No oigo a los niños jugar

Nuestra seguridad, como la del resto de la gente dependía del entorno que nos ofreciera esa sensación de inmunidad que todos buscamos y, para nosotros ese entorno había dejado de ser el mundo habitual.

Siempre se echa de menos a las personas queridas, pero se debe aprender a vivir sin ellas; sin olvidarlas, pero sin tenerlas al lado

Los que más daño te hacen son las personas a las que más quieres, porque ese dolor no tiene cura.

Yo no quiero terminar con todo, yo solo quiero que piensen que estoy loca, y sí, quizás lo esté. Pero me renta. ¿Sabes por qué? Porque la gente teme la locura. Los locos les damos miedo, somos una amenaza, casi como una agresión constante.

La gente tema la locura. Los locos le damos miedo, somos una amenaza, casi como una agresión constante.

Sobran las palabras cuando la ciudad duerme y nosotros vivimos.

No sé por qué hay que dejar de querer a una persona solo porque se ha muerto. Sobre todo, si era cien veces mejor que los que siguen viviendo.

Los ojos de muerto son como los de esos cuadros en los que, te pongas donde te pongas, siempre te miran de frente.

El auténtico silencio se produce cuando eres incapaz de percibir tu propio ruido

Los que más daño te hacen son las personas a las que más quieres porque ese dolor no tiene cura.