Rialto, 11

“Se anhela lo que nunca se ha tenido y se añora lo que se tuvo y se perdió”.

Muchos de los que amamos los libros hemos pensado en algún momento de nuestras vidas en que nos gustaría ser libreros. Belén Rubiano dio ese gran paso existente entre pensarlo y hacerlo. Rialto, 11 es la historia de un sueño sin final feliz, pero en el que cada día fue vivido intensamente.

Me ha parecido una lectura agradable que se hace amena porque las anécdotas se van sucediendo mediante capítulos muy cortos, de tal modo que si alguna resulta menos interesante enseguida llegas a la siguiente. Recuerdo que Diario de un librero también hablaba sobre el día a día de una librería, pero lo hacía con más sobriedad y sin la chispa que sí tiene Rialto 11.

Quizá me ha faltado encontrar un hilo conductor que uniese cada capítulo, una salsa que integrase los sabrosos ingredientes, un todo que fuese algo más que la suma de sus partes, pero me quedo con lo positivo. Me quedo con la capacidad de la autora para mirar al pasado asumiendo sus errores y valorando lo que tuvo.

Precioso homenaje a las librerías y a la profesión de la librera. Lo mejor, en mi opinión, es que no tiene envoltorio de caramelo. Cero edulcorado, con altas dosis de realidad y de ironía.

Las historias de Rubiano nos meten de lleno en lo que se puede vivir en cualquier pequeña librería de barrio.

Ojalá continúe escribiendo, porque lo hace muy bien.

《Si leer no hace más feliz, sí nos hace más sensibles, respetuosos y gentiles, que no es poco.》


No estamos ante una historia con final feliz, como ya nos podemos imaginar al leer el título. Pero es tan bonito leer a Belén y su pasión por los libros y por su librería que la sensación que te deja es maravillosa.

Su forma de narrar es tan sincera y divertida que te atrapa. La cercanía con la que nos confía los errores cometidos nos hace cómplices de sus vivencias. Y las situaciones que describe me han hecho soltar más de una carcajada, sobretodo gracias a la señora de Burgos, que regentaba la librería en la que Belén trabajó antes de lanzarse a abrir la suya. También me he emocionado, sobretodo con el final.

He estado muchas veces en Sevilla, mi hermana estudió allí, tengo amigos allí y yo misma he tenido que ir muchas veces por trabajo. Conozco la Plaza de Rialto, aunque no tuve el gusto de conocer la librería de Belén, pero estoy deseando volver y la Plaza de Rialto será de visita obligada.

Yo siempre he soñado con tener una librería y algún día cumpliré mi sueño, aunque como Belén, tenga que despedirme de ella, pero habrá sido MI LIBRERÍA y lo será para siempre.

Simplemente maravilloso
Lo que vais a encontrar es una historia de amor entre Belén Rubiano y su Preciosa Libreria de estanterías a medida y paredes de azulejos exquisitos, una historia de amor entre Belén Rubiano y su sinfín de personajes, a cada cual más curioso, que formaron parte de su aventura como librera, para bien y para mal; una historia de amor entre una librera y su librería de ensueño; una historia de amor cuyo final es lo menos importante.
En este devenir de personajes curiosos de Sevilla que llegan a pasar por esta historia, sin lugar a dudas Belén sería la más peculiar, humor ácido y vibrante que nos tiene siempre pendientes de cuál será la próxima que le va a pasar…

Libro cuidado al detalle, pero con la frescura de quien te cuenta una anécdota que se te hace muuuuy corta, quieres seguir descubriendo un poco más, que no acabe.
Una lectura más que recomendable, aún no lo sabes, pero necesitas leerlo.

Frase: “ Se anhela lo que nunca se ha tenido y se añora lo que se
tuvo y se perdió.”
Bravo Belén por tu valentía, la de perseguir tu sueño y apostarlo todo para conseguirlo, y tú valentía posterior de contarlo al mundo.

Me pregunta una amiga qué libro le puedo recomendar, que no sea «ni de romance, ni de sexo, ni de asesinatos», que de eso ya tiene mucho en el trabajo. «Que esté bien escrito, pero que no sea un ensayo, que no tengo tiempo que perder con el diccionario». Y le hablé del libro que acababa de terminar y que me había enganchado, con esa manera tan próxima como cuidada que tiene de conectar con el lector Belén Rubiano.

En Rialto, 11 (Libros del Asteroide, 2019), comparte con nosotros, de tú a tú, su experiencia desde que se inició como librera en una cadena sevillana, hasta llegar a dirigir su propio negocio: la librería Rialto. Conocemos la magia del momento en el que se encuentra el lugar perfecto, de todas las cuestiones a tener en cuenta en este sector- incluidos los inquilinos de sus estanterías-y de toda la logística que resulta obligatoria en la gestión de una librería. Todo ello hilvanado -o hilvanando- anécdotas maravillosas, hasta el punto en el que «entendía que Dios me necesitara para entretenerse».

Es este un libro para amantes de las librerías, de los libros y de los sueños. Sí, de los sueños. Porque, a medida que Belén vaya compartiendo su aventura contigo, volverás la vista atrás y te preguntarás qué sucedió con los tuyos. ¿Trataste de hacerlos realidad? Quizá no salieron como esperabas, pero lo realmente importante es que los abordaste con valor y guardas mil batallas que aún te emocionan. Que aún te hacen sonreír. Y aquí sigues, tal vez soñando diferente, pero sin que te abandone la ilusión. A nosotras nos ha encantado este naufragio. ¿Qué te parece a ti?
Enlace: https://www.instagram.com/mi..

Tras una lucha encarnizada en las votaciones del club para la lectura de octubre, salió finalmente ganadora esta obra de Belén Rubiano. Debo decir que no me disgustó el resultado final, pues he podido leer novelas buenas bajo el sello de los Libros del Asteroide.

Esta no es una novela de ficción, son pequeñas anécdotas que salpicaron la vida de la librería sevillana, sita en un hermoso edificio de la ciudad andaluza.

Si bien algunas de estas historias me parecieron tiernas, me dio la sensación que se habían soltado sin ton ni son a lo largo de las páginas y me faltó cierta armonía. No está en forma de relatos sueltos, pues los une la lucha por mantener la librería abierta. Tampoco es una narración continua, pues supongo que se pretendía relatarlo como si de retazos sueltos de la memoria se tratasen. Sentí esta obra como un patchwork cuyos retales no acababan de encajar.

Bien es cierto que la historia "real" que tenemos detrás puede resultar interesante, pero en vez de tocarme la fibra sensible con sus desventuras, nuestra librera simplemente me hizo sentirme un hombro en el que llorar. Aunque no ha conseguido que terminara de empatizar.

Con todo, estoy segura que a muchos lectores sí que les llega este triste homenaje a la vida y muerte de tantas librerías. Se intuyen además ciertos toques de humor, a veces sarcástico, a veces espontáneo, aunque a menudo tampoco me llegaron.

Me encantan los libros que van sobre librerías. Así que conocía y tenía muchas ganas de leer Rialto, 11. Antes de adentrarme en sus páginas, imaginé una descripción alejada del romanticismo habitual con el que se asocia este a negocio; por ello, la obra se centraría en desmenuzar la cruda realidad de tener una librería. Por supuesto, con una especial fascinación por este lugar habitado por libros. Y, efectivamente, no me equivoqué. Ser autónoma, emprendedora y rodearte de amistades que también lo son, te hacen conocer la cruda realidad. Es imposible permanecer indiferente a la multitud de trabas que Belén Rubiano encontró para llevar a buen puerto un propósito tan noble como vivir de una librería. Si bien debo confesar que, en algunos momentos de la lectura, me produjo cierto hartazgo todo lo que le ocurre por su excesiva bondad e ingenuidad... Hay lucha, trabajo y fe en la andadura de esta librera y, desde la lectura de este libro autobiográfico, cuenta con mi total admiración.

«Allí aprendí una lección que no supe valorar como hubiera debido hasta cerrar la mía propia. Las librerías no son un negocio, puesto que no tienen una rentabilidad económica que las haga merecedoras de ese título, pero están sometidas, sin embargo, a las mismas lesiones monetarias y tributarias que otros comercios. Pagas alquiler, suministros, mantenimiento, consumibles, impuestos, sueldos, seguros sociales y un número inagotable de gastos a cambio de un mísero treinta por ciento en el mejor de los casos».

La autora de este libro nos cuenta como consigue realizar su sueño de tener su propia librería pero al mismo tiempo, al inicio de la novela, sabes como va a terminar.
Se basa prácticamente en contar anécdotas de una librera, que para los amantes de los libros es un sueño, pero que no deja de ser un negocio, con todo lo que ello implica, nos da mucha pena que se cierren librerías, pero no nos da pena que se cierren peluquerías, imprentas, ferreterías o talleres mecánicos.
Es muy entretenida porque cuenta los entresijos de una librería algo que los lectores no conocemos, como por ejemplo, como se hacen los pedidos, como se mueven las grandes editoriales, el daño que ha hecho internet a este tipo de negocios, y a otros muchos, por cierto, a pesar de estar contado de una manera muy sencilla, amena y en algunos casos divertida, no deja de ser una tragedia el tener que cerrar un negocio que con tanta ilusión y esfuerzo se ha abierto.
Es muy recomendable si os gusta saber como funciona por dentro una librería y el mundo editorial. Desde luego si lees este libro se te quitan las ganas de montar una librería.

"Rialto, 11" es la historia de Belén; desde su experiencia como librera en una cadena sevillana durante varios años, hasta el momento que decidió abrir y dirigir su propia librería: la librería Rialto. En sus páginas, nos habla de primero de sus inicios: de cómo logró hacerse un hueco en una librería cuya dueña era reacia a contratar mujeres. Esos años, llenos de anécdotas y horas extras de trabajo fueron para ella la base sobre la cual, años más tarde, levantaría su propia librería.

Me ha encantado este recopilatorio de anécdotas que van desde la búsqueda del local idóneo, la logística de los pedidos y el trato con las editoriales, hasta bregar con el día a día y los clientes, que echarán para atrás (o animarán todavía más) a todo aquel que haya pensado alguna vez abrir una librería, o un negocio cualquiera.
En varios momentos del libro, Belén nos cuenta que “entendía que Dios me necesitara para entretenerse”, una afirmación que seguro todos hemos pensado en más de una ocasión. En la vida hay momentos en la que nos sentimos marionetas de la suerte y el azar, y en estos momentos no hay más que dejarse llevar. El estilo de Belén para contar esta época de su vida mediante reflexiones y autocrítica es sincero y directo, hablando sin tapujos de las decisiones que tomó y que ahora, con la perspectiva de los años, resultaron poco acertadas. El tesón, el humor y la inteligencia han hecho que esta se convierta en una novela que debes leer como amante de los libros.
Enlace: https://www.instagram.com/p/..

Si te gustan los libros y las librerías, en Rialto 11, Belén Rubiano habla de ellos con un cariño profundo.

Rialto 11 da nombre a la librería que montó la autora en Sevilla y que desgraciadamente cerró. Una librería que por la descripción debió ser preciosa: chiquita, con azulejos bonitos y techos altos, con libros seleccionados probablemente con buen gusto y una pizarra donde escribía frases reseñables de libros que Belén iba leyendo.

Es una pena que tuviera que cerrar, que naufragara como ella dice. Pero da una lección de como perseguir sueños en esta vida.

La manera de narrar es divertida y ya solo por el hecho de que un libro te mantenga con la sonrisa permanente en los labios, creo que merece mucho la pena.