Tengo sentimientos encontrados con este libro. Por una parte, me ha hecho volver a la Barcelona de Daniel Sempere, Fermín y compañía, que ha sido como reencontrarse con viejos amigos. Pero por otra parte, me ha sabido a poco, me ha parecido que el final está escrito de forma apresurada y que no cierra la historia de la forma en que se merece. Aunque bien es cierto que no la cierra completamente, ya que deja una ventana abierta al siguiente libro, "El laberinto de los espíritus". Me arrepiento de haberlo leído? Para nada, me quedo con las cosas buenas y además me ha abierto el apetito para leer el siguiente. A pesar de sus fallos, pienso que es un libro que hay que leer para no perderse parte de la historia. |