- Repito la pregunta: ¿y eso es malo?
- Sí, porque no es real. Ojalá el resto del mundo fuera como San Francisco, ojalá pudiéramos cogernos de la mano en cualquier sitio sin que nadie nos mirara raro. Pero no es así, y si queremos que el resto del mundo cambie tenemos que vivir en ese mundo, hacer de la homosexualidad algo normal donde aún no lo es. Exponernos. Que nos vean. San Francisco es... un oasis al que no está mal ir de vez en cuando, y ojalá el mundo fuera como allí, pero... Es ficticio. Es de mentira.