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ISBN : 8484112268
384 páginas
Editorial: Cims (07/03/2018)

Calificación promedio : 4/5 (sobre 5 calificaciones)
Resumen:
Oviedo, 1948. Durante los duros años de la posguerra, en una ciudad que como el resto del país intenta recomponerse, el padre Arteaga, un joven sacerdote con graves conflictos personales, pero con un brillante futuro por delante, intentará huir de las intrigas políticas y eclesiásticas que se ciernen sobre él, pero no podrá escapar de los enredos de la sensual señorita Peláez, ni de los misterios que le rodean, como los que oculta la discreta y reservada maestra en ... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (5) Añadir una crítica
Inquilinas_Netherfield
 29 June 2018
El año pasado os traje la reseña de la hija del sepulturero, de la autora Ana Rosenrot, que disfruté mucho, así que cuando se me presentó la oportunidad de leer la nueva novela de Ana no me lo pensé dos veces. El jardín de las flores negras me ha gustado incluso más; lo he devorado en apenas día y medio, y con eso creo que queda dicho todo.

En esta ocasión la autora nos traslada a la ciudad de Oviedo en 1948. Allí conocemos a Pablo Arteaga, un jovencísimo sacerdote al que acaban de destinar a la pequeña parroquia de San Gerónimo como ayudante del sacerdote titular. Pablo es un cura sin fe, desde el principio sabemos que no tiene vocación ni cree en Dios, pero se vio obligado (le obligaron, más bien) en su momento a tomar los votos, una penitencia que lleva con resignación: su vida no es suya desde hace años, y lo tolera lo mejor que puede. Aun así, cuando llega a la parroquia lo hace con la intención de cumplir lo mejor posible con sus funciones, entre las que, además de acercarse a sus feligreses (feligreses que no os detallo pero que son parte esencial en la trama), también está ser el tutor de un adolescente que vive retirado en una casona junto a su padre. La casona de los Osorio irradia malignidad, casi tanta como sus ocupantes, y será cuando se obsesione con descubrir el secreto que esconde esta familia cuando se empiece a mover el eje central de la novela, alrededor del cual se moverán todos los demás peones con sus particulares subtramas, mentiras, secretos, crímenes, tinieblas... y flores negras.

La novela tiene tres narraciones distintas. Por un lado está la que se ambienta en el presente de la historia, la de 1948 en Oviedo, que es la que aglutina el 70-75% de la trama. Por otra parte está la historia de Pablo y su familia, y para eso la narración se traslada a 1936, en los albores de la Guerra Civil, donde a medio camino entre Madrid y Barcelona a lo largo de unos pocos años, conoceremos de dónde viene realmente Pablo lo que le ocurrió y el peso que arrastra en la maleta de su alma. Y por último hay una tercera narración, a modo de diario, de la que no os voy a contar nada, ni quien lo escribe ni lo que cuenta. En realidad, la sinopsis oficial es muy buena, porque en apenas un párrafo desglosa lo que es la novela en sí sin contar nada de más. En esta historia hay muchos misterios, muchas subtramas y muchos personajes, pero casi todo gira alrededor de Pablo, y lo que no lo hace, acaba salpicándole en algún momento de una forma u otra.

Por ejemplificarlo de algún modo, lo que hace Ana Rosenrot en la novela es entretejer poco a poco una tela de araña en la que los personajes van quedando atrapados conforme avanzan las páginas y en donde los actos de cualquiera de ellos salpican y afectan a otros personajes, unas veces de manera inmediata, otras con el transcurso del tiempo, de tal manera que sabes que nada de lo que se cuenta en la historia, nada de lo que ocurre, está ahí por casualidad. Ahora mismo no recuerdo de quién es la frase (aka soy vaga para buscarlo), pero lo de que el diablo se esconde en los detalles viene al pelo en esta historia. Y lo mejor de Ana es que consigue cerrarlo todo, no se le escapan flecos, y arma el troncal de la historia con pulso milimetrado y coherente. A todo esto ayuda que los personajes tienen vida propia y están muy bien desarrollados y, sinceramente, como lectora, no me parecen personajes fáciles con los que trabajar. Ana Rosenrot siempre sobresale y sorprende en este aspecto.

"El odio y la venganza son malos consejeros y crecen en el corazón del hombre como las malas hierbas y, si no se arrancan de raíz, terminan adueñándose de todo y convirtiendo un precioso jardín en un jardín de flores negras"

Este párrafo con palabras del padre Toribio es el que da sentido al título de la novela, y estas flores negras están presentes a lo largo de toda la trama porque la trama en sí está hilvanada con emociones que en raras ocasiones son positivas y amables. Más bien al contrario, porque casi todos los personajes de la novela tienen secretos que más les vale esconder, o se mueven por la revancha y la venganza, o caminan por la vida en una senda de penitencia y autocastigo u ocultan un fondo bastante emponzoñado que solo necesita un poco de aliento y empuje para salir a la luz. Hay pocas flores de colores en este jardín de flores negras, y pintan bastos para ellas en las cartas que reparte la autora a lo largo de la narración.

Aun así, y aunque es cierto que la maldad es la gran protagonista de la historia porque anida, disfrazada de muchas versiones, en los corazones de varios personajes, me ha gustado mucho el hincapié constante que la autora hace en no endosarle a esa maldad unos ideales o unas afinidades políticas... recalca varias veces a lo largo de la novela que una persona es buena o mala más allá de las circunstancias que lo rodean y de sus creencias o ideales, y en el caso de un conflicto bélico, aquellos que son malos lo usan para saldar cuentas y sacar toda la mierda (con perdón) que llevan dentro, estén en el bando que estén. Por eso en la historia tenemos personajes buenos y malos de todos los bandos, consecuencias buenas y malas para todos ellos que no entienden de otra cosa que no sea la perversidad individual humana.

Por todo esto es complicado encuadrar la novela en un género concreto. La novela es muy negra; hay muerte y asesinatos (unos cuantos)... pero encierra mucho más. Es una historia en las que la desesperanza, la desesperación y la maldad campan a sus anchas, por lo que también tiene un alto componente dramático. A falta de uno hay varios misterios, varios secretos, que se irán resolviendo poco a poco y que componen el eje de la novela, porque son los que mueven la trama en un sentido u otro. Y además tiene muchas pinceladas de novela costumbrista, porque la autora nos traslada al día a día de los vecinos de una barriada de Oviedo de la posguerra en la que ninguna herida se ha cerrado, la gente sigue pagando deudas de guerra y las consecuencias de ella, aquellos que se oponen al régimen se reúnen amparados por la noche y conteniendo la lengua durante el día, los vecinos desconfían unos de otros porque las rencillas son fáciles de cobrar, las huelgas obreras están a la orden del día, la religión y la fe (o su falta de ella) encaminan los pasos de algunos de los protagonistas... Esta historia bebe de varios géneros y todos compensados en su justa medida.

Como ya os comentado arriba, he leído la novela en apenas día y medio, y es que Ana escribe de una manera que hace que devores sus historias. Y eso que conforme se acercaba el final me iba temiendo cosas que hacían que cerrase diez segundos el libro porque no quería leerlas (soy una dramas, lo sé, pero de verdad que lo cerraba porque me rebelaba contra el destino de un personaje concreto que he visto venir faltando unas cincuenta páginas y que por desgracia se ha cumplido). Y es que hay que felicitar a la autora por este final nada complaciente y nada facilón. Quiere contar una historia y la cuenta, y en esa historia la indulgencia no forma parte del trato y el color de rosa tampoco. Muy buen final, aunque me haya hecho sufrir.

Después de todo esto, imagino que no os sorprenderá si os recomiento encarecidamente El jardín de las flores negras. No os detallo más personajes aparte de Pablo porque creo que debéis descubrirlos, tanto a ellos como a sus historias, por vosotros mismos. A la trama en sí, a la construcción de los personajes, al uso que hace de ellos para avanzar en la historia, al entramado de los secretos y misterios, a la resolución de todas las subtramas abiertas... es que no les puedo poner ningún pero. Y yo soy "doña peros", ya lo sabéis. Ni siquiera me voy a quejar de las cosillas que tiene la edición (la portada es preciosa, por cierto), así que lo dejo aquí. Leedlo xD.
Enlace: https://inquilinasnetherfiel..
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laurass89
 09 May 2020
La constancia del sacrificio
Oviedo 1948, el padre Arteaga llega a la parroquia de don Toribio para estar con los fieles y oficiar antes de su posible carrera en el Vaticano. Un cura joven y atractivo que llevará a todo el mundo a preguntarse por él.
Madrid, 1936, Juan Arteaga teme el curso que están llevando los acontecimientos. No puede entender cómo aquellos que supuestamente representaban sus ideas están haciendo lo que hacen. Desde luego, eso él no lo apoya, no tiene nada que ver con lo que piensa, con lo que defiende.
Así comienza una historia que se nos cuenta desde el pasado y durante el presente a la que se añade un componente mítico que tiene que ver más con los pecados de los hombres, que con los antiguos conocimientos de lo que nos rodea. de esta manera, los conflictos que encontraremos en la historia serán dos: el político y el religioso.
La historia me ha gustado bastante porque no era mucho de nada, es decir, no era una novela que se pusiera a reflexionar en exceso sobre la política, se centra más en enseñarnos cómo era la vida en ese sentido en los primeros años del franquismo (intrigas, reuniones ilegales, detenciones, etc.), ni se cuestiona en exceso la parte de las creencias, de tal manera que en la novela conviven la creencia cristiana, el ateísmo y religión pagana asturiana con total naturalidad.
Y lo cierto es que no se podría haber llegado a esta naturalidad sin nuestro protagonista, Pablo Arteaga. Su figura, un cura progresista que parece haber perdido la fe en dios y que no quiere perder la fe en los hombres, será el hilo conductor que desarrollará todos los temas de la novela.
A su llegada a Oviedo veremos cómo se convierte en la sensación del lugar. Una parroquia de pensamientos socialista recibe a un nuevo párroco que, además, parece ser el niño bonito del obispado. Lo que no saben es que Pablo esconde tras ese presente un pasado que tiene que expiar y el cual le condena a vivir de una manera que no quiere vivir, pero que asume con resignación.
El equilibrio de la balanza
Curiosamente, cuando entramos un poco más en la novela, veremos que esta empleará a la mujer como representación de cada uno de los temas que la novela quiere tratar. Los personajes masculinos, por el contrario, serán aquellos que padezcan la locura y el desenfreno de los sentimientos y emociones.
Así, la primera a quien conocerá Pablo ser a Munia, la tuerta, que nos mostrará el Oviedo más «rojo», más místico, una oposición clara que Pablo deberá ganarse. Después aparecerá la señorita Peláez, la tentación de las clases altas ovetenses que, desde que se ganó la guerra, cogen lo que quieren y como quieren. Pero continuamos y encontramos a Llara, vecina de la gran familia Osorio, que nos enseñará cómo el mundo es real, aunque lo desfiguremos.
Poco a poco, Pablo irá entrando en contacto con ellas y si en un principio solo teníamos a un cura que se resigna a serlo, pronto podremos ver con ellas, al joven que creía en un mundo justo para todo el mundo; el hombre que ama más allá de sus posibilidades; la inteligencia que busca justicia y paz para todos los que la necesiten. Y para ello, como os imaginaréis se pelea con todos y por todo.
Breve apunte
En todo ello, como os podréis imaginar hay política. No me extenderé mucho, pero sí quería deciros que me ha gustado mucho el tratamiento que se ha dado a la cuestión. En primer lugar, porque es la primera novela que he leído que se desarrolle en un territorio donde después de la guerra las ideas socialistas se mantuvieran tan arraigadas. Segundo, porque no hay un enjuiciamiento de ninguna de las partes, sino la narración de los hechos, dejando al lector la libertad de juzgar. Y tercero, porque como dice Juan Arteaga, la cuestión no es lo que piensas sino cómo eres y creo que esto lo ha expresado muy bien con los dos conflictos que ha desarrollado: el político, es decir, lo ideológico; y el religioso, es decir lo moral. No es reprobable lo que pienses, sino el mecanismo que te lleva a pensar y actuar así. Solo hay hombres malos, hijos.
La realidad contra la justicia
La verdad, creo que estaréis notando que esta reseña me está costando más que otras, pero es porque dentro de su extensión hay tantas cosas que me han gustado (y que serían spoiler) que no sé cómo concretarlas. La última que me gustaría destacar es el hecho de que cuando leemos una novela, de manera general, queremos que termine bien y que los buenos ganen. Sin embargo, hay otra manera de una novela termine bien y creo que esa es terminando conforme a la realidad de la novela. En este sentido El jardín de las flores negras nos ofrece una historia casi mitad y mitad, pero que es sobre todo real y que, lo mejor, para que esto sea así nos obliga a bajar a los infiernos del ser humano. Así se distorsionar el sentido de justicia y nos ofrece un final que nos dejara molestos y a gusto al mismo tiempo.
En definitiva…
Nos encontraremos una novela con una estructura muy interesante, con una trama muy bien construida, unos personajes complejos, con mil aristas, pero con coherencia, que nos llevarán por el Oviedo de posguerra hasta sus últimas consecuencias. Con un estilo dinámico y ágil en los diálogos, Ana nos enseña cómo las personalidades dependen de nuestro contexto, y nos invita a través de sus cebos a descubrir cuáles son los secretos que se esconden en el último rincón de nosotros mismos.

Enlace: http://ellibroenelbolsillo.b..
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Bookeandocm
 04 October 2018
Con un prólogo estremecedor comienza esta historia. En una habitación fría y lúgubre, conocemos a Eulalia en su lecho de muerte. Junto a ella, su familia. Con su último aliento susurra algo al oído de su hija: “Los pecados de los padres los heredan los hijos”. Cuando, tras el funeral, la joven se dispone a ordenar el contenido de un pequeño arcón que supone su única herencia, hallará en él algo que la horrorizará y dará sentido a las palabras de su madre. Justo en ese momento quedaremos, irremediablemente, pegados a las páginas del libro tratando de desentrañar qué es.

En un primer hilo conoceremos a un joven sacerdote, el padre Arteaga, destinado a Oviedo en el año 1948. Desde las primeras líneas sabemos que algo le atormenta, algo por lo que debe pagar y cuyo castigo es ejercer como sacerdote aun sin ser una persona que abrace la fe. No obstante, Pablo es un buen chico. Su saber estar y sus buenas referencias hacen al obispo plantearse enviarlo al Vaticano junto con un cardenal. En tanto esto ocurre, cursa sus estudios de Derecho y Filosofía y ejercerá en una barriada obrera como ayudante y futuro sustituto del padre Toribio, que se encuentra ya algo mayor.

La llegada del apuesto Arteaga supondrá todo un revuelo entre los feligreses. Las beatas, reacias a los cambios, desconfiarán de su juventud y rectitud, mientras que para la caprichosa Araceli Peláez, una joven de familia acomodada, conquistar al sacerdote se convertirá en su reto más inmediato.

Entre los cometidos de Pablo estará impartir clases de latín a Bastián Osorio, el hijo de don Pelayo, un importante terrateniente de Mieres. Bastián, además de las clases de latín, recibe de Nieves Flórez, una profesora solterona, clases particulares sobre otras asignaturas. Es un jovencito condenado por su padre a no salir de casa debido a una deformidad de su rostro, pero no son sus cicatrices lo que provocan el rechazo de cuantos se acercan a él sino un aura de oscuridad que despierta cierto escalofrío, y que llevará al padre Arteaga a tratar de saber un poco más de él y de la historia de esta misteriosa y desdichada familia.

Otro hilo nos traslada hasta Madrid en el año 1936, a las puertas de la Guerra Civil para presentarnos a los padres de Pablo y a este último cuando era tan solo un niño de doce años. Una familia honesta, trabajadora y cariñosa pero con unos ideales que estaban más cerca de la República y que le enemistaban con su hermano Fernando afín al régimen franquista.

Un último hilo, cuya ubicación temporal no conoceremos hasta bien avanzada la historia, nos presentará a una joven afligida, que viaja en un tren rumbo a Valladolid bajo la tutela de la hermana Caridad, una religiosa que no parece hacer honor a su nombre y se encarga de reconducir la vida de jóvenes descarriadas.

Tres hilos argumentales presentados en capítulos alternos, dos a cargo de un narrador omnisciente y el de la joven narrado en primera persona y que inevitablemente acabarán confluyendo, serán los que sirvan a la autora para presentarnos una historia que bebe de varios géneros y donde la tensión se palpa en cada página. Intriga, secretos, suspense y una tensión narrativa creciente serán una constante en una trama que, sin ser propiamente histórica, tiene ciertos tintes del género y con los que Ana Rosenrot logra trasladarnos a ese ambiente de la posguerra en el que las reuniones clandestinas estaban a la orden del día, las mujeres solteras y autónomas andaban en boca de todos, las diferencias sociales eran tan marcadas que determinaban el destino de las personas, y el dinero y el poder acababan enterrando las más terribles fechorías.

Una galería de personajes muy variada escarbará en la importancia de los secretos, la maldad, la traición y la oscuridad de ciertos seres humanos. Y todo ello lo aderezará la autora con prosa sencilla, un ritmo muy ágil y una atmósfera absolutamente opresiva donde el mal parece campar a sus anchas. Unos personajes de los que en esta ocasión no os voy a avanzar nada porque merece la pena descubrirlos página a página.¿Qué había en ese arcón? ¿Qué secretos esconden los Osorio? ¿Por qué está tan atormentado el padre Arteaga a sus veintiséis años?

El jardín de las flores negras es una novela que atrapa desde las primeras páginas con un oscuro secreto cuya portadora luchará por mantener a salvo. La bondad frente a la maldad, la iglesia como pilar y sustento en una época en que mientras unos nadaban en la abundancia otros no tenían ni un mendrugo de pan que echarse a la boca. Y una pregunta que subyace sobre toda esta historia: ¿hasta donde seríamos capaces de llegar por salvaguardar nuestros más oscuros secretos? Me ha gustado mucho esta nueva novela de Ana Rosenrot y os la recomiendo.
Enlace: https://bookeandoconmangeles..
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Bajolapieldeunlector
 01 June 2018
En un día lluvioso y gris en Oviedo, el padre Arteaga es requerido por el obispo con la intención de comunicarle que tendrá que compaginar sus estudios universitarios con el apoyo al cura de una de las parroquias vecinas. Probablemente no se imagina lo que determinará esta decisión en su vida.

Dará un respiro a Don Toribio, el cura de la iglesia, encargándose de algunas misas de domingo o de las confesiones de las beatas más fieles, pero también de la enseñanza de latín a Bastian Osorio, el hijo de uno de los caciques y un niño especial. Pues Bastian trata de mantener una conducta que va en consonancia con el monstruo que parece, ya que la mitad de su cara se encuentra desfigurada por una grave quemadura. Será en la casa de los Osorio donde conozca a la profesora Nieves, una mujer gris, sencilla y callada que arrastra su propia penitencia, o a Don Pelayo Osorio, el padre de Bastian, un hombre marcado por la muerte de las mujeres de su vida.

Pero el joven Arteaga además de encargarse de sus obligaciones religiosas también tendrá tiempo para relacionarse con algunas de las familias más pudientes, y entre ellas destacará la figura de Araceli Peláez. Una joven, que ante la sorpresa de encontrarse con un cura joven y apuesto, no dudará en utilizar sus encantos para seducirle.

Esta trama ambientada en el año 1948, que recoge una gran variedad de personajes, se alternará con otra que comienza en 1936 en plena guerra civil en Madrid. En esa época Pablo todavía vive con sus padres, ambos obreros y con ideas de izquierdas, tratan de inculcar a su hijo unos valores basados en el respecto. Pero las cosas se complicarán en casa, Pablo siendo muy joven tendrá que abandonar su hogar para irse a Barcelona, lo que determinará su destino y su propia penitencia personal.

En una ambientación gris y lluviosa, su autora refleja a la perfección los años tras la guerra civil. Las miradas de odio y rabia de las heridas que se mantenían abiertas, las ideas contrarias a un régimen franquista que no dudaba en utilizar a la policía para infundir miedo a través de las detenciones constantes. Pero también el fervor religioso de esos años, que parecía contrastar con las tradiciones y supersticiones paganas.

Como ya hiciera en "La hija del sepulturero", Ana crea una historia coral, en la que destacan las relaciones de personajes bondadosos con otros más oscuros que ocultan secretos, y cuyas traiciones acaban por sacar sus instintos más salvajes. Y en el centro de todas esas rencillas estará Pablo Arteaga, el joven cura, que no puede dejar de pensar en el halo de misterio y secretismo que rodea a la historia de los Osorio, y sobre la que no dudará en indagar adquiriendo su lectura una tensión y ritmo constantes.

"El jardín de las flores negras" es fiel a su nombre y nos muestra los cambios que pueden provocar el odio y la venganza que se instalan en los corazones de las personas. Cómo una persona puede evolucionar y convertirse en una flor negra. Su lectura destaca por su variedad de personajes, por el enredo en el que todos se ven envueltos sacando lo peor de cada uno. Y alrededor de todos ellos se encuentra Pablo, que fiel a sus ideas tratará de buscar justicia donde nadie se la pidió.
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LEMB
 10 December 2018
Una novela que nos lleva de la mano por una historia que va creciendo a medida que avanzamos, no sé si porque conocemos más a los personajes y sus circunstancias o por ese ritmo marcado por la autora para sorprendernos con el giro final al género de novela negra que, sinceramente, no me esperaba y que es lo que hace que mejore mi opinión global de la historia. Solo por las últimas páginas, merece la pena leerla.
Narrada a dos tiempos y sin llegar a ser novela coral pero con una gran cantidad de personajes, vamos a descubrir cómo el corazón puede estar negro aunque sea un instante, lo que lleva a tomar decisiones o a realizar acciones que nos parecen descabelladas pero que tienen sus propias consecuencias. A veces entretenida, a veces algo lenta, a veces dramática, a veces compresible, y con ese desenlace que te deja perplejo y te obliga a pensar y pensar, sin dejar de mostrarte que el ser humano es capaz de lo peor y de lo mejor.
El valor narrativo de esta novela no viene solo por ese juego psicológico, y la parte oscura de cada uno de ellos, que consigue con cada uno de los actores que tienen un papel en esta historia, sino también por el reflejo de esa post-guerra que ahogaba a unos, jugaba con otros y tenía poco de diversión.

Para una opinión más completa, tenéis mi entrada del blog
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Citas y frases (5) Añadir cita
Inquilinas_NetherfieldInquilinas_Netherfield22 June 2018
El odio y la venganza son malos consejeros y crecen en el corazón del hombre como las malas hierbas y, si no se arrancan de raíz, terminan adueñándose de todo y convirtiendo un precioso jardín en un jardín de flores negras.
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LEMBLEMB28 November 2018
A veces, las actividades más sencillas son las más saludables. Deberías probarlo y te Farias cuenta de que ver crecer una flor es más curativo que mortificar el cuerpo.
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LEMBLEMB08 December 2018
-¿A que no sabe por qué sé lo que siente?- preguntó.
- No quiero saberlo- dijo volviendo la cabeza-, sigue con tu tarea Bastián, los reyes godos.
- Claro que quiere saberlo, pero no se atreve. Es lo que le pasa a todo el mundo, nadie quiere saber la verdad porque una vez que se descubre, ¿qué se hace con ella?
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LEMBLEMB08 December 2018
Cuando el hombre siente que está a punto de perder la vida, y ante el miedo a lo desconocido, sólo le queda aferrarse a lo que le da algo de consuelo: a un Dios o a un ser o energía superior en la que se confía como un niño confía en su madre y que sabe que pase lo que pase no le dejará a su suerte.
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LEMBLEMB27 November 2018
Los pecados de los padres los heredan los hijos... ¡No lo olvides!
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