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He terminado esta novela experimentando sensaciones encontradas; por un lado me encanta la dulzura y candidez de Auri, sus valores, sus emociones y cómo las expresa, creo que es un personaje muy rico, increíblemente bien ideado, pero por otro lado tengo la sensación de haber estado leyendo durante ciento cincuenta páginas únicamente cómo esta chica se dedica a cambiar las cosas de sitio constantemente. Un libro que me ha parecido más un ejercicio literario que una novela, recomendable si se han leído los dos libros publicados de la saga de Kvothe y se añora un poco su mundo, pero si no se disfruta leyendo novelas, digamos, atípicas, probablemente este no sea el mejor libro. |
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