Aya no solo me enseñó a leer y a escribir. Me enseñó a soñar. Y me convenció de que podía llegar tan lejos como me plantease; que las cosas pueden cambiar. Eso es lo que deberían enseñar en las escuelas.
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Aya no solo me enseñó a leer y a escribir. Me enseñó a soñar. Y me convenció de que podía llegar tan lejos como me plantease; que las cosas pueden cambiar. Eso es lo que deberían enseñar en las escuelas.
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—Aya no solo me enseñó a leer y a escribir —añadió Duna—. Me enseñó a soñar. Y me convenció de que podía llegar tan lejos como me plantease; que las cosas pueden cambiar. Eso es lo que deberían enseñar en las escuelas.
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Era costumbre en todo el continente que quien fuese a gobernar un reino compondría durante la noche anterior a su coronación una poesía llegada de la inspiración divina y susurrada por las musas
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Por eso las guerras más mortíferas se libraban en las bibliotecas; entre libros y estanterías, con una pluma como espada y la tinta como sangre. Pues aquel que desentrañara los laberínticos significados de las Poesías Reales lograría, tarde o temprano, hacerse con el poder de los reinos.
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No lo busques ni lo calcules, Cinthia. El amor de verdad no entiende de mapas ni de caminos. Se encuentra de repente. Y solo llega si tiene que llegar. Y no tengas miedo a estar sola porque entonces escogerás por la peor de las razones.
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_ Cada persona desprendemos una energía única _ explicó _ . Dependiendo de cómo sea la persona en cuestión, su energía tomará una forma u otra, será más o menos intensa y de unos colores concretos. Esa energía emitida es invisible para el ojo humano...
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?