No robarás

En “No mentirás” asistimos a la terrible obra de un asesino en serie que sembró el terror en la pequeña localidad alicantina de Mors. Han pasado siete años de aquello y el culpable está encerrado, cumpliendo condena. Pero no va a estar mucho más tiempo allí; ha diseñado un plan maestro para escaparse y así poder terminar el macabro plan que inició hace siete años y que no pudo terminar al ser arrestado.

Nicolás Valdés, el policía que lo detuvo, entonces novato y ahora uno de los mejores policías del cuerpo, se encuentra en Estados Unidos haciendo un curso de especialización con el FBI cuando recibe la noticia de la fuga. No ha podido olvidar al asesino de Mors, aún puebla sus pesadillas. Por lo que coge inmediatamente un avión para acudir a Madrid y encargarse de dirigir la búsqueda del asesino.

Ha sido un no poder parar de leer. Como ya me imaginaba, esta segunda entrega de la serie es tan adictiva y entretenida como la primera. Un libro que engancha muchísimo, que se lee con una facilidad pasmosa, que te tiene pendiente de sus páginas y no te suelta hasta llegar al final. Un final en que dices “aggg” y te dan ganas de agarrar a Blas y darle un sopapo (perdón si me lees pero es que dejarnos así es de muy mala gente )

Hay series en las que no pasa nada si se leen las entregas sin seguir el orden de publicación. No es el caso. Ésta hay que leerla, necesariamente, en orden. Y, a ser posible, más o menos seguido. Porque como son libros que se leen muy rápido (la propia trama así lo exige), no es fácil quedarse con ciertos detalles de la novela. al menos, no lo es para mí. Claro que me acordaba de “No mentirás” pero de ideas generales, se me habían olvidado muchísimos detalles, escenas, personajes… y no veáis la rabia que me ha dado. Por suerte, el autor va contando cosillas que nos traen a la memoria algunos de los sucesos de hace siete años pero, aún así, si podéis leer seguidas ambas novelas, haríais bien en hacerlo; creo que se disfrutarán aún más.

“No robarás” es un thriller policíaco muy visual. El estilo del autor, sencillo y muy directo, hace que puedas “ver” lo que narra, como si de una película se tratara. Sabe manejar la tensión, sin que haya pérdidas de interés en ningún momento. Tampoco de ritmo. La lectura resulta sumamente sencilla debido a la prosa utilizada –sencilla pero efectiva- y al hecho de que en todo momento te deja con ganas de saber más. Las páginas, así, no corren sino vuelan

La novela se estructura en cincuenta y un capítulos numerados de corta extensión. Capítulos sin titular que se inician con una mención del día, la hora y el lugar en los que transcurren. La novela comienza el día 14 de septiembre de 2016 y termina el 3 de octubre. La historia es narrada por un tercero omnisciente en tiempo real desde dos perspectivas: la del asesino y la del inspector de policía que lo busca.

Aunque ya sabemos desde el principio quién es el malo, no creáis que por eso la novela carece de intriga. En absoluto. El autor se las arregla para intrigar al lector metiendo otro personaje –del que, por razones obvias, no os voy a hablar- y tentándonos con los motivos por los que el malo actúa como lo hace. Quedaron pendientes cosas por descubrir en el libro anterior y en éste deberemos hacerlo. Por ello, la intriga es tanta como en el primer libro, si no más. El hecho de la doble perspectiva en la narración –asesino y policía- resulta muy interesante, al poder adelantarnos en todo momento a Nicolás pues sabemos lo que el malo está haciendo (más o menos)

Para terminar, decir que me han gustado las menciones a otros autores españoles de la "generación" de Blas. Sigo en las redes a Blas y a la mayoría de esos autores y ya sé que son amigos en esto de las letras. Encontrarme sus libros en la novela me ha hecho gracia e ilusión (César Pérez Gellida, Juan Gòmez Jurado, Bruno Nievas y alguno más)

Conclusión final

No puedo contar mucho más de este libro porque no es un libro para hablar de él sino para leerlo. Sólo os digo que, si queréis una lectura adictiva para estos días tan raros que estáis viviendo, este libro es una magnífica opción. Pero, si no habéis leído “No mentirás”; yo os aconsejaría empezar por él. Leer los dos de tirón puede se una experiencia fantástica.
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