En las batallas perdidas, la última defensa es la indiferencia.
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En las batallas perdidas, la última defensa es la indiferencia.
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Jamás he sido de siestas. Lo mío es el insomnio elevado a arte. Cuando me muera ya me pondré al día en horas de sueño.
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Sin verdad no hay justicia, y sin justicia no hay paz.
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Uno es lo que recuerda.
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El aprender a diferenciar entre por qué hace uno las cosas y por qué dice hacerlas es el primer paso para comenzar a conocerse a uno mismo.
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En ocasiones la vida nos regala un ángel de la guarda.
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Uno solo es un héroe cuando comienza a tener miedo.
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Una guerra civil nunca es una, sino un amasijo de pequeñas o grandes luchas enquistadas entre sí.
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El juego de la infiltración es similar al de la seducción: el que pide permiso ha perdido antes de empezar.
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Si quiere un consejo, no se haga mayor. No conlleva ninguna ventaja.
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