Lugares comunes

La autora, fue, sobre todo, una gran poeta, muy conocida y admirada, su padre fue un poeta napolitano y su madre, la hermana del médico Polidori, amigo de Byron. Y uno de sus hermanos fue el pintor Dante Gabriel Rossetti, y por tanto, ella también fue una digna integrante del movimiento prerrafaelita. Una vez , situada, pasamos a comentar su novela.
Una obra que refleja, perfectamente, la situación de la mujer en el siglo XIX, y la necesidad de optar a un buen matrimonio para ser aceptada por la sociedad.
Empecemos comentando el título, Lugares comunes, sabemos que es el recurso que debido a un uso muy frecuente, ha perdido su significación y se ha convertido en algo trivial, en tópico y en este sentido, es por donde la novela nos lleva en relación a la necesidad de no correr un destino incierto, si una mujer se quedaba soltera, de ahí la urgencia, incluso siendo bastante joven, de contraer matrimonio aun sin estar enamorada.
Y este es el tema que nos ocupa, y por supuesto, esto es lo que consideramos un lugar común. Cuando yo era pequeña todavía lo escuchaba, la soltería en una mujer no estaba bien vista y era causa de comentarios despreciativos y fuertes críticas.
Tres hermanas, Catherine, Lucy y la más pequeña, Jane, quedan muy pronto huérfanas y será absolutamente necesario tratar de encontrarles un marido para tener un futuro adecuado y una vida digna.
¿Y el amor? Vaya, esto es una cuestión menor. Así veremos, como la hermana más pequeña, será la primera en adoptar la costumbre y aceptarla, comprometiéndose y casándose con un viudo rico, bastante mayor al que ni quiere, ni querrá.
¿Qué ocurre con las dos hermanas, mayores? Lucy , después de pasar por una extraña situación con la persona a la que ella creía amar, será la que verdaderamente se case por amor y será feliz y la hermana mayor, Catherine, decidirá vivir su soltería con dignidad.
Este es el relato de otras muchas mujeres que, sometidas a los convencionalismos de su época , se verán obligadas a mantener la costumbre y encontrar un hombre, simplemente un hombre, cualquier hombre..
.El mundo de las mujeres, en ese momento histórico y no solo, se podría haber representado con la temible figura de un cuarto oscuro en el que es difícil, si no imposible, salir, porque no se dispone de luz para observar donde está la puerta y, la llave que la abre, se ha perdido. En todo caso, en aquel momento, ni siquiera sabiendo donde está la puerta y disponiendo de la llave, podríamos escapar del habitáculo brumoso, pues solo el varón, al pedirnos , será el que nos permitirá salir.
Y efectivamente, también es un tema al estilo de Jane Austen, que supo reflejar la vida de su época en sus novelas , siempre con cierto espíritu crítico.
Aunque ese espíritu no se realce tanto en esta novela de Christina Rossetti.