El temor de un hombre sabio

El secreto consiste en concentrarte en lo que estas haciendo.

Yo no era un caballero, sino un ladron.

La primera noche fue muy educado. Hasta gracioso. La segunda noche, lo fue un poco menos. La tercera noche comenzó a avasallarme. Despues, las cosas se pusieron feas. 

¿Por que los hombres buenos son tan idiotas con las mujeres?

Yo y cualquiera con oidos para oirte. Cualquiera con ojos para verte te contrataría

Si no tuvieramos nombres con sonido impresionante para las cosas, nadie nos tomaría en serio.

Juegan a muerte, y se te quedaran hasta la sangre.

Por los viejos amigos que merecian algo mejor de lo que tuvieron.

No quisiera parecer atrevido. Yo no lo conocia como vosotros. No lo suficiente para el primer brindis pero quizas si para el segundo.

Dijo cosas que me hicieron sudar. Dijo cosas que me produjeron nauseas. Dijo cosas que yo ignoraba que fuera posible decir.