El laberinto de los espíritus

Finalmente llegó la conclusión de la tan aclamada saga de El cementerio de los libros olvidados. Y no era para menos tanta expectación y espera: Zafón es el autor español más leído después de Cervantes.
Esta saga me cautivó desde La sombra del viento. de ahí seguí con El juego del ángel y El prisionero del cielo. La primera obra que les menciono es todo lo que me gusta encontrar en un buen libro: excelente narración con un estilo único, personajes emblemáticos, una ambientación sobrecogedora y una trama que se despliega hasta en las subtramas.
El laberinto de los espíritus continúa con su encanto a su manera. En esta ocasión Zafón presenta secretos del pasado, unas intrigas detectivescas de primer nivel y una protagonista que jamás olvidaré.
La narración en este caso, para mi gusto, ha bajado un poco de calidad. Ahora es más accesible y menos enrevesada –lo que a muchos les gustará-. Asimismo, los diálogos, exceptuando los de Fermín, son más directos y se evitan la redundancia.
En cuanto a la ambientación, esta Barcelona nos sigue embrujando con sus calles llenas de escarcha y olor a maldición. En sus más de 900 páginas se hace un recorrido más exhaustivo, complejo y completo. Ruiz Zafón hace gala de unos recursos literarios formidables a la hora de describir cada escenario que tienes la sensación de estar ahí, cosa que aplaudo.
Ahora, en temas de trama, llegamos a los defectos. Si bien es una trama que se sostiene con su suspenso, a veces éste decae y te deja divagando sobre a dónde se encausará la historia.
Lo que salva a la novela entera sin lugar a dudas es Alicia Gris. Una protagonista decidida, fuerte, con agallas y mucha fortaleza. A pesar de sus heridas es una mujer que se sobrepone y no se deja caer. Su búsqueda por la verdad a pesar de todo me cautivó y me dejó absorto.
Un punto que dejo a su criterio es que en esta entrega Zafón repite el tema de los escritores malditos, de los libros con orígenes fatales y destinos ruines.
En conclusión, lo que más me gustó de esta novela fue que el autor abarcó todos los personajes y todos los arcos de los libros anteriores sin dejar cabos sueltos. Además de la protagonista, la ambientación, las escenas de acción y los descubrimientos de los personajes se mantuvieron al nivel.


Espero que nos sigamos leyendo en las próximas entregas, ¡Saludos con Hermes!

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