Gente normal

Hace ya un par de días que terminé de leer Gente Normal, y en este tiempo le he estado dando vueltas a cómo hablaros de él y poder contaros bien todo lo que me ha transmitido y me ha hecho sentir. Es cuando me encuentro con este tipo de libro cuando más deseo ser alguien que de verdad entiende de literatura, para poder escribir una reseña de mayor calidad y que esté a la autora, pero no lo soy, así que me conformaré con haceros llegar mis impresiones. Gente Normal es la novedad que se incluía en la caja de Bookish del mes de octubre, y esta elección no ha podido ser más acertada.

En un principio nos puede dar la sensación de que hemos topado con otro libro sobre amor adolescente, pero no os dejéis engañar, Gente Normal va mucho más allá de eso. Este libro va de aceptar aquello que nos hace diferentes de los demás, de buscarse a uno mismo y nuestro lugar en el mundo, de cometer errores y de dejarse llevar, de intentar descifrar los sentimientos que nos producen ciertas situaciones, de lo crueles que podemos llegar a ser con quienes amamos, de la dificultad de encontrar a alguien a quien amar y que te ame de la misma manera, de las inseguridades y la falta de confianza en uno mismo; y estos son sólo algunos de los muchos temas que se tocan en este libro.
En lo personal me ha parecido una novela preciosa y brillante, pero también reconozco que me ha dejado rota. Y lo ha hecho porque me he visto representada en muchas de las situaciones que viven los personajes, situaciones que este libro me ha hecho recordar y por cuyo motivo he tenido que ir leyendo poco a poco, porque me estaba resultando complicado.

Tanto Marianne como Connel son unos personajes muy bien desarrollados y con los que he podido conectar muy bien. A ambos los conoceremos a través del tiempo, en diferentes momentos vitales, lo que nos permitirá ser conscientes de sus vivencias, de sus miedos, de sus problemas y de su desarrollo como personas; y de esa manera podremos llegar a entender las decisiones que toman y por qué actúan de esa determinada manera.

En cuanto al estilo de Sally Rooney, decir que ha conseguido narrar esta historia de una manera muy sencilla, y a la vez muy inteligente. Me ha encantado la forma que tiene de describir situaciones cotidianas con tanta naturalidad y cercanía. Lo más destacable, sin duda, es la ausencia de guiones en los diálogos, pero esto no dificulta la lectura, al contrario, la hace más fluida. Ha sido toda una sorpresa descubrir a esta autora, y no me cabe duda de que este no será el último libro suyo que lea.

A modo de conclusión, decir que he disfrutado mucho de esta lectura, y que aunque a veces se me haya hecho dura, es tan bonita que lo compensa. Os animo a darle una oportunidad, porque creo que es un libro de los que dejan huella.
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