La maldición del ganador

A diferencia de otras veces, este libro no me llamó la atención inmediatamente y, aunque tiene una portada bonita, no la considero una preciosidad irresistible. Así que no he sucumbido a la tentación hasta ahora, justo cuando publicaron la trilogía entera y comprobé que tenía muy buena acogida.

En un principio me costó meterme en la historia porque no le veía nada especial, empezó como muchos otros libros del género, y no destacaba por nada en particular. Pero más adelante había pequeños detalles que fueron cautivándome poco a poco y doy gracias por no encontrar la típica historia ñoña de niña pija que se encapricha del chico de pueblo. En el primer capítulo puedes pensar eso, pero a medida que pasas las páginas te das cuenta de que la trama no está enfocada en eso, hay alegría y tristeza, furia, luchas, conspiraciones y medias verdades, engaños, mentiras, traiciones, chantaje... y amor, por supuesto. Otro puntazo es el mundo de fantasía que ha creado la autora, demostrando que puede haber libros fascinantes sin necesidad del uso de magia o criaturas extraordinarias. Tan sólo le hizo falta una guerra con un continuo tira y afloja entre esclavos y conquistadores para mantenerme pegada al libro día tras día.

Los personajes están bien estructurados, son coherentes y creíbles. Hablan, piensan y actúan de acuerdo a su personalidad y sus creencias. En primer lugar tenemos a Kestrel, hija del general con mayor renombre de todo el imperio, que vive a la sombra de los logros de su padre. Es una chica inteligente, observadora y muy intuitiva, parece leer los secretos de la gente como si fueran un libro abierto y tiene la astucia suficiente para usarlos en su beneficio. También comete errores, por supuesto, no deja de ser una chiquilla y a veces la situación la supera... En el otro lado de la balanza encontramos a Arin, un esclavo que es evidente que es mucho más de lo que quiere aparentar (y no quiero revelar nada más para evitar spoilers) Me gustaron mucho algunos de los momentos que protagonizan los dos juntos: esas partidas de cartas donde se apuestan algo más que simples preguntas y respuestas, o momentos a solas donde parecen contárselo todo sin necesidad de usar palabras. Últimamente en las novelas juveniles siempre surge una intensa llama entre los protagonistas, que pasan de la indiferencia a amarse locamente en un instante. Creo que todos estamos cansados de esos "amores" tan poco creíbles. En cambio, aquí encontramos una evidente evolución en la relación entre Kestrel y Arin. La autora describe con calma, como quien hace un guiso, ese salto que separa la amistad del amor. Y aplaudo cómo lo ha hecho.

La autora tiene una forma de escribir muy cautivadora, mezclando de tal manera diálogos, pensamientos y descripciones que hace una lectura amena y adictiva. En el tramo final del libro, cuando quedan unas 100 páginas, los acontecimientos se suceden de tal forma que no me dio tiempo a pensar, sólo quería devorarlo para saber cómo evolucionaría todo: acción, romance, conspiraciones... No había ningún capítulo de respiro. Llegué a la última página y me quedé en shock, ¿ya había terminado? Normalmente cuando termino un libro, empiezo otro al día siguiente, pero esta vez fui incapaz y estuve varios días sin leer nada hasta que digerí todo el tormento de emociones que despertó La maldición del ganador. Con todo el respeto por la autora, ese final es una puñalada trapera. Lo meto en la misma categoría que ese "Continuará" que aparece al final del último capítulo de temporada de tu serie favorita y sabes que hasta el año siguiente te vas a estar comiendo las uñas. Por suerte la trilogía está publicada al completo, así que espero no tardar demasiado en ahorrar el dinero para comprar El crimen del ganador.

Saludos ;)

Marie K. Rutkoski es una escritora estadounidense, autora del libro La maldición del ganador, que fue valorado con buenas criticas y en el cual la autora se baso en el periodo greco-romano para idear la historia de un pais, un imperio, 2 culturas y muchísimos detalles mas que le dan realidad a la trama, y que en mi caso me hizo googlear sobre si la Península de Herrán y Valoria eran paises de verdad.

Kestrel es una chica de 19 años, hija del General mas famoso del imperio, que vive desde hace 10 años en la Península de Herrán, después de que el ejercito valoriano encabezado por su padre tome la peninsula y a sus ciudadanos como esclavos.
Un día kestrel se ve arrastrada por su amiga Jess al mercado de esclavos, donde presencia la subasta de herranies a los aristocráticos valorianos, es donde conoce a Arin y un impulso la lleva a apostar las primeras 5 claves que dieron comienzo a la subasta.

Es un libro con una trama super interesante, con una narración muy fluida que lleva a una lectura rápida.
Las dos culturas (Valoriana y Herraní) son muy bien detalladas, al punto de reconocerlas en los personajes. Sin dudas es una obra que llevo tiempo de investigación y astucia al organizar los hechos para que terminen en un final un tanto inesperado.
Una de las cosas que me dejo maravillada es que tanto como el pueblo herraní y el valoriano, trataran a las mujeres con el mismo peso que a los hombres, es decir, tenían que alistarse al ejercito en caso de no casarse, y sin dudas tenían un papel igual de importante que los hombres en cuestiones políticas, algo absolutamente diferente a la visualización de la mujer en la época greco-romana. Me pareció un detalle super importante por parte de la autora, mostrarnos a una protagonista fuerte, con responsabilidades y que puede valerse por ella misma, donde su honor y pasión por su Imperio fueron mas fuertes que el Amor ¿o no fue así? No lo se Kestrel, es muy difícil entenderte.
Concluye con un final que te deja con ganas de mas, con mucha curiosidad sobre la vida en pos-guerra, de Arin y Kestrel, y sobre como las decisiones de Kestrel traerán consecuencias a la relación del pueblo Herraní y el imperio Valoriano.

Te recomiendo esta historia si te gustan las historias de época, la guerra, las estrategias y una que otra escena sangrienta.

Mi mayor motivación para leer este libro fue la recomendación de Cashore, genia de la fantasía épica (en menor grado pero genia). Sin embargo el libro pierde tensión en la primera mitad y cuesta trabajo pasar páginas mientras sigues implorando porque pase algo. Todo pasa en el último tercio, de manera que pude leer sólo eso y entendernde qué iba la cosa.
Los pros son el trasfondo histórico y los intertextos que vas encontrando en cada página. Los giros de los personajes me parecen un tanto caprichoso, Krestel tiene la tontera hasta en el nombre y Arin peca de buena gente.
La última ocasión para darle sentido al título estuvo de lo más forzada y me muero de ganas por leer la continuación porque no sé como esto no es autoconclusivo.
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Le tenia pendiente desde hace dos años que me lo recomendaron y no tenia que haber tardado tanto en leerlo. Me ha parecido perfecto, les he querido mucho a los dos y ellos a cambio me han roto el corazón. Necesito leer ya la segunda parte donde tengo la sensación de que me seguirán rompiendo el corazón en lugar de arreglármelo.

"No lo ves, Krestel, a pesar de que el dios de las mentiras te ama"

Kestrel tendrá que elegir entre si unirse al ejército o casarse cuando cumpla los veinte años, al igual que todas las jóvenes de su edad. al ser la hija del general, ha sido educada desde pequeña en el arte de la guerra, teniendo su padre la esperanza de que se decante por la primera opción. Ella forma parte de una sociedad gobernada por los valorianos, quienes disfrutan de todas las comodidades, mientras que los herraníes solo llegan a ser esclavos.
Tengo que decir que el principio no me pareció adecuado, porque hay varias cosas muy poco realistas. No entiendo bien por qué Kestrel compra al esclavo, de hecho ni ella tiene ni idea, ni mucho menos por qué los días posteriores pasa de él como del agua sucia, sin asignarle ninguna tarea y dejándolo en el olvido. Encima sabiendo que el chico es un buen herrero, lo cual es difícil de encontrar, cosa que tampoco veo lógica porque nos encontramos en una sociedad donde el ámbito militar es muy importante y el combate con espada está a la orden del día. Pero ella no lo compra por eso, sino porque... ¿canta? ¿En serio? ¿Y de qué te sirve que cante? Que ni siquiera lo escucha cantar en la subasta por cierto. Tampoco me creo que a ella le llame la atención la mirada de desprecio que él le lanza y se quede tan apenada. Vamos a ver, eres la hija del general, tienes un montón de esclavos. Es prácticamente imposible que ninguno te haya mirado mal más de una vez y que no te desprecie. Así que bueno, el comienzo de la lectura no es que fuera brillante, pero luego mejora.
Los personajes me han gustado mucho. Kestrel es decidida, fuerte y muy inteligente, no trata con desprecio a los esclavos y tampoco se las da de subidita. Simplemente se limita al entrenamiento militar y a tocar el piano. Me ha encantado su pasión por tocar este instrumento, la forma en que transmitía su pasión y sentimientos a través de las teclas. Me lo imaginaba a la perfección, admiro mucho cuando se consigue eso. Kestrel se deja llevar por la música, transmitiendo así lo que las palabras no pueden. Es cierto que a veces me ponía nerviosa porque no reaccionaba al comportamiento grosero de Arin, sino que se quedaba callada, mirándolo o intentando aclarar lo que sentía en ese momento. A mí un tío me habla así y le digo cuatro cosas bien dichas. Y más considerando que es su esclavo, digo yo que tendrás que hacerte respetar, ¿no, Kestrel? Arin es el esclavo que Kestrel compra, y tiene un carácter peculiar. Es valiente e incluso tiene una pizca de dulzura que deja salir de vez en cuando a la luz. Arin tiene un motivo oculto para estar en la casa del general, por lo que tiene algo que esconder. Aquí viene lo que no me convence: Si quiere pasar desapercibido, ¿por qué tiene que dar la nota cada dos por tres? Contesta mal, actúa con rebeldía y es bastante borde. A mí esa no me parece la mejor técnica para no destacar, todo sea dicho.
La situación de los personajes y sus decisiones me hicieron sufrir bastante. No solo porque ellos lo pasaran mal en algunos momentos, sino que entendía a los dos por igual. Comprendía las razones de ambos para hacer lo que hacían, las traiciones... Todo lo doloroso, y es que no sabía de parte de quién ponerme, porque tanto ella como él tenían razón. Creo que la relación entre Arin y Kestrel es lo que más me ha gustado, porque es realista. A veces el amor no es lo único que importa, tristemente hay más cosas que influyen en la vida y que tal vez interfieran en ese amor.
Además, el libro engancha una barbaridad. Lo leí rapidísimo y es que quería saber cómo continuaba todo, y con el qué pasará terminé el libro casi sin darme cuenta. El final prepara el terreno para la segunda parte de la trilogía, la cual ya tengo en mi estantería.

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Kestrel es una joven valoriana que vive en Herrán un territorio conquistado por los valorianos. Los valorianos son un pueblo que valora sobre todas las cosas el arte de la guerra y pelear y cuya mayor ambición es ampliar su extenso imperio. Kestrel es la hija del general más importante del imperio y como todas las jóvenes valorianas no puede salir sola de casa si no es con la compañía de un acompañante (un familiar o un escavo hombre), ya que solo las mujeres que se han alistado en el ejercito han demostrado que son capaces de protegerse solas. Las valorianas tienen que haberse alistado al ejercito o estar casadas a la dad de 20 años. Kestrel es diferente y no le gusta la guerra lo que verdaderamente ama es la música, un arte que no es apreciado por su padre ni por sus compatriotas. Su vida cambia cuando un día va a la ciudad con su amiga Jess, juntas acuden al mercado de esclavos y Kestrel acaba comprando un esclavo herraní ya que el subastador dice que canta además de ser herrero, aunque acaba pagando más de lo que lleva encima (lo que recibe el nombre de maldición del ganador). Los herranís son un pueblo pacífico y que aman la música y el arte y que trabajan como esclavos para los valorianos desde la conquista de su país. al principio Kestrel ignora a Arin que así es como se llama el esclavo pero poco a poco lo va conociendo a través de sus partidas al muerde y pica (un juego de estrategia en el que se hacen apuestas pero como Arin es un esclavo y no tiene nada de valor se apuestan preguntas) y Kestrel se siente atraída por el joven. Su relación de amistad no es bien vista por los valorianos y esto empeorará cuando Kestrel acuda a una fiesta una noche con Arin como acompañante. Kestrel descubrirá que el mundo en el que vive no es tan perfecto como ella creía, se cuestionará su modo de vida, descubrirá la traición y lo que está a dispuesta a sacrificar para proteger lo que ella ama.

El libro me encanta, los personajes están muy bien construidos y con su propia personalidad. Me encanta Arin sin duda uno de mis crushes literarios favoritos. Otra cosa que me encanta es que la autora a partir de la idea de la maldición del ganador haya sabido construir una novela magnífica que engancha y por supuesto el final te deja con ganas de leer el siguiente.

Es la segunda vez que leo este libro y puedo decir con toda seguridad que esta trilogía será una de mis favoritas para siempre. Me encantan todos los personajes que aparecen en la historia, aunque Kestrel y Arin me enamoran en cada una de sus interacciones y diálogos. Kestrel es una chica fuerte e inteligente distinta a las típicas chicas valorianas ya que le gusta la música (algo propio de los herranies) y que ha estado en contacto con las tradiciones de Herrán gracias a su niñera Enai. Arin (que puedo decir de él es adorable), en cambio, es un esclavo desde que los valorianos conquistaron su país. Ambos se conocen cuando Kestrel lo compra en una subasta y su mundo a partir de ahí cambiará de una forma radical. Este libro me encanta desde el inicio hasta el final ya que te atrapa de una manera que te impide soltar el libro, pero es que además los pequeños detalles del libro que incluye la autora me encantan como cada uno de los datos referidos a la cultura valoriana y la propia de Herrán, como el juego del muerde y pica. También me encanta el juego que la autora realiza durante todo el libro relativo al Dios de las mentiras. Además el final tan abierto te hace querer continuar con la trilogía.

3,75/5 estrellas.
La verdad que este libro me sorprendió un montón.
Llegué a él buscando un juvenil ligero que leer, porque la verdad que me sentía desanimada y con pocos ánimos de pensar. Pensé que sería un juvenil más como los otros, donde el romance termina opacando todo pero dije, ya fue, quiero distenderme.
NADA QUE VER A LO QUE IMAGINÉ.
Tiene una prosa muy linda y un ritmo bastante ágil. La historia avanza rápido pero con el desarrollo que se merece tanto la trama como los personajes. Durante largos momentos me mantuvo completamente en blanco hasta que pude descubrir la intención de ambos protagonistas y me gustó ese secretismo, como también me gustó la relación de amistad que nace entre ellos. Me gustó lo mucho que aprendieron el uno del otro en poco tiempo, y cómo nos demuestra que nuestros orígenes o nuestro odio por las otras razas tiene unas bases de papel que se deshacen en segundos. Que cuando uno realmente conoce a la persona puede decir si le disgusta o no, que su orígen o su nacionalidad no significan nada.
Me gustó muchísimo Kestrel como protagonista. No es la típica protagonista de los juveniles que se queda llorando en un rincón y espera que la rescaten. Si bien tiene sus momentos, como todos, de tristeza y decaimiento, siempre está intentando buscar una solución para cada pequeño problema de la vida. Lo único que me molestó fue su obsesión con ocultarles las cosas a todos, incluso a sus mejores amigos.
Su parte estratega fue mi favorita. Esa búsqueda de soluciones siempre la tenía creando un plan detrás de otro, analizando todas las variantes y haciendo lo posible por sacarlos adelante. Fue una parte muy impotrante del libro y de la trama, que no me esperaba en lo absoluto.
Pero también me gustó mucho que, hacia el final, el amor de ambos no los hubiera opacado ni a ellos ni a la trama. Me gustó que, a pesar de quererse y de estar enamorados, no abandonaron ni sus valores, ni sus planes, ni sus ideales. Porque aquellos estaban arraigados en su interior desde hacía mucho más tiempo y eran más importantes que una chica o un chico que acababan de conocer. al fin me encontré con personajes en los juveniles donde no los hacen actuar como estúpidos y no abandonan todo lo que son por el primer chico o chica que ven.
El final fue increíble, sorpresivo y honestamente no me lo esperaba en lo absoluto.
Hubo un montón de cosas que se plantearon a lo largo del libro, para pensarlas bien, con respecto a lo que ya nombré: la discriminación por etnia, la no-libertad, la política, la militancia, la vida, la muerte. Es interesante lo mucho que se filosofiza con Kestrel y su padre sobre la guerra, decidir sobre la vida de los demás, mandarlos a morir, tener el poder de decidir quién vive y quién muere, etc.
Me gustó bastante.
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Era uno de esos libros de los que me intimidan sin embargo en elegir para el TBR de la cuarentena te lo pueden encontrar fácilmente mi canal, apenas comencé a leerlo encontrar rápidamente el hilo.El personaje principal es fascinante deja de lado el típico cliché del personaje femenino que necesita ser rescatado,kestrel es una chica fuerte,decidida,inteligente y bastante ingeniosa que piensa que al comprar al esclavo de los ojos que le fascinan ha sufrido al fin la maldición del ganador sin embargo todo está tan lejos de eso. Marie sabe construir un mundo detallado lleno de personajes sin estereotipos que tiene una historia que poco a poco se va revelando,definitivamente es una de mis favoritos del año ,es ligero aunque tenga bastantes páginas y la historia te vuelve tan rápido que te es muy difícil dejarla, quieren una Distopía más un romance ,mas una guerra ,más personajes únicos , definitivamente este es tu Libro

Hoy os vengo con una reseña de una trilogía que no sabéis las ganas que tenía de empezar. Primeramente por su portada, sencillamente preciosa que invita a tenerlo en tus manos; después me animó la gran acogida y buena crítica que cosechaba este libro y por último la gran ambientación Greco-Romana que decían que tenía.



Prefiero empezar a hablaros un poco de la historia; Krestel es la hija del general de un imperio conquistador, ella vive en lo que hace 10 años era territorio Herraní. Su padre conquistó esas tierras para el emperador y ahora los Herraníes son esclavos. Pero los Valorianos viven muy bien y acomodados y no están dispuestos a cambiar eso. al ser la hija del general tiene que decidir si seguir en su cómoda vida, dónde puede tocar el piano pero tiene que casarse, o unirse a su padre en el ejercito. Esto me gustó bastante, porque ya vemos que no son los hombres los únicos que se unen a las filas para la batalla. Un día en el mercado le llama la atención un esclavo y después de una gran puja resulta la ganadora, este esclavo es Arin, un Herraní que no es lo que aparenta ser.



La trama me absorbió desde el principio, ya que vemos, en cuanto Arin coge algo de protagonismo, como se esta tejiendo algo mucho más grande que solo la decisión de Kerstel a si casarse o no. El principio es muy pausado, ya que la autora nos tiene que presentar este mundo que es tan parecido a la época Greco-Romana pero a la vez es distinta; es un mundo nuevo creado por la autora, en el que nos adentra de una forma pausada pero a la vez de forma muy buena, y en el que nos acomodamos con Kerstel a su vida, pero también seguimos los pasos de Arin y su lucha.



La narración me encantó, pese a ese ritmo pausado del principio no me aburrí ni tuve que dejar el libro en ningún momento, la tensión que se palpaba era suficiente para mantenerme pegada a las páginas. La autora nos ofrece la posibilidad de conocer a los dos personajes, quizás dándole algo más de protagonismo a Kerstel, pero dónde Arin tendrá también su propia narración. Todo esto mostrado en una tercera persona muy bien llevada y que ayudó a no perderme en ningún momento.



Los personajes tengo que destacar sin duda a Arin, me he enamorado de este chico dulce y paciente, pero tan fiero en su ambición por lograr su venganza. Es el que nos trae la parte de intriga del libro, y por el que me absorbió por completo; es un personaje con una fortaleza increíble que no duda a la hora de conseguir su objetivo.



Kerstel al principio me caía mal, ya que la veía muy presuntuosa, pero que a lo largo de todo el libro ha acabado por gustarme bastante. Es un personaje en el que no encontraremos a la típica heroína que salva a todos y es perfecta, es un personaje que he sentido muy cercano y muy real, en lo referente a que cometía fallos, además de que no le importaban nada las habladurías.



La ambientación tan lograda es una de las claves de porque este libro ha sido para mi tan especial; pese a ser una mezcla de época Greco-Romana aderezado con el toque de la autora, por ejemplo incluyendo la pólvora, algo que nos da ya desde un principio la clave para saber que este mundo es inventado por ella. Pero no penséis que esto es malo, para mi ha sido al contrario, le ha dado su toque personal y me gusta.



La parte de romance es un tema que la autora ha decidido dejar de lado, y darle más importancia a lo que es la lucha de Kerstel por decidir que es lo que quiere y que no decidan por ella, y la de Arin por la libertad de su pueblo. Esto me encantó, porque quería saber más de la parte de intriga de la novela, y el romance me interesaba, pero en menor medida.



La maldición del ganador es una maldición que existe, Kerstel resultó ganadora, pero a pagado un precio excesivo por su compra, algo que comprobará en su propia piel.
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