El crimen del ganador

Es difícil escribir una reseña a una continuación de una serie sin escribir ningún spoiler sobre el primer libro así que voy a intentar lo mejor que pueda.

Creo que si bien este libro sufre en un principio de la maldición del libro del medio, el final vale la pena todo lo que le faltó al resto del libro. Marie sabe cómo crear cliffhangers que te dejan la boca por el suelo y con las ganas de tener a mano el siguiente libro si uno no quiere volverse loco.

Me pareció una continuación decente, si bien falta de un poco de acción que se vio compensada con el final, pero bastante llena de trama política, incluso más que el primer libro.

Como esperaba, en esta segunda parte conocemos con mayor profundidad a nuestros protagonistas Arin y Krestel. La autora describe sus sentimientos y emociones con gran detalle y con una elegancia casi poética. Conocemos más detalles de su pasado que ayuda a comprenderlos mejor, los acompañamos a lo largo de meses de sufrimiento y dudas mientras los secretos y las conspiraciones los envuelven y ellos tratan de sobrevivir. El juego de la corte es muy peligroso y ninguno de los dos está preparado para ello. Ambos son demasiado puros, demasiado generosos y el amor que sienten el uno por el otro es demasiado valioso. Y al titiritero mayor, el emperador, se le da demasiado bien detectar debilidades y explotarlas.

Ay, he sufrido mucho con Arin y Krestel, porque ellos han sufrido mucho y he conectado tanto con ellos que ha sido duro, muy duro. Pero la trama principal es tan absolutamente maravillosa que no he podido evitar disfrutar un poco más de esta segunda parte que de la primera. Al fin y al cabo, la autora ya nos introdujo ha este mundo y a los personajes principales en el libro anterior, pro lo que aquí ya estas metida de lleno en la historia y... es increíble. Quiero decir, todos esos secretos, conspiraciones, cómo la autora ha hilado fina y delicadamente todos los puntos que parecían inconexos y que han encajado como un perfecto puzzle… me ha dejado asombrada. Los giros en la trama, cómo se desarrolla la historia, ese final… os juro que al acabar he pensado: esto es una maravilla para pensar inmediatamente después: dios, o yo soy una estúpida por no haberlo visto todo claro desde el principio (o habérmelo imaginado) o la autora es una maestra absoluta. Creo que hay un poco de ambas, pero más de lo segundo. El trabajo que hay detrás se nota en cada detalle, en la delicadeza con la que la autora escribe, con la que trata a los personajes. Es de los mejores libros que he leído hasta ahora.

Después de esta reseña, que más bien es una excusa para mostrar mi amor y agradecimiento a la autora por esta magnífica novela, me queda decir (por si no había quedado claro ya) que os lo recomiendo totalmente y espero que os animéis y la disfrutéis aunque sea la mitad que yo. Solo queda un libro para el final y yo no estoy preparada.
Enlace: https://lepasseurdaurore.blo..

¿Soy la única que llama a la protagonista Krestel? Me he dado cuenta de que, de forma inconsciente, cambio la R de lugar porque el nombre original me resulta incómodo de pronunciar. Así que pido disculpas si en algún momento lo veis mal escrito.

Desde el principio se palpa la tensión entre Arin y Krestel. Un "tira y afloja" llevado al extremo, donde ambos hacen todo lo posible por negar su amor por un bien mayor, pero al final no pueden evitar preocuparse el uno por el otro. Cada encuentro entre los protagonistas es como saborear un caramelo delicioso, repleto de metáforas y comparaciones entre objetos y sentimientos, emociones y situaciones, y algunas son realmente poéticas. Por desgracia, estos encuentros son tan escasos y breves que después te sientes como un niño al que han quitado su juguete favorito. Los capítulos de Kestrel eran los más interesantes gracias a ese juego de espionaje y los mil enredos en los que se mete para conseguir información. En cambio, los de Arin se volvieron más deprimentes e insulsos, siempre atormentado por la culpa y los remordimientos, y esto afectó negativamente a mi forma de ver al personaje. ¡Aún así los sigo adorando a los dos!

Sin embargo, como suele ocurrir con las segundas partes, y por desgracia El crimen del ganador tampoco se libra, la autora tiene una buena idea para continuar con la trama, pero no es suficiente para sostener un libro de 400 páginas. Por tanto, ha tenido que inventar una subtrama que se desarrolla en la zona oriental y, dependiendo del capítulo, me interesaba poco o nada. Cuando pasas de la mitad del libro, notas que los capítulos reflexivo-filosóficos (o de relleno), son cada vez mas abundantes, esto ralentizó mi lectura e incluso fue aburrida en algunos momentos. Además, aunque entiendo que nadie es perfecto y que es imposible que no haya alguna errata en el libro, han sido bastante abundantes. Cada nueva errata que localizaba hacía que rechinara los dientes. ¿No pueden ponen atención al leer el borrador antes de meterlo en la imprenta?

Las últimas 50 páginas son oro puro. En ese momento mi lectura fue frenética porque tenía poco tiempo para terminar el capítulo y no estaba dispuesta a dejarlo a medias, mejor dicho, no podía permitirme dejarlo a medias y quedarme con la intriga. A pesar de que El crimen del ganador flojea en su mitad, por suerte el final es tan sorprendente que me ha dejado con muchísimas ganas de empezar El beso del ganador, el último libro de la trilogía.

Saludos ;)

En este segundo libro nos encontramos a Kestrel en el palacio imperial donde tendrá que aprender a sobrevivir a las intrigas de la corte y a obedecer los mandatos del emperador si es que quiere vivir y protegerse a sí misma y a todo lo que quiere. Pero a Kestrel le gustan los juegos y seguirá jugando hasta encontrarse envuelta en el peligroso juego del espionaje. Kestrel pronto se dará cuenta de que en este juego hay un nuevo adversario, más inteligente y astuto y al que le será muy difícil ocultar todos sus trucos y secretos por lo que tendrá que tener mucho cuidado en quién confiar. Por otro lado Arin está en Herrán quién será responsable de la protección de sus compatriotas y de dirigir un país que a pesar de tener la independencia de Valoria, es asolada por los impuestos y la comida escasea. Con toda está situación la llama de la resistencia y de la desobediencia empezará a crecer en la mente de los herranies un pueblo cansado de las humillaciones y de la servidumbre. Arin desempeñará un papel muy importante e incluso llegará a marcharse de su país en busca de aliados.
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Este segundo libro sigue la temática del anterior y la historia se vuelve más adictiva a medida que nos adentramos entre sus páginas. Aparecen nuevos personajes: Tensen el ministro de agricultura de Herrán, Sarsine la prima de Arin, Verex el príncipe de Valoria, Roshar el príncipe dracano, todos estos me han encantado. Sin embargo el emperador y Risha no me han gustado nada y ya no quiero hablar del padre de Kestrel un hombre que valora más al ejército, al imperio que a su propia hija. Kestrel me sigue encantando es súper inteligente y me sorprende el ingenio que demuestra en todo el libro. Arin me sigue enamorando en este libro es un chico que siempre piensa antes en los demás y en su país. El final del libro te deja con ganas de leer el tercero ya que acaba fatal (me refiero a que lo deja todo abierto y pasa algo que quieres leer como continúa si o si).

Este segundo libro me encanta igual que el primero, Kestrel está en el palacio del emperador, mientras que Arin está en Herran intentando cumplir con todos los impuestos y órdenes que llegan por parte del emperador. En este segundo libro Kestrel juega un papel a dos bandas que me hizo disfrutar, aunque también sufrir, con todas las interacciones que tenía con Arin. Un juego de traiciones y mentiras que le llevará por un difícil camino y en el que no sabrá en quien confiar en palacio. Arin por otro lado me ha encantado en todo momento ya que en este libro conocemos un poco más de su pasado y de él. También me han gustado los personajes nuevos como Tensen, Roshar y el príncipe Verex, aunque al emperador y al general Trajan los he odiado. Por otro lado,me ha encantado que en este libro se adentré un poco más en la distribución del mundo en el que está ambientada la historia, así como sobre los conflictos que se están produciendo. Además la introducción de los orientales me ha gustado mucho, así como la introducción de pequeños detalles como el juego de tierras fronterizas. En definitiva me ha enamorado, y la verdad es que el final es de infarto.

AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH *FREAKS OUT IN SPANISH*
No puedo escribir la reseña en este momento, necesito que mi corazón se calme...
Bueno, ahora sí, vamos directo a la reseña.
Este libro jugó con mis emociones. Como leí en la reseña de alguien que sigo, está lleno de oportunidades perdidas, de momentos súper oportunos y de "desencuentros". Los personajes no logran hacer lo que quieren o necesitan hacer por miles de cosas "oportunas" (a veces muy oportunas) que los interrumpen y les causan mil consecuencias nuevas con las que tienen que lidiar.
Ejem, el final, ejem.
Este libro me gustó mucho más que el primero. Principalmente porque cambiamos de lugar y ahora nos encontramos en el castilo y en la corte. Me encantan las tramas de cortes, por lo que este libro me enganchó por ahí. Estuvo muy interesante leer todas las situaciones que se fueron dando, todas las intrigas y los secretos sobre secretos mientras intento averiguar qué está sucediendo realmente junto con la protagonista. El protagonismo del Emperador me gustó muchísimo porque no quedó como un personaje secundario de quien me dicen que es malo y ya está, me lo tengo que tragar, sino que aparece muchísimo con su manera sutil de controlar. Fue bastante natural la manera en que se desenvolvía y en que tenía a todos comiendo de su mano no porque se los ordenaba sutilmente, sino porque se los sugería y les dejaba en claro que no iba a aceptar otra cosa que no fuera la que él quería.
Hubo muchas idas y vueltas con respecto a Arin y Krestel que a veces me tuvieron con ganas de arrancarme los pelos, sacudirlos y decirles que se callen y hablen con la verdad. Pero bueno, fueron situaciones interesantes que agregaron tensión, drama y más consecuencias a la historia. El desarrollo de Krestel me gustó mucho más que el de Arin. Creo que él fue más para atrás que para adelante, nunca sabe qué es lo que quiere y da muchísimas vueltas a lo adolescente indeciso. al menos en eso Krestel siempre estuvo bien parada y siempre supo qué era lo que quería y qué tenía que hacer para conseguirlo.
Su parte estratega se mantuvo en toda la historia y me gustó muchísimo, nuevamente, poder ver eso.
Hacia el final todo se fue a la mierda y estaba completamente desesperada por la tensión sin saber qué mierda iba a pasar. Todo se daba de una manera tan lenta que me ponía completamente nerviosa, mi cabeza iba a mil pensando todas las consecuencias mientras el libro desarrollaba un slow burn doloroso. de nuevo, acá influyen un montón de momentos inoportunos y desencuentros que distraen completamente a los protagonistas y los llevan a errar y, por lo tanto, a caer en ese final.
Que fue horrible y tremendo y doloroso y ahora necesito leer el 3 para poder sufrir más y saber qué pasa.
Es la primera vez que un fantasy juvenil me gusta mucho, pero la verdad es que sí, me encantó. El romance no es algo que opaque todo el libro y, si bien es el motor que mueve a los protagonistas, hay muchas otras cosas que influyen en sus acciones y ellos no dejan todo de lado para estar juntos. Bien podrían haberlo abandonado todo y fugarse, pero ambos siguieron luchando por el bienestar de su gente y de su tierra.
También hubo algunas reflexiones, nuevamente, sobre la guerra. Krestel comienza a ver las cosas de otra manera, y también a su padre. Comprende que fue educada para soportar el tener que mandar a morir o sacrificar a miles de personas solo para ganar una guerra o una porción de tierra para su emperador, y se da cuenta de que es lo que ha hecho toda su vida tanto ella como su padre. Me gusta que, a medida que avanza la historia, ella va cuestionando las cosas que aprendió y que le enseñaron y empieza a buscar cuál es el camino del bien y no se queda con lo que le dicen que tiene que sentir, pensar, o hacer. Ella siempre intenta caminar hacia la libertad, aunque no fuera libre en lo absoluto.
Y no importa cuándo leas esto, NECESITO QUE ESTÉN JUNTOS.

Aviso que esta reseña contiene spoilers de la primera parte.



En el anterior libro nos dejamos a Kerstel en una situación muy comprometida, en la que ella se metió por salvar a los Herraníes y sobre todo a Arin. Ella ahora esta comprometida con el hijo del emperador, lo que le da un estatus muy superior y mucho más poder. Pero lo que Kerstel no sabe es que no todo le resultará tan fácil como pensaba, ya que el emperador tiene dos caras. Arin aceptó ser el gobernador de Herrán y ser parte del imperio, lo que les otorga una libertad no del todo satisfecha, ya que no son esclavos pero están bajo la influencia del emperador.

Siguen pensando el uno en el otro, pero saben que sus vidas van por caminos diferentes. Pero una fiesta de compromiso los volverá a reencontrar y luchar por una misma causa, pero por supuesto nos encontraremos a un Arin muy cabezota y no creerá que Kerstel vaya a ayudarlo, y sus caminos se vuelven a separar, pero seguirán unidos sin que ellos se den cuenta.



Este me ha gustado mucho más que el primero, me ha resultado una lectura que desde las primeras páginas ya me tenía atrapada. Puede ser que la autora ya no se para a presentarnos este nuevo mundo creado por ella, ni nos tiene que presentar a los personajes, cosa que ya sabíamos. Las vidas de Kerstel y Arin en este tomo son totalmente diferentes, pero no nos encontraremos en ningún momento perdidos, yo me alegré totalmente de poder seguir la historia y a donde les llevaría su nueva condición en la sociedad.



La autora nos mete en intrigas palaciegas y en situaciones muy difíciles, en la que los personajes tendrán que tomar decisiones mucho más peligrosas y transcendentales para todo su mundo. En el que el amor que sienten el uno por el otro se verá empañado por los conflictos políticos y la nueva condición de Kerstel y su compromiso.

También nos encontraremos con nuevos personajes secundarios, los que la autora le dan su gran importancia y nos los deja de lado, tienen gran parte de la historia y más de uno nos robará el corazón, y la ternura que sentiremos por ellos hará que una vez que acabes las páginas sientas una gran pena por tener que esperar y no conocer más de su historia. Además de que conoceremos más tierras y reinos de este mundo tan conflictivo.



La narración de la autora sigue en tercera persona y desde las perspectivas de Arin y Kerstel, cosa que agradecí ya que me encantan los dos personajes, pero esta vez Arin tendrá un mayor peso en la novela, algo que eché un poco en falta en la anterior, pero en esta segunda parte la autora a sabido llevar bien el gran potencial y peso que tiene Arin en la historia.

Se nota una gran mejora en el estilo de escritura, una prosa más poética pero sin grandes adornos ni grandes descripciones, lo justo para que la lectura sea amena y de una lectura adictiva; todo eso mezclado con unos capítulos cortos que invitan a leer otro más al acabar.



Lo que más destaco de esta parte son los grandes giros argumentales que me dejaron más de una vez totalmente sorprendida, y hacía que mi atención no decayera en ningún momento. Que sintiera que no sabía que pasaría a continuación y fuera una novela para nada predecible, algo que hizo que la disfrutara totalmente. Yo os recomiendo la trilogía sin ninguna duda, ya estoy deseando poder leer el desenlace, ya que el final ha sido sorprendente.
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Mucho mejor que el primero. Más intriga, más secretos, nuevos personajes, y cada vez más amor y dolor a través de Krestel y Arin.

Cuando creí que nada podía superar al primer libro de esta trilogía, llega esta segunda parte y me deja de nuevo con la boca abierta.

Tal vez tiene un ritmo menos frenético, pero es una lectura fluida y adictiva; cuando te das cuenta, ya lo has terminado. Hay una gran cantidad de giros argumentales inesperados y los personajes están exquisitamente bien definidos: los principales sufren una gran evolución y los secundarios tienen mucho peso en la trama.

Otra cosa que me ha gustado mucho ha sido leer, en los agradecimientos, que la autora pidió consejo a otros autores (entre ellos, Leigh Bardugo) sobre temas que desconocía para dar verosimilitud a la trama. La verdad es que ha hecho un gran trabajo que se transmite claramente en las páginas de esta novela.

Si aún no habéis leído esta trilogía, no dejéis de darle una oportunidad. No defrauda.