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El primero me hizo dudar al ser demasiado espiritual, pero al menos tenía ideas buenas e interesantes, este para mí es un no. He estado a punto de dejarlo varias veces, y eso que es corto y que lo he oído en audiolibro, si no, no hubiera aguantado tal chapa. Es básicamente un resumen de los 4 acuerdos, redundando en los mismos conceptos y explicaciones ya innecesarias, para finalmente llegar a un quinto, correcto, pero sin más. Tiene alguna cosa salvable pero vuelve a ser muy místico, con mucha presencia de dios en el texto, aludiendo a la “magia”, y casi lo peor, simplifica mucho la existencia humana y su problemática, casi culpándonos por no saber ser 100% felices y puros. Diría que tiene menos ejemplos que el anterior y por eso quizás se queda cojo, además de ser muy repetitivo, los acuerdos son más sencillos de lo que quieren hacernos creer los autores y no hace falta ser tan pomposo. En resumen, el primero es mejor (sin tirar cohetes) y este es totalmente prescindible. |
DESCUBRE EL NUEVO LIBRO DE DON MIGUEL RUIZ Y BARBARA EMRYS, EROS.
Imagina que el amor no fuera lo que te han contado...
Imagina que tuvieras a tu alcance la energía de creación más pura e inagotable...
Todos creemos saber lo que es el amor. Nos lo dicen las canciones, las comedias románticas, los relatos que nos han contado desde la infancia. Asociamos el amor con un anhelo desesperado, con rupturas y despecho. Aceptamos abrir el corazón, siempre y cuando el otro cumpla nuestras condiciones. ¿Cómo superar los hábitos de toda una vida y descubrir un amor más puro y generoso?
Don Miguel Ruiz, uno de los líderes espirituales más influyentes del mundo actual, brinda a los estudiantes del misterio un nuevo camino de conocimiento para que puedan trascender la idea del amor que nos ha sido programada. Mediante el poder transformador de la conciencia y la atención, aprenderemos a ver más allá de los relatos aprendidos para experimentar la alegría de amar sin expectativas. Cuando la vida está llena de amor nadie puede regatear con nuestro corazón. No sentimos la necesidad desesperada de ser adorados y valorados, porque somos la fuente misma del amor. Y la vida, esa fuerza enigmática, deja de ser una adversaria para convertirse en nuestra más íntima cocreadora y aliada.
