El lamento de Portnoy

⚠️ADVERTENCIA: señor lector, si usted se considera persona recatada, que valora fuertemente las formas, la pulcritud y la decencia, y sobre todo, si considera que el sexo explícito y el lenguaje soez no son compatibles con la "verdadera literatura"... pues siga de largo porque este no es su libro😅. "El mal de portnoy" tiene escenas subidas de tono y palabras vulgares como para hacer dulce. Creo que durante el relato hay unos 10 sinónimos distintos de la palabra pene y uno más pintoresco que el otro. Para que se haga una idea, señor lector, el segundo capítulo se titula, y cito textualmente, "las pajas", tiene como 50 paginas, y sip, se habla laaargo y tendido sobre el tema.
Ahora, señor lector, antes de que esté usted a punto de quemar al pobre librito de Philip roth en la hoguera, al grito de " Esto solo es pornografía!!🧐", solo quisiera aclararle que en realidad el alto contenido sexual ( y sí, lo admito, es demasiado) tiene su razón de ser. El libro es un monólogo de un tipo que está en la consulta del psicoanalista,  al que le está relatando todas sus fantasías eróticas. Lo que Alexander Portnoy alega, es que él está obsesionado con el sexo más que nada por todas las prohibiciones con las que fue criado en el seno de una familia típicamente judía, con la icónica madre judía castradora, que no para de prohibirle placeres para asegurarse de que él sea un buen judío. El tema es que cuánto más le prohíben, más le gusta. Y encima el pobre tipo después se siente culpable. Por qué? Pues porque a pesar de todo,  no deja de ser un judío y de la culpa judía nadie escapa con vida.
Asi que, señor lector, el sexo viene a cuento y es coherente con el relato. Ya lo sé, para usted es una indecencia, es chabacano y poco erudito. Lo sé. Pero le aviso, que si lo quema sin leerlo, se pierde una oportunidad única, que no ocurre tan frecuentemente en la literatura: SE VA A REIR. El libro es divertidisimo!!! Y aunque tenga un lenguaje soez, no deja de ser un humor inteligente que sale de las mismísimas entrañas de un hombre que tiene una virtud inigualable: sabe reírse de sí mismo. Y por si fuera poco escribe realmente bien. Así que, yo que usted, voy guardando los fosforos y y empiezo a buscar los anteojos. Me lo agradecerá después😌...( bueno, es probable que se indigne y que me putee en arameo, pero nadie le quitará lo bailado).