Detrás de un beso

Después de haber leído las dos anteriores entregas, tenía muchas ganas de leer esta historia, y debo deciros que me ha parecido la más bonita de las tres, y eso que las dos anteriores me encantaron, el listón estaba muy alto y Adriana ha sabido superarlo con creces.

Detrás de un beso es la tercera y última entrega de la trilogía Whitechapel de Adriana Rubens que llega a nuestras manos publicada por la editorial Vergara. Es una novela que se puede leer de manera independiente, no es imprescindible haber leído antes las dos anteriores, pero yo sí lo recomendaría, sobre todo Detrás de tu mirada, donde podemos conocer parte de la historia de Joshua y comprender mejor por lo que ha tenido que pasar.

En esta entrega se confirma lo que ya sospechábamos desde la primera entrega y que la autora nos confirmó en el epílogo de la segunda, Jack Ellis en realidad es Jacqueline Eleanor Darcy, que se oculta bajo la apariencia de un chico para sobrevivir en el barrio de Whitechapel.

A sus trece años Jacqueline pierde a sus padres en un accidente y queda a cargo de su hermano mayor. Una noche es sorprendida espiando una de las fiestas que da su hermano, lo que se verá culminando en el asesinato de su hermano y con Jacqueline escapando de su asesino por las calles de Whitechapel para salvar su vida. Una vez allí conocerá a Frances, la cual la tomará bajo su cuidado y le aconsejará ocultarse bajo la identidad del pilluelo Jack Ellis para protegerse de las personas que la buscan.

Joshua Richmond, vizconde de Ayden e hijo pequeño del duque de Bellrose está pasando por su peor momento. El que había sido un respetado médico dedicado al cuidado de los más pequeños ha sido acusado de la muerte de la mujer que amaba y la sospecha de que pudiera ser Jack el Destripador ha manchado su reputación. Aunque Connor consigue demostrar su inocencia la duda siempre queda y la sociedad no olvida. Después de su salida del calabozo el comportamiento de Joshua se irá tornando cada vez más extraño y se irá alejando cada vez más de su familia hasta el punto de que, preocupados por él y sabiendo que necesita un nuevo asistente, contrataran a Jack Ellis para vigilarlo, así mataran dos pájaros de un tiro, ayudarán a Jack que está en el punto de mira de un ratero de Whitechapel y a su vez este podrá vigilar a Joshua para averiguar que es lo que está pasando con el doctor. Desde hace tiempo ha empezado a consumir láudano pero él es médico y sabe lo que hace por lo que se niega a reconocer que tiene un problema, pero la adicción va haciendo mella en él siendo poco más de que una sombra del hombre que fue.

El romance entre la pareja no lo vamos a ver desde un primer momento, es algo que se irá dando de manera paulatina, pues Jack al comienzo desprecia al doctor por su adicción, pues teniendo todo lo que se puede desear en el mundo lo hecha a perder alejando a todos los que se preocupan por él. Pero la convivencia hará que se vayan conociendo y dará paso a la amistad y la confidencia entre ambos, haciendo que Jack poco a poco cambie su manera de ver al doctor y terminé enamorada de Joshua a pesar de no ha sido sincera con él. Por su parte los sentimientos que Jack despierta en Joshua le confundirán y le harán plantearse su sexualidad llegado el momento.

La historia se divide en dos partes, una la de Jack y el doctor (antes de que se descubra que Jack es una chica) y otra más personal entre Jaqueline y Joshua.

Jack es una mujer inteligente, fuerte y valiente, ha vivido los últimos años en Whitechapel donde ha tenido que hacer lo necesario para sobrevivir pero sin perderse a sí misma. Aunque la vida ha sido dura con ella no se ha rendido y ha tenido la suerte de ir conociendo a buenas personas que han hecho que su vida no vaya por mal camino.

Joshua es un hombre atormentado, lleva una enorme carga en sus hombros que lo llevará a caer en la adicción, algo que se niega reconocer pues piensa que puede controlarlo. Tiene una familia que lo adora pero a la que mantiene alejada. Sus pacientes lo son todo para él y no siempre sabe procesar el fracaso en su profesión.

Este libro se centra más en los personajes, aunque sin dejar de lado la realidad social que los rodea. En este nos centramos más en el tema de la mortalidad infantil y la adicción al opio, tan popular en la época, contra la que nuestro protagonista tendrá que luchar.

Me ha gustado mucho el guiño que la autora hace a Peter Pan, en los personajes de Peter y Wendy, cuando he visto los nombres de sus personajes en ese hospital se me ha puesto una sonrisa en la cara y es que nuestro doctor trabaja en el hospital Great Ormond Street Hospital al que J.M. Barry regaló los derechos de su historia.

La historia de Jack y el asesinato de su hermano llegado el momento darán el punto de suspense y misterio a la historia.

El libro tiene trescientas setenta y seis páginas divididas en prólogo y dos partes (con un total de sesenta capítulos entre ambas) más un epílogo, no os asustéis por la cantidad de capítulos la lectura se hace tan amena que antes de que te des cuenta lo habrás devorado como yo, que me ha durado menos de un día.

Al igual que comenté en los dos anteriores la documentación para la ambientación de la historia es excelente se nota el trabajo de documentación que la autora ha realizado en ella. Adriana nos enamora con unos personajes muy reales con sus virtudes y sus defectos que los hacen humanos.

Detrás de un beso es un excelente desenlace para una trilogía llena de amor y emociones, con un par de protagonistas adorables que te enamoran desde el comienzo y que me ha convencido por completo.
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