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Sexto libro de la saga Harry Potter y, sin duda, uno de mis favoritos. Si en el anterior ya veíamos que la historia se tornaba más adulta, aquí ya podemos darlo por hecho. Nuestros protagonistas ya no son unos niños y eso se refleja de diferentes formas. Por un lado, el más divertido de este libro, vemos como son puros adolescentes y sus hormonas y "enamoramientos" se reflejan más que nunca. Los personajes se empiezan a preocupar por las parejas y el romance, lo que da pie a muchos momentos divertidos pero también a mucha tensión y enfados entre ellos. Por otro lado, el más duro, podemos ver como la historia se está haciendo cada vez más oscura y los protagonistas, en especial Harry, deben enfrentarse a cosas más duras y peligrosas. La razón por la que este libro es uno de mis favoritos se debe a que en él descubrimos muchísimas cosas sobre Voldemort. Nos adentramos en la vida del villano y vamos descubriendo poco a poco cómo ha llegado a ser quien es. Esto siempre me ha resultado muy interesante porque así te das cuenta de que es un villano complejo. Además, durante toda la historia hay mucha intriga y giros sorprendentes para llevarnos a un final desolador. Los últimos capítulos, a la vez que frenéticos, dejan una sensación de vacio. Nada volverá a ser lo que era, todo ha cambiado y no precisamente para bien. Tras pasar la última página solo puedes sentir desolación e incertidumbre por lo que queda por venir... |
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