My Dark Vanessa \ Mi Sombría Vanessa

¿Cómo sé reseña un libro como éste? le di un calificación de 3.5 estrellas porque no sé sí me gustó o no, pero esto no se debe a que sea un mal libro. ¿Es posible disfrutar un libro que nos incómoda, que trata sobre temas muy difíciles y cuyos personajes no son los convencionales?

Mi sombría Vanessa me ha generado un conflicto tremendo como lectora, ya que me es difícil decir “he disfrutado mucho un libro sobre el abuso sexual y la pedofilia”. Y es que de nuevo, vuelve a mí la pregunta, ¿se puede disfrutar verdaderamente de un libro sobre este tema? Creo que no. Y sin embargo es una historia que debe ser abordada en una época donde el tema por fin se ha visibilizado y muchas víctimas han alzado la voz y que se ha hecho de una buena manera en cuanto a obra de literatura.

Esta es la historia de Vanessa, una chica estadounidense que cursa la preparatoria en un instituto privado. Es una joven solitaria, con pocos amigos –algo que sus padres le reclaman porque les preocupa– y en general, bastante introvertida. Pronto, su profesor de literatura inglesa, Jacob Strane, comenzará a prestarle una atención especial, diciéndole que es una “estudiante única”, reconociendo su trabajo, invitándola a participar en ciertos grupos e introduciéndola a Lolita de Nabokov. No pasan muchos meses cuando Strane ha seducido a Vanessa y comienza una de las relaciones más enfermas y tormentosas de las que he leído en mucho tiempo.

Doce años después, Vanessa continúa siendo una chica solitaria, frustrada y, peor aún –en contacto con su profesor. de la época actual sabemos que Strane ha sido acusado por otras chicas de abuso sexual y que la preparatoria no se decide a iniciar una investigación. En este contexto, Vanessa es la única confidente de Strane y, de alguna manera retorcida, le considera inocente.

Los capítulos se mueven entre la época actual y el pasado, y de esta manera conocemos todos los detalles de la relación entre Vanessa y Jacob y la situación que ambos personajes enfrentan en el presente.

Ahora bien… éste ha sido un retrato durísimo sobre el abuso a menores, sobre el trauma de las víctimas y sobre las consecuencias psicológicas que permanece aún y cuando el abuso físico termine. Vanessa ha sido un personaje que me ha generado un conflicto terrible porque a pesar de ser la víctima, en ningún momento se reconoce como tal y, al no aceptarlo, comienza a llevar una vida mediocre, gris, llena de amargura y al mismo tiempo, terriblemente arrogante. Sin duda, esta actitud es consecuencia del abuso sufrido, pero, ni el paso de los años ni las otras acusaciones a Strane hacen que Vanessa cambie su forma de ver la vida. En ese sentido, me fue imposible empatizar con ella, con todo y que ella fue la víctima; pero creo que el fin de la historia no es que el personaje nos caiga bien o no, sino entender el daño causado por el abuso.

En este sentido, la descripción del abuso y la manipulación del depredador es también brutal y descarnada. Strane es uno de los personajes más siniestros que he leído, por su frialdad y su inteligencia para oler a sus posibles víctimas. Es claro que eligió a Vanessa porque notó su personalidad, su falta de amigos, sus silencios y supo que era la presa más fácil. Y de esta manera la “prepara” para el abuso –le dice que es la primera vez que siente eso por una estudiante, que sabe que está mal, que sólo hará lo que ella le permita. Y la relación continúa hasta que surgen rumores de ellos dos y Vanessa debe abandonar la escuela –y Strane sale bien librado porque ella se niega acusarlo. de esta manera, la relación enfermiza continuará por años, y con la distancia, aunque es obvio que ninguno de los dos tiene un sentimiento honesto por el otro.

Este aspecto de Vanessa también me intrigó enormemente –en ningún momento ella indica que se haya enamorado de Strane. Incluso, en ninguno de sus encuentros sexuales da alguna indicación que por lo menos lo haya disfrutado. Vanessa solo dice “yo lo permití, no soy una víctima, yo consentí” pero, al mismo tiempo, es evidente que jamás se sintió cómoda, ni feliz. No se trata de que Vanessa “idealizara” la relación, pero sin duda esto me generó un poco de, no sé, desconfianza ante el personaje porque, usualmente las adolescentes que llegan a tener relaciones con hombres mayores se crean una idea romántica sobre toda la situación. No deja de ser abuso, pero justamente esta idealización es la que hace que continúe. En el caso de Vanessa, el personaje es tan complejo –y probablemente sea síntoma de otros problemas – que nunca, ni antes, ni durante ni después de la relación con Strane, ella se siente feliz. Una capa más de la complejidad del personaje y de la situación.

Sin duda, Vanessa tenía todas las características que la hicieron la víctima perfecta pero, al mismo tiempo, una parte de su arrogancia no le permitió ver la realidad –ni cuando joven ni después de adulta. Y como dije, no se trata de juzgar –Vanessa es la víctima de un depredador y el abuso sufrido la marcó de por vida, a tal nivel que, por lo menos hasta el fin de la novela, no se permite admitirse el daño sufrido, ni se permite ser feliz. Esto eso, definitivamente, lo más terrible de todo.

Mi Sombría Vanessa es un libro que hace un retrato sobre el abuso sexual, desde el punto de vista de la víctima pero también del victimario y es una novela que no puede dejar indiferente a nadie. Quizá la única crítica que tendría es que a la mitad de la novela sentí que hubo varios personajes y acontecimientos que sentí innecesarios, pero justo leía una reseña que señalaba que eran elementos que aportaban aún más al retrato de una Vanessa dañada, rota –por ejemplo, la relación con su profesor de la Universidad. Analizándolo desde esta perspectiva, es cierto, y es que la novela presenta de forma descarnada de las consecuencias del abuso. Tampoco podré olvidar la escena en que la Vanessa adulta conversa con unas chicas adolescentes afuera de un bar y quiere ofrecerles ayuda, y no puede evitar pensar si ella también no estará atraída a chicas menores, tal como Strane. Es, verdaderamente, espeluznante comprobar el terrible daño que le causó y del cual, probablemente no haya punto de retorno ni recuperación.

Sin duda, una novela compleja, ambigua, pero que vale la pena leer ya que ofrece mucho material para reflexionar, pensar y actuar.