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Ha sido una historia súper interesante y también ha sido una delicia que lo haya narrado el propio Javier Ruescas: la emoción en la voz, la entonación, la velocidad cuando pasaban cosas e incluso los sonidos de fondo y el realismo con el que se le dota al ser grabaciones del propio protagonista... una absoluta pasada. Aunque nunca me suelo leer las sinopsis, sí que me gusta curiosear las opiniones de la gente antes de embarcarme en una historia y, lo más curioso que me ha parecido, es que apenas ninguno de los lectores mencionaran la verdadera trama, aunque sea algo que se conoce desde el principio, pero creo que justamente ese toque, el ir totalmente a ciegas, sin saber siquiera quién es el protagonista y dejarse llevar por ese curioso título es lo mejor. Es más, el propio título proporciona ideas con las que el autor juega y crea una historia muy intrigante. Teniendo esto en cuenta, en realidad no quiero comentar mucho más porque cualquier pequeño detalle ya sería introducirme en los primeros capítulos o la razón de ser de la personalidad de su protagonista, así que solo quiero decir que Oliver me ha parecido un protagonista super tierno y dulce, de esos que, cuando él sonríe y se emociona, el propio lector no puede evitar reaccionar de la misma manera, creando una conexión cada vez más fuerte entre el que está escuchando su historia y el personaje. Hay algunos secundarios, son importantes y algunos incluso llegan con sorpresas, pero ninguno de ellos ha conseguido captar tanto mi atención, supongo que quizás porque toda la narración es de parte del protagonista y de cómo lo ha visto todo y lo ha sentido, pero han sido más como un ruido de fondo. Es una historia ágil y sencilla, pero también para reflexionar acerca de diversos temas, esos "detalles" de la situación actual me han parecido un punto de conexión perfecto y el desenlace, aunque me hubiera gustado que pasase de otra manera, me ha gustado esa forma de atar los cabos. |
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