El beso del ganador

Después del cortante final de El crimen del ganador, la autora, queriendo prolongar ese efecto, comienza este libro con un capítulo nada importante protagonizado por Arin. Tan sólo se trata de otro recurso más para alargar las ansias del lector por saber qué pasará con Kestrel. ¡Y vaya si lo consigue! No me imaginaba lo que iba a suceder. Sólo fueron necesarios dos capítulos para engancharme.

¡Me encanta cómo escribe esta mujer! Su prosa es bella y poética, las descripciones de los sentimientos y las sensaciones de los protagonistas te meten de lleno dentro de la historia. Resulta muy atractivo ese contraste entre la brutal actitud de Arin en la guerra y la astuta estrategia militar de Kestrel. Hay gran cantidad de momentos en los que se pone a prueba el lazo emocional que los une y parece que su amor siempre es la principal víctima en cada conflicto que se presenta. Había una tensión constante que me mantenía en vilo capítulo tras capítulo; una tortura deliciosa.

El comportamiento de Arin me tiene totalmente perdida en este libro. ¿Qué es eso de ser un sanguinario guerrero? Hasta ahora jamás dio muestras de ser adicto a la guerra. No encaja con su personalidad, pero parece que lo tenía muy bien escondido. Además, no entiendo el rollo que se trae con su dios de la muerte. Espero que sólo sean supersticiones de los herraníes y el tema no se vuelva algo raro. Porque sería muy desconcertante que, de repente, los dioses fueran de verdad en una historia donde el realismo es uno de los puntos fuertes. Además, me parece poco creíble que Arin y el príncipe Roshar se hagan "super amigos" de un momento a otro. Es un hombre con el que me cuesta simpatizar porque me recuerda a una de esas serpientes que parecen tranquilas pero pueden atacar en cualquier momento. A diferencia de otros lectores, que les encantó la personalidad de Roshar, para mí fue un secundario cargante en bastantes momentos de la historia.

Otra vez me ha vuelto a pasar que, a mitad de libro, he sentido un fuerte bajón en el ritmo de la historia. Las primeras 200 páginas volaron entre mis dedos, pero después el ritmo bajó y hubo momentos done la historia se ralentizaba. La narración de la autora es muy descriptiva y eso hace que la lectura no sea tan fluida, algo que ha dificultado que avanzara en algunas partes.
En uno de los capítulos finales, la estructura cambia y podemos ver que las historias de Arin y Kestrel se alternan: un párrafo para él y el párrafo siguiente para ella, y así continuamente. Esto, lejos de generar interés, sólo consiguió irritarme. Así que primero leí todos los párrafos de Kestrel y luego los de Arin, y disfruté muchísimo más el final.

¿Recordáis que la editorial hizo una encuesta para el color del vestido de la portada? Los lectores podían elegir entre rojo, verde o morado. Si en la portada original era rojo y, hasta el momento, habían seguido el patrón de los originales, no entendí que ahora dieran a elegir, pero bueno... Aún así, menos mal que al final salió el verde (aunque sigue sin gustarme), porque según las descripciones de la autora, el último vestido que se pone Kestrel es verde. ¿Qué hubiera pasado si los fans hubiesen elegido el morado? Pues que en España la portada no tendría ningún sentido. Me da rabia que dejasen la elección en manos de los fans cuando desconocíamos todos los elementos a tener en cuenta.

La verdad es que tuve dudas sobre qué puntuación darle. Me ha gustado más que el segundo, pero no tanto como el primero. Es un buen final para la trilogía, aunque quizá esperaba algo más impactante y me hubiera gustado un epílogo más largo. de todas formas, he disfrutado mucho y la trilogía se ha convertido en una de mis favoritas.

El beso del ganador es un buen final para una trilogía que os recomiendo a aquellos que os gusten las historias con personajes fuertes y carismáticos, con grandes dosis de amor, tensiones políticas y un mundo fascinante y único, todo con la gran prosa de Marie Rutkoski.

Saludos ;)

Nada más terminar con la segunda parte de esta trilogía me puso manos a la obra con El Beso del Ganador, un libro que pone punto y final a una saga emocionante, diferente y completamente adictiva.

En esta tercera parte la historia comienza justo donde nos dejó el final de El Crimen del Ganador. Kestrel es trasladada al campo de trabajo que se encuentra más allá de la tumdra tras ser descubierta por el Emperador como espía. Allí la situación es precaria y los esclavos son drogados y forzados a trabajar sin descanso. Pero Kestrel no se dejará manejar fácilmente e intentará escepar de allí sin éxito, llegando finalmente a comprender que la salvación ya no es algo a su alcance.
Por otro lado, Arin, trata de centrarse en la guerra que está por librarse entre Herrán y Valoria, sopesando cada movimiento del bando enemigo y soñando con una victoria que, de primeras, se torna a su favor al contrar con la ayuda de Roshar, el príncipe de las tierras orientales y su ejército. Sin embargo, todo cambia en los planes de Arin cuando empieza a sospechar que los rumores sobre la muerte de Kestrel no son cierto y que sigue con vida y en peligro. ¿Logrará Arin rescatar a Kestrel? ¿Cuál será el destino y desenlace de la guerra entre herraníes y valorianos? ¿Cómo terminará todo?

La novela, como es habitual, está narrada en tercera persona desde la perspectiva de Kestrel y Arin, los dos personajes de peso y por los que he sufrido, disfrutado y me he enamorado por completo. En esta tercera parte vemos la gran evolución que han tenido desde el principio y cómo todo lo que han tenido que sufrir y pasar a lo largo del camino les ha afectado e influido de una forma u otra en su forma de ser, de pensar y de enfrentarse a la realidad que tienen delante.

Kestrel en este libro se percibe un tanto fría de cara a los demás, tratando de ocultar sus sentimientos y todo lo que ha sufrido como esclava en la tundra, y más aún tras no tener recuerdo alguno de su vida pasada por culpa de esas drogas que le obligaban a tomar. Aún sumida en la duda y el miedo a lo desconocido, es un personaje que crece ante las circunstancias y que tiene claros sus objetivos en la vida. Me ha gustado mucho porque, dentro de esa frialdad que trata de mostrar, esconde un gran corazón y le pesa cada decisión que toma y que sabe que afectará negativamente a su pueblo y a sus seres queridos pero, por encima de todo, siempre actúa en base a lo correcto, y eso es admirable.
En cuanto a Arin es un personaje que no olvidaré fácilmente; ingenioso, con las ideas claras, resolutivo, atento, incansable ante la lucha y la adversidad, etc. Además, su amor por Kestrel es totalmente entrañable, siendo muy tierno y adorable en todo momento con ella.

Tanto Kestrel como Arin han sufrido mucho en el pasado y se comprenden a un nivel mayor, consiguiendo que se curen el uno al otro y que aprendar a amarse y ser felices. Y eso es algo que me ha hecho suspirar a cada página.
También tenemos a personajes como Roshar, el Emperador, el padre de Kestrel... Todos tienen su parte de importancia en la historia y me ha gustado que esta última entrega tuviese más implicación de ellos, sobre todo de Roshar, que me ha ido ganando poco a poco.

La pluma de Marie Rutkoski es totalmente adictiva y el mundo que ha creado te atrapa sin remedio. La trama es intensa, con acción a cada paso y con un romance que se desarrolla bastante bien y sin emborronar las batallas, las estrategias y la lucha política entre Herrán y Valoria, un pilar, en mi opinión, con mucho más peso argumental que el romance prohibido. La autora ha sabido despachar, racionar y fusionar a la perfección el apartado romántico con el político y de guerra.

En resumen, 'El Beso del Ganador' es el desenlace perfecto para una trilogía que me ha mantenido pegada a sus páginas y en vilo de principio a fin, con una trama que fusiona a la perfección la historia de amor prohibido entre Kestrel y Arin y las tensiones y guerras políticas; y todo ello acompañado también de una ambientación fascinante, diferente y única. Intensa, adictiva y emocionante. ¡Qué mas se le puede pedir!

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Los dos libros anteriores de esta trilogía fueron grandes descubrimientos. Me encantaron de principio a fin y estaba deseando que esta tercera entrega llegase a mis manos. al haber sido los anteriores tan geniales, me daba algo de miedo que este no lo fuera, pero ha superado mis expectativas con creces.

En esta tercera entrega vemos a una Kestrel que ha sido descubierta traicionando a su pueblo. Como castigo ha sido enviada a trabajar a las minas de azufre, dónde no solo ha sido despojada de sus lujos y comodidades, sino que Kestrel está a punto de perder mucho más. Según pasan los días Kestrel empezará a perderse a sí misma entre los vapores de azufre, sus recuerdos se irán distorsionando y borrando y sin un modo de escapar, podría perderse para siempre.

Arin por su parte está centrado en la guerra entre Varoria y Herran. Ahora cuenta con la ayuda del pueblo Dracano y aunque siguen siendo minoría, novan a dejar de luchar. Además. Arin necesita olvidarse de Kestrel y una guerra es una distracción perfecta.

Todo cambiará para ambos cuando un mensajero llegué a Herrán para informar a Arin de que La polilla la sido apresada y aunque al principio no sepa que su espía misteriosa es Kestrel. Pronto se dará cuenta de lo ciego que había estado. Ahora Arin tiene dos frentes abiertos en los que centrarse.

Los personajes siguen siendo tan intensos como recordaba, Además, este nuevo libro, es el todo o nada, los protagonistas saben lo que está en juego y sacarán todo lo que llevan dentro.

Kestrel es el personaje que probablemente más cambios sufre en esta historia. Su encierro en la prisión la ha cambiado. Se ha perdido a sí misma y tendrá que hacer un esfuerzo maratoniano para recuperar su esencia, Pero a pesar de las lagunas que hay en su interior, hay cosas que están innatas. La cabezonería, el valor y esas mariposas en el estómago al pensar en Arin.

Arin está en este libro centrado completamente en la guerra. Sabe que debe luchar por su pueblo y que la derrota no es una opción. Está dispuesto a lo que sea necesario para obtener la victoria. No todo en la guerra es justo y lo asume. Pero hay algo que está por encima de su guerra y es Kestrel. Por ella está dispuesto a jugárselo todo.

Roshar es un personaje que ya conocemos en el libro anterior y que en esta tercera entrega gana mucho protagonismo. Será el compañero de armas de Arin y también el punto de locura de esta historia. Roshar es un personaje que me ha encantado y que da un toque de humor y frescura dentro de os horrores de la guerra.

En cuanto a los personajes secundarios, son todos viejos conocidos. El padre de Kestrel al mando de la guerra siguiendo las órdenes del cruel monarca de Valoria. Sarsine, Risha, Verex… todos ellos regresan en esta historia y todos ellos tendrán sus momentos.

En cuanto a la historia ¿Qué puedo decir? Me ha encantado de principio a fin. Es una final de saga maravilloso, muy a la altura de los anteriores libros. Empezamos con una primera parte en la que nos centramos más en los personajes, con Kestrel totalmente perdida, Arin intentando olvidarla y ambos sufriendo su mutua ausencia. Nos toca sufrir por nuestros protagonistas. Después nos encontraremos con problemas mayores cuando el general Trajan llega a Herrán y la guerra da comiendo. Entonces nos encontramos con una segunda parte centrada en las batallas, en la estrategia. Esta segunda parte nos mantiene en vilo a cada página. No podría haber sido más perfecto.

El ritmo es totalmente absorbente en esta última entrega de la serie. Tanto al principio cuando temes por Kestrel y nos por la relación de los protagonistas, cómo más tarde cuando nos encontramos de lleno, con los horrores de la guerra. La autora tiene una forma de escribir que te atrapa y los capítulos van pasando uno tras otros sin apenas darte cuenta. Es imposible dejar de leer.

Puedo deciros y bien alto, que esta trilogía ha sido una de las mejores que ha llegado a mis manos en estos últimos años. La historia de Kestrel y Arin desborda originalidad y además posee una mezcla perfecta de romance y acción a lo largo de los tres libros. No puedo dejar de recomendaros que os hagáis con esta trilogía.

En resumen, El beso del ganador es la conclusión perfecta para una trilogía que me ha enamorado desde el principio y que ha sabido entremezclar a la perfección la historia de amor de Kestrel y Arin con las intrigas de la guerra atrapándote desde la primera página. Recomendado al 100%.
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Ayer me terminé El Beso del ganador y cuando cerré el libro me quedé como flotando en un nube de felicidad de lo que me transmitió. Luego ya al comprender que había acabado la historia y tenía que abandonar a los personajes me entró un vacío existencial y la pena. Esta trilogía ha entrado en mi top 5 de fijo y lo ha hecho por la puerta grande.
Este libro es el cierre perfecto para la historia que hemos estado leyendo en los anteriores y tengo que decir que es mi favorito de la trilogía. La historia y los personajes te hacen estar en un momento de tensión absoluta y al siguiente estar riéndote o llorando. Te hace sentir muchas cosas distintas y en poco tiempo, pero no sé hace forzado, todo es súper natural.
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Con spoilers diré que Arin y Krestel han seguido con su tónica de romperme el corazón con algunas escenas, pero gracias a Dios ella recordó lo que sentía se lo confesó y tienen el final que merecen. Después de éstos dos, mi fav es Roshar, me alegro que haya sobrevivido y haya plantado cara a su hermana para hacer lo que a él le parecía bien, porque el también se merecía vivir en paz consigo mismo y feliz. Aunque me hubiera encantado que hubiera muerto el general entiendo la decisión de Arin de no matarle, no porque no lo merezca sino por el amor que siente por Krestel y saber que ella no le quiere muerto aunque diga lo contrario. El que si muere es el emperador y ojalá hubiera sido más lenta y sufriendo más para que sienta una mínima parte del daño provocado. Me habría encantado una escena final con boda porque sería lo más bonito del universo seguro. Pero esa última escena de los dos bajando a la sala ha hacer música juntos por primera vez me ha enamorado

Este fue el que menos me gustó de la trilogía.
Realmente esperaba mucho más y la autora tomó caminos que no me gustaron mucho. Además de un "plot twist" o "tropo" que no me gusta demasiado porque es MUY irreal y muy de telenovela mexicana/colombiana, etc. Fue simplemente para agregarle drama a la situación, porque parecía que la autora se había quedado sin ideas y necesitaba agregar algo de relleno.
El primer 60% del libro giró alrededor de ese suceso, donde no pasaba nada, la trama daba vueltas, no sabía hacia dónde iba o qué quería alcanzar o si realmente iba a alcanzar algo. Por un momento pensé que iba a dejar un final abierto donde no se cerrase ni terminase nada.
Además, hubo algo relacionado a Arin que WTF. O sea.
Pero, luego vino el 40% restante del libro donde finalmente comenzó a activarse todo. Acá podemos ver más de lo que los otros libros aportaban y gustaban tanto, mucha estrategia, guerra, y unas situaciones muy muy bonitas que era lo que estábamos esperando desde el primer libro.
Sin embargo, no todo es color de rosas (? Esta última parte tuvo muchas situaciones demasiado convenientes, muchas resoluciones demasiado raras y pensamientos que OH QUÉ COINCIDENCIA que se dio cuenta de lo mismo o que justo averiguó lo que estaban planeando los enemigos. Toda la situación de la guerra no me convenció mucho, pero pasó.
Creo que fue el libro más flojo de la trilogía, como si la autora quisiera terminarla lo antes posible y escribió todo apresurada.
El final me gustó, y fue un final bastante lindo para la trilogía.