Una historia no tiene principio ni fin, solo puertas de entrada
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Una historia no tiene principio ni fin, solo puertas de entrada
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No hay libros modestos sino ignorancias soberbias. P349
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... lo miraba todo con la nostalgia de un moribundo y la inocencia de un niño.
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Un padre nunca ve envejecer a sus hijos, y a sus ojos siempre se aparecen como aquellos niños que un día le miraban con veneración, convencidos de que tenía las respuestas a todos los enigmas del universo.
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Los juramentos eran un poco como los corazones: roto el primero, los demás resultaban pan comido.
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Uno solo es libre hasta donde desconoce la verdad
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Y a qué infiernos ha tenido usted que descender para asegurarse de que los inocentes pueden vivir en paz, o al menos en una plácida ignorancia?
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La verdad nunca es perfecta y nunca cuadra con todas las expectativas. La verdad siempre plantea dudas y preguntas. Solo la mentira es creíble al cien por cien, porque no tiene que justificar la realidad sino sencillamente decirnos lo que queremos oír.
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Un hombre se deja la vida escribiendo y al poco nadie recuerda sus palabras... - la literatura es una amante cruel que olvida con facilidad. P. 349 |
Es entonces cuando el cielo prende en un sauce de luz y los fuegos artificiales de la ceremonia de clausura congelan por un instante la noche de una Barcelona que nunca volverá.
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¿Quién es autor del libro?