Tenía curiosidad de leer algo de este autor después de leer algún comentario y de conocer que había mantenido una relación de amistad, incluso alguna pequeña cooperación con Stefan Zweig. de hecho el prólogo está escrito por la mujer de Stefan, Friderike. En dicho prólogo nos corrobora esa buena relación y nos habla de los problemas de Roth con la bebida a raíz de que su mujer enloqueciera y otra serie de problemas. Curiosamente aparece en este libro y es uno de sus más famosos relatos: La leyenda del santo bebedor, historia de un personaje que tiene tendencia a beber demasiado, donde concluye con una alusión general a los bebedores y se da por incluido. En el primer relato nos presenta a Anton, desde joven modelo ejemplar de estudio y dedicación, con gran capacidad para irse situando social y laboralmente pero con una preocupante falta de sentimiento, que trata de que pase desapercibida por las personas que le rodean. Su única ambición es conseguir una buena posición en la sociedad y adolece de escrúpulos. En Barbara, el segundo, se muestra la vida de esta mujer con escasa fortuna en la vida, pierde a sus padres siendo muy joven, se casa y al poco tiempo queda viuda. Todo su mundo queda reducido al empeño en sacar adelante a su hijo aún a costa de los mayores sacrificios. La leyenda del santo bebedor es la historia de un hombre en horas bajas, durmiendo bajo un puente y abusando del alcohol, un día se encuentra con una persona que quiere socorrerle y le entrega una cantidad de dinero con la única condición de que si en el futuro tuviera posibilidad, devolviera esa cantidad a Santa Teresa (de la cual ese hombre confiesa ser muy devoto y estar en deuda). Tras este encuentro, nuestro protagonista descarriado tendrá otra serie de golpes de buena fortuna que le harán creer que los hados le sonríen. En su mente está saldar la deuda con la Santa como le indica su sentido de la honradez. En las tres historias sobrevuela un tono de tristeza y melancolía con alguna pincelada de humor. El lenguaje es sencillo y preciso sin alardes lingüísticos ni frases notables. Se lee bien y entretiene pero no me ha parecido de una gran calidad literaria. + Leer más |
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En septiembre de 2022, el gobierno nicaragüense de Daniel Ortega decretó una orden de captura sobre Sergio Ramírez. El escritor, ensayista, periodista, Premio Cervantes 1997 y Alfaguara 1998, miembro de la Revolución Sandinista y exvicepresidente del propio Ortega recibió un respaldo internacional tan unánime como contundente. Sin embargo, la situación se agravó cuando, en febrero de 2023, el ejecutivo de Ortega decidió retirarle la nacionalidad a él y a otros 93 opositores. Exiliado ahora en España, Ramírez aprovechó su presencia en el IX Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en Cádiz a finales de marzo, para leer este discurso en el que homenajea a los escritores sometidos por las tiranías. Por el texto, el cual está dedicado a la memoria de Jorge Edwards, quien falleció apenas unos días antes del acto, asoman varios de esos autores cuya patria late en lo profundo del corazón y se refleja en la palabra y en la lengua, la cual no entiende de exilios, cárceles o destierros: desde Ovidio hasta Cervantes pasando por Joseph Roth, Stefan Zweig, Czesaw Miosz, Joseph Brodsky, Juan Gelman y Luis Cernuda.
Narrado por Antonio Martínez AsensioImagen ilustrativa: Imagen tomada en junio de 1980, en un momento de cambios profundos en Nicaragua: tras el triunfo de la Revolución Sandinista el 19 de julio de 1979 se creó la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, la cual fue presidida por Daniel Ortega, con Sergio Ramírez como vicepresidente. Esta fotografía registra una iniciativa pública para eliminar el analfabetismo en San Rafael, donde una niña de 12 años enseña a leer y escribir a otros niños y adolescentes frente a la casa de un campesino. Crédito: Getty Images.