Cuatro

Tobías nos cuenta como fueron sus decisiones respecto a puntos muy importantes con el rumbo que tomaría su vida. Los sentimientos encontrados al tener que escoger una facción: si seguir soportando los maltratos de su padre o convertirse en alguien libre, su vida en Abnegación, el peso de sus elecciones al trasladarse a una facción completamente desconocida para él y cargar con el peso de aceptarla. En esta primera parte, Cuatro nos relata como ha sido su pasaje hacia una nueva oportunidad que tanto anhelaba pero que no sería como él esperaba.
A lo largo del libro, él nos va narrando sus inicios en Osadía y todo lo que esto conllevó, poder sobrevivir a la Iniciación y ganarse un puesto en su nueva facción, pero lo que no esperaba, es que iba a encontrarse con cosas que ahora no salen de su cabeza y que quiere sacar a la luz.
Primero que nada, agradezco a la autora por habernos brindado esta oportunidad de tener un espacio solo para Cuatro, un personaje tan único y amado por todos aquellos que hemos leído la saga de Divergente.
Disfruté leyendo desde la perspectiva de Cuatro; de toda la saga, es mi personaje favorito. He llegado incluso a meterme en su piel y sentir todo lo que él sentía. Amé a los personajes de Zeke, Shauna y Amar, las personalidades de cada uno y su relación con Cuatro.
Pero, sobre todo y, haciendo hincapié otra vez en esto, resalto a todo el personaje de Tobias Eaton en su totalidad, se ha convertido en un personaje destacado y con significado que no pasa desapercibido. Curioso, perseverante ante sus ideales, osado, abnegado, reservado en ciertos aspectos y rodeado del cariño que puede llegar a ocasionar hacia aquellos que lo conozcan y lean su historia.
Me quedo muy satisfecha con esta historia, y feliz de haberle dado la oportunidad al libro. Otra vez y como en casos anteriores, Veronica Roth ha conseguido que me vuelva a enamorar de toda la historia de Divergente, una vez más.