia (la aparición del hombre en la Tierra, desastres naturales…), pero también para justificar actos, comportamientos y actitudes (normalmente injustificables), para legitimar poder… vaya, que “los que cuentan los relatos son seres humanos con motivaciones, convicciones firmes, intereses personales, egos que alimentar y sistemas que sostener”. Por ello, me ha resultado muy interesante y enriquecedor como la autora, lee los mitos poniendo el foco en ciertos personajes (mujeres, algunas las podéis ver en el carrusel) tratando de darles voz e iniciar así una reflexión.
 
La fuerza de este texto es tanto su capacidad de hacer un seguimiento de los mitos a través de la historia y conectarlos la actualidad; como hacerlo de una forma sumamente cercana, accesible y facilísima de leer, que hace que conectes con su voz desde la primera página.
 
No obstante, decir que el libro se divide en 3 partes. La primera, centrada en mitos y en la historia de mujeres actuales (para mi, de cinco estrellas); sin embargo, el resto, se acerca más al crecimiento personal. Y, aunque he sacado alguna reflexión, no ha sido tanto de mi interés. No hablo de calidad, simplemente que yo no soy lectora de este tipo de literatura, sin embargo, si eres fan, por ejemplo, Elizabeth Gilbert, te gustará cada página.
 
Cosas que me han fascinado:
-Conexión de mitos y presente
-La de mujeres increíbles que me ha descubierto
-Los capítulos dedicados a la literatura
-Alegato en contra de la historia única
 
En resumen, si algo esto os llama la atención, disfrutaréis mucho este libro. No hace falta conectar o estar de acuerdo en cada frase, pero saldrás de la lectura con nuevas perspectivas, ganas de aprender y darle una vuelta a no pocas cosas.
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Los libros sobre personajes históricos suelen tener esa connotación referencial que nos hace pensar que estamos ante personas ficcionadas, y aunque haya partes que sí, al final intentan mostrar una parte de realidad de lo que ese ser mitológico o personaje histórico influyó en el transcurso de los acontecimientos.

Que hable Casandra suena en tu cabeza como si la autora estuviese dándote una charla o teniendo una conversación amena contigo sobre como estos personajes, ciertas situaciones y acontecimientos influyeron en el feminismo de una manera negativa y positiva. A partir de términos que nos desvelan curiosidades, se abre paso con una narrativa que fluye como una conferencia. Quizás ese fuera el problema principal para mí, ese y haber leído en estos meses próximos a esta fecha grandes ensayos feministas. Aunque haya descubierto algunos personajes mitológicos y procedimientos con las mujeres he sentido la lectura como una compañía con la que no podía avanzar en el camino. Tiene puntos positivos pero siento que me falta información, que necesito complementar lo que sus palabras intentan expresar para poder de todo el contexto.

El libro, con un mensaje claro centrado en el personaje de Casandra, posee esa capacidad de funcionar como un sándwich. Desde el principio sabes lo que está buscando, y pese a que lo desarrolla siento que no he llegado a conectar con el libro. Me ha llevado casi dos meses leerlo y tuve que buscar información complementaria.

Las charlas de la autora me parecen sublimes pero en el libro me ha faltado un poco más de contextualización. Siento que quizás es un libro para conocer a personajes como Eva, Pandora y Casandra, pero también a la autora.

Un libro para hablar sobre mujeres.

Maldecida por Apolo -quien le había otorgado el don de la clarividencia- cuando rechazó sus proposiciones sexuales, Casandra no pudo evitar la Guerra de Troya. Y es que, aunque las profecías de esta princesa troyana decían la verdad, “sus palabras fracasaron” porque nadie la creyó. Pero si nos remontamos más en los mitos clásicos, resulta que antes de que Pandora desobedeciera y abriera esa caja “prohibida”, no había maldad en el mundo, o eso dice la versión del poeta Hesíodo. Quizá esta historia nos recuerde a la manzana y la mujer que cambió para siempre el curso de la naturaleza humana.

¿Por qué, en tantas de nuestras historias, se culpa a las mujeres cuando las cosas salen mal? ¿Cómo de diferente sería nuestra sociedad si ellas hubieran contado la historia?

“Que hable Casandra” de @edicionesmaeva nos invita, como mujeres, a hablar con valentía y a ser por fin las narradoras en lugar de mirar nuestro pasado a través de la lente masculina. El libro de #ElizabethLesser comienza con una primera parte en la que explora precisamente los mitos y las historias que están en el ADN de nuestra cultura. La segunda parte analiza las mujeres y el poder, y redefine lo que significa ser valiente, audaz y fuerte. Y la tercera parte ofrece un ‘kit de herramientas' y ejercicios, basado en la experiencia personal y profesional de la autora, para superar -entre otras cosas- el "síndrome del impostor" y comenzar a cambiar nuestra visión.

Si bien he disfrutado mucho con la primera parte por la conexión de los mitos y el presente -cómo se ha castigado desde la Antigüedad a las protagonistas femeninas por su curiosidad y necesidad de individualidad-, así como el alegato en contra de la “historia única”, en el resto del libro, que se acerca más al crecimiento personal, perdí el interés. Parecía más un libro de autoayuda y, aunque no critico la calidad de sus enseñanzas y consejos, simplemente no soy lectora de este tipo de literatura.
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