En esta última entrega la gran batalla se acerca. Pero Harry debe ocuparse de buscar los horrocruxes para debilitar así a Voldemort. Hermione y Ron son los que lo acompañan en la misión. En este recorrido se nota muchísimo la tensión, el miedo y el desconcierto. La autora logró que podamos palpar el cierre y sentir que el final se acercaba. En la búsqueda por debilitar al gran enemigo de Harry, los tres amigos emprenden una aventura y a diferencia de las anteriores, estas eran muy arriesgadas, de vida o muerte. Una vez más comprobamos que Harry no sería nada sin Hermione. Está bien, sin Ron también. Juntos logran hacerle frente a lo que sea que se les puso por delante, hasta los que quisieron poner en duda si su misión valía la pena o no. . Otro de los escenarios es la gran batalla en Hogwarts. La realidad es que quedé muy sastifecha en cómo la autora narra la batalla y la importancia que le da a Luna y Neville, personajes favoritos de muchos lectores. Lloré como loca con varias muertes. Sobre todo porque había varias que no me había spoileado (yo estaba segura que ya me había spoileado todas) y me tomaron por sorpresa. Y no solo lloré sino que también me enojé. Porque creo algunas se podían omitir (o cambiar por otras) but quién soy yo para decidir quién muere. . Por otro lado, hubo una escena que no entendí o no ví como una escena necesaria. Pero da igual, no cambia en nada mi noción sobre el libro. Disfruté mucho este final emocionante. |