A veces es mejor poner el cerebro a trabajar y agotarlo que dejarlo en reposo para que, cuando se aburra, le empiece a devorar a uno vivo.
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A veces es mejor poner el cerebro a trabajar y agotarlo que dejarlo en reposo para que, cuando se aburra, le empiece a devorar a uno vivo.
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Cuéntale al mundo nuestras historias y jamás olvides que existimos mientras alguien nos recuerda.
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Ocurrió una tarde en la que tenía el cerebro en estado líquido y empezaba a gotearme por las orejas.
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—Usted será quien usted crea que es.
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—Escribir es reescribir —me recordaba siempre—. Se escribe para uno mismo y se reescribe para los demás.
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Una historia no tiene ni principio ni fin, sólo puertas de entrada
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Una historia es un Laberinto infinito de palabras, imágenes y espíritus conjurados para desvelar nos la verdad invisible sobre nosotros mismos
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Permanecieron allí, contemplando el crucero atravesar el reflejo de toda Barcelona sobre las aguas del puerto y deshacer el mayor espejismo del mundo en una estela blanca
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El olor de la casa le abrazó como un espíritu viejo y malévolo que hubiera estado esperándole con ansia.
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Podía ver el aliento del párroco dibujar plegarias de vapor en el aire.
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¿Quién es autor del libro?