Bajo la noche eterna

Éste libro es la continuación de Bajo el cielo eterno, luego de meses Aria y Perry se reencuentran, ahora él es Señor de la Sangre de los Marea y debe ocuparse de su tribu, pero quiere que Aria los acompañe, aún sabiendo los problemas que esto puede traerle. Aria entre vueltas y vueltas decide ir con él y aquí comienza el desastre...

Las diferencias entre "salvajes" y "residentes" está a flor de piel en la tribu; cabe recordar que los residentes son aquellos que se refugian de las tormentas de éter en las ciudades y cuentan con comodidades y excesiva tecnología y los salvajes son los que viven fuera de éstas ciudades, a la intemperie y que desarrollaron habilidades y se adaptaron a vivir entre tormentas de éter.

Aria acompaña a Perry para incorporarse a su tribu y comienzan los comentarios por lo bajo y molestias en general, el Señor de la Sangre trata de ignorarlo y decide que marquen a Aria como audil, pero ésto termina mal ya que la envenenan; aún así logran salvarla y Perry se vuelve loco y en un ataque de rabia va y golpea a quien la envenenó... al otro día gran parte de su tribu lo abandona, algunos se quedan con muchas dudas sobre el juicio de su Señor, y como si fuera poco Aria para no aumentar el quilombo, se va con Rugido con la intención de buscar a Liv a Los Cuernos para que los ayude a llegar al Azul Perpetuo.

En cuanto a los personajes, tenemos a los dos principales Perry y Aria, ambos tienen un cambio sutil al comienzo de la historia con lo que respecta al primer libro, siguen siendo personajes fuertes y decididos, pero al momento de tomar decisiones son bastante tontos... Hay actitudes de ambos que me daban ganas de tirar el libro por la ventana, y lo que más me apenó es que se perdió la sutileza de su amor que se veía en el primer libro. Ahora están apresurados, necesitados en demasía de contacto entre ellos y me pareció bastante torpe.
Los personajes secundarios tienen mucho más protagonismo, tanto Soren, Liv, Rugido y Tizón están en constante interacción con los principales y la historia gira bastante en torno a ellos.

La historia tiene mucha más acción, al igual que con los personajes, lo que sucede es más cruel, más desastrozo, todo tiene consecuencias, pero aún así lo sentí muy flojo. Lo que sucedía o era muy extremo o era a causa de una actitud tonta de alguno... y la verdad que me costaba seguir el hilo porque me saturaban tantas malas decisiones y tantos caprichos...

Bajo la noche eterna, es la continuación de Bajo el cielo eterno y creo que perdió todo el encanto que me llevó a querer seguir con la trilogía. Los personajes cambiaron y si bien se ve una madurez en ellos, las actitudes que tienen en ocasiones me parece muy infantil. Hay detalles que considero puro relleno porque no aportan nada, que si lo omitís igual te enteras de todo. Si bien hay muchas pegas, quiero terminar de leer la historia, aunque el desarrollo y lo que sucede al final es similar a lo que ocurre en el primer libro.
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Da un enorme gustazo leer una segunda parte de trilogía que es tan buena o más que su primera entrega. Y todos sabéis que esto no es lo habitual. Parece que exista una regla no escrita en la que la segunda parte debe ser un libro de transición en el que la trama avance poco o nada y sea, muchas veces, un simple relleno para llegar al final.

Bien, Veronica Rossi no forma parte de esa regla no escrita y nos ha regalado una segunda parte de trilogía impresionante, impactante y, desde luego, que entra directa a mis sagas distópicas favoritas. ¡Leedla ya mismo! :D

La historia se retoma unos cuantos meses después del final del libro anterior. Aria y Perry han estado este tiempo separados. Él tenía que regresar y hacerse cargo de su tribu, los Mareas, y convertirse en un Señor de la Sangre, y ella regresa de un enclave donde intentaba conseguir la liberación de Garra, el sobrino de Perry.

El reencuentro es maravilloso, todo lo que sentían uno por el otro sigue presente e incluso aumenta. Pero no todo será maravilloso a su alrededor. Ser el señor de los Mareas le exige a Perry mucha dedicación y responsabilidad. Y, además, Aria no es bienvenida ya que es una residente de enclave para ellos. Da igual que lleve mucho tiempo fuera y que incluso tenga un poder como ellos.

La oposición es muy fuerte y ella tiene una misión que completar para poder liberar a Garra. Una misión que puede ser la salvación también para los Mareas: encontrar el Azul Perpetuo.

Tras algunos desafortunados incidentes Aria decide irse con Rugido (la verdad es que Roar suena mucho mejor xDD) para intentar localizar el Azul Perpetuo y, de paso, liberar a Liv, hermana de Perry casada con otro señor de la sangre.

Os aseguro que si el ritmo del primero era rápido y lleno de acción este continúa de la misma forma. La narración está llena de traiciones, peligros, aventuras, descubrimientos, pérdidas y reencuentros. No hay descanso.

He disfrutado muchísimo de las relaciones entre los personajes y su dinamismo. Todos evolucionan mucho, tanto física como emocionalmente. Se ve la transformación en ellos, han crecido y las experiencias pasadas y presentes les van moldeando. Junto a esto y lo bien llevado que está el romance es una delicia leer este libro. Y es que Veronica Rossi no supedita la narración al romance pero tampoco lo deja de lado. Es una parte importante y se nota.

Si leísteis, y disfrutasteis, con el primer libro este os encantará. Y si aún no conocéis esta saga os la recomiendo muchísimo porque es de lo mejorcito que se está publicando ahora mismo. Además, Ediciones B publicará el próximo año la tercera y última parte, así que al menos no será una de esas que dejan colgadas…

En serio ¡¡¡leedla yaaaaa!!!
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