Te trataré como a una reina

Retrato crudo desolado y sórdido de unas relaciones humanas llenas de dolor, incomprensión, violencia y soledad, proyectadas en unos diálogos y unas descripciones potentes, intensas, apasionadas. Es una historia ubicada en un degradado espacio urbano, impregnado de un realismo descarnado, en la que todo gira en torno a un cochambroso local nocturno madrileño, el Desiré, cuya pintura descascarillada del interior, que representa una escena caribeña evocadora de un legendario y suntuoso club cubano, proyecta de forma contrapuesta los anhelos esperanzadores de algunos de los personajes que lo frecuentan, personajes como Bella, Poco, Vanessa, Antonio, Damián, Antonia… Personajes cuyas relaciones erótico-amorosas se entrecruzan. Son todas unas relaciones marcadas por la ideología de género, por el patriarcado, ideología reflejada aquí claramente en las letras de los boleros, una ideología en la que todos los personajes de la historia viven atrapados. Todas las parejas que se forman en la novela tienen en común la enorme diferencia de edad entre ellas. En unas el viejo es él. En otras la vieja es ella. Y es en esa enorme diferencia de edad y la diferencia en el sexo del que ostenta más edad donde se concentran todos los prejuicios, todos los tabúes sociales marcados por la sociedad patriarcal.
En esta historia ya el título, Te trataré como a una reina, letra de bolero que promete una historia de amor de bolero, anuncia un romance heterosexual, que es lo más aceptable socialmente, donde la mujer debe ser la que adopte un papel dependiente, pasivo, de víctima y el hombre el papel activo, un papel que también le victimiza, alimentando sus inseguridades.
Publicada en 1983, Te trataré como una reina es una novela en la que la autora madrileña Rosa Montero, con pluma magistral, quiere transmitir claramente que la promesa de protección a través de la fusión con el ser amado no es más que una fantasía. Todos los personajes de la historia fracasan en la búsqueda de ese falso poder liberador que ofrece el discurso del bolero, concretamente aquí en el ámbito popular, (como en otros ámbitos se ofrece ese mismo discurso, esa misma promesa, a través de otros estilos musicales u otras manifestaciones culturales como la literatura, el teatro, el cine…) Un discurso que solo consigue condicionar una falsa visión del mundo para atraparnos a todos en esa ideología patriarcal que ostenta el poder.
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"Te trataré como a una reina" ¿qué frase verdad?... se supone que la dice una persona que quiere demostrar a otra, con palabras, lo mucho que la ama, su intención de cuidarla y tratarla tan bien como se trata, se cuida y respeta a una reina. Pero ¿qué pasa si al final "eres republican@"?
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Bronas aparte, Rosa Montero construye una historia que habla de personas que buscan el calor de otras y que se creen las promesas que les hacen.
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A veces llegan a ser felices y otras, la frase que da título al libro, puede ser una condena.
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Antonio y Antonia son dos hermanos que un día dejaron su pueblo para ir a Madrid y buscar un futuro mejor. En el caso de ella por consejo de su madre, que quería que su hija no se pudríese como ella en el pueblo.
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Antonia tiene más de 40 años y "no conoce varón", el calor que siente en sus entrañas no la deja vivir, mientras que su hermano colecciona conquistas (literalmente).
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Antonio frecuenta un bar, El Desiré donde canta boleros una novia de la infancia, Isabel "la bella" con la que habla todos los dias. También está El Poco, un hombre misterioso llegado de Cuba que tiene planes de futuro.
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Entre capítulos los vamos conociendo, averiguando que ha ocurrido exactamente en ese suceso que nos cuentan al principio del libro donde dicen que Bella en un arrebato de ira ha tirado por un balcón a Antonio. Sabremos como Antonia deja florecer la pasión y cómo la juventud puede ser algo peligroso si no va acompañada de un poco de sensatez.
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Rosa Montero me ha vuelto a enamorar, sus historias las devoro con ansia, sus personajes me los creo, los conozco, los hago míos. Refleja como pocos la naturaleza humana.
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Muchas cosas se aprenden con la novela, pero me quedo con que hay que saber vivir y conocerse a un@ mism@, ser honest@s y hacer siempre lo correcto.
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Los libros de Rosa Montero te transportan. Leerla es como viajar en el tiempo y el espacio, simplemente te imaginas en la escena que está sucediendo. La multitud de detalles, la profundidad de sus personajes, hace que te sumerjas en el libro obviando todo lo demás.

Esta novela es muy interesante desde muchos puntos: el primero es la cotidianidad con la que la autora expresa los sentimientos de cada personaje. Sin vergüenza ni pudor, cuenta todo con pelos y señales, sin ningún pero. Esto llega a un punto de realidad extraordinario, ya que consigue que los personajes sean casi de carne y hueso, que te los imagines enfrente de ti. Mujeres con menopausia, hombres con problemas serios con la bebida, otros que no quieren darse cuenta de que están envejeciendo…

La estructura del libro es también digna de mención. La lectura se divide en capítulos, no muy largos, lo cual hace que sea fluida. Además, de vez en cuando podemos leer artículos periodísticos y transcripciones de declaraciones hechas por alguno de la personajes, con respecto todo al caso de Bella, la mujer que lanzó a Antonio por la ventana. Este es otro punto que le da veracidad al texto, que lo acerca una vez más a la realidad.

La lectura de este libro parece tranquila y sin sobresaltos, pero hacia el final te sorprende gratamente, te deja sin aliento, de repente te ves retrocediendo en la novela para ver si te has perdido algo, y te das cuenta de que Rosa Montero es una gran escritora, que una vez más te la ha jugado y te ha sorprendido cuando menos te lo esperabas. Un texto sin duda brillante, una maravilla de novela.

Esta novela corta de Rosa Montero nos narra la historia de varias personas y su relación con un crimen. La protagonista es Bella, una cantante de boleros entrada en años que trabaja en el Desiré. Menéndez, su jefe y el dueño del lugar; el Poco, un viejo demacrado con el que Bella empieza a ilusionarse. Antonia, su amiga solterona y Antonio, antiguo novio y hermano de Antonia, un seductor de mujeres casadas. Vanessa, una joven que quiere ser artista y el inspector García. Todos ellos, con sus vidas tan distintas y sin embargo, unidas en algún punto de la historia.

Rosa Montero construye una cruda historia de vidas grises y personajes soñadores que no pueden tener lo que desean. Lo más característico de la novela ha sido el estilo narrativo de la autora, envolvente, creando expectación hasta el final. No ha sido de mis favoritos de la autora, pero sí que me ha sorprendido mucho cómo ha terminado la historia y cómo se resuelven los acontecimientos finales.

Te trataré como a una reina es el ir y venir de algunos clientes y trabajadores de un bolero llamado Tropicana.
En el trabaja Bella, una cantante que ve pasar su vida sin esa pizca de pasión y compañía que emana de sus canciones.
El Poco es el guardaspaldas del local, un hombre rudo y silencioso que esconde un oscuro secreto.
Vanessa es una atolondrada chica que también trabaja aquí y cuyos sueños por llegar a lo más alto no le hacen ver la realidad que la rodea.
Vicente Menendez es un jefe que avanza como puede en ese local al que acuden unos pocos clientes habituales, algún que otro drogadicto y el agente García.
Entre los clientes destacan Antonio y Antonia, dos hermanos muy diferentes el uno del otro. El primero obsesivo con su trabajo y egoísta. La segunda, sumisa y decente pero todo cambia cuando conoce al hijo del portero del edificio, Damián.

Todos estos personajes que parecen tan distantes sus vidas las unas de las otras, se entremezclarán y te harán entender ese fatídico inicio que invita al lector a averiguar las causas de un hecho que parece atroz y sin sentido.

Es una lectura corta. Cada capítulo es la voz que narra desde el punto de vista de un personaje diferente al anterior. Una técnica curiosa y muy bien usada como leeréis.
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