Dickens conservaría la convicción de que la buena parte de los males de la sociedad británica podrían achacarse a los abogados.
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Dickens conservaría la convicción de que la buena parte de los males de la sociedad británica podrían achacarse a los abogados.
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El apetito que se recuerda no es igual al apetito que se experimenta. De hecho, para algunos esa es la broma cruel definitiva: alcanza la maestría, tras tanto esfuerzo invertido, marca casi con total precisión el momento en que la pasión se desvanece.
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La universidad es, después de todo, el lugar al que vamos a reinventarnos, a cortar nuestros lazos con el pasado, a convertirnos en la persona que siempre hemos querido ser y que no podríamos ser porque nos lo impedían otros que sabían lo que nos convenía.
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El destino se forja en momentos así. La curiosidad y el descubrimiento en maniqueo equilibrio con la desesperación y el autodesprecio. Escribir, como la vida misma, es difícil. mucha gente con talento de verdad tira la toalla cada día.
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Hacer que los fantasmas se desvanezcan no es lo mismo que imaginar un final feliz.
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Una trama no es una mera sucesión de acontecimientos: A seguido de B, seguido de C y seguido de D. En lugar de eso, es una serie de acontecimientos conectados por una relación de causa y efecto: A provoca B, que causa C.
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El que consideres la literatura como una vocación no te convierte en alguien especial, solo en alguien diferente. Y quizá no de una manera del todo halagadora. Después de todo, según dice la famosa cita de Samuel Johnson: "Nadie salvo un necio escribirá, si no es por dinero".
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Un simple cambio de tiempo verbal puede provocar bancarrotas y destrozar corazones.
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¿Quién escribió «Agnes Grey»?