Harry Potter y el prisionero de Azkaban

Este es mi libro favorito de mi saga favorita, así que pocas serán las palabras para expresar lo mucho que significa para mí esta historia.

En este tercer libro podemos ver como la historia madura. Nuestros protagonistas están entrando en la adolescencia y descubren que en el mundo hay mucha más oscuridad de lo que parece. El escape de un asesino de Azkaban hará que los dementores, horribles criaturas que se alimentan de los momentos felices, aparezcan en Hogwarts por lo que no tendrán una estancia fácil en el castillo.

Es un libro en el que suceden muchísimas cosas que me han encantado. He disfrutado con su lectura de principio a fin gracias al misterio que ronda alrededor de Sirius Black, la visita a Hogsmade, los partidos de quidditch, la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas y las mil y una sorpresas que ocurren en los capítulos finales, en los cuales no he podido parar de leer. Esta es la octava vez que leo el libro y, aún así, no he podido soltarlo. Son capítulos frenéticos llenos de descubrimientos.

Además en este número aparece un personaje que vale realmente la pena: Remus Lupin. Un gran y misterioso personaje que tratará a Harry y el resto de los alumnos con amabilidad y dará clases de Defensa contra las Artes Oscuras muy interesantes. Para mí el mejor profesor que ha pisado Hogwarts.

Jamás me cansaré de recomendar su lectura. Jamás.
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