Cuando éramos hermanos

Cuando éramos hermanos es un libro que me ha sobrecogido desde el principio hasta el final. Siempre creo que los libros ambientados en la segunda guerra mundial no me van a sorprender y siempre terminan haciéndolo.

En esta ocasión el libro está ambientado en el presente, para ser más exactos en el 2004, pero gracias al protagonista y su narración, nos trasladamos a la época del Holocausto más concretamente a la zona de Polonia.

La verdad es que de Polonia desconocía varios datos y saber de verdad todo lo que sucedió allí no deja de ponerme los pelos de punta, sobre todo porque hay cosas que se pueden comparar a la actualidad y da miedo pensarlo.

Pero no me quiero ir por las ramas y os diré que este libro no trata sobre los campos de concentración o todo lo que los judíos sufrieron en ellos, sino en la amistad, esa amistad en la que crees por encima de todo y que de la noche a la mañana parece que jamás hubiese existido.

Porque eso es lo que le sucede a nuestro protagonista en este libro y es contra algo que tendrá que luchar. Por la justicia, por la familia y por los recuerdos de miles de personas que murieron de modo cruel a manos de asesinos sin escrúpulos que aún después de haberse acabado la guerra robaron identidades y se hicieron pasar por otras personas.

Un libro imprescindible para todos los amantes de la época o de la historia, pero sobre todo para los que quieran aprender más y no cometer los mismos errores.

"Cuando éramos hermanos" es una novela que despierta en el lector diversas emociones.

De la mano de su protagonista, Ben Solomon, nos adentramos en uno de los pasajes más oscuros de la humanidad, el de la Segunda Guerra Mundial. Ben cuenta como se sufrió la ocupación alemana en Polonia y la suerte que corrieron los judíos polacos, entre ellos su familia y él mismo.

La narración de su historia incluye a un joven llamado Otto, que vive con la familia desde que sus verdaderos padres lo abandonaron. Otto ha crecido con la familia de Ben y es un hijo y un hermano más. Pero esto no va a ser así para siempre...

Hoy (2004), Ben es un anciano de más de 80 años que vive en Estados Unidos, donde llegó como refugiado hace mucho tiempo. Y de repente, tras ver una entrevista en televisión, se obsesiona con un millonario llamado Elliot, también refugiado de la Segunda Guerra Mundial.