Ojos de hielo y piel de nieve

Bianca es una chica que está socialmente apartada de sus compañeros por algo que sucedió en el pasado y eso ha hecho que sea una chica retraída, con miedos y que las cosas en casa cambien. 

Nora no vivía hasta hace poco en  Kenai, en su llegada al instituto varias personas han intentado hablar con ella, pero Nora es una chica que no se abre con cualquiera, tiene en sus espaldas una mochila con un pasado duro, algo trágico ocurrió que no ha podido superar aún. 

Bianca se fija en Nora pronto porque es la única que no sabe su secreto, Nora se fija en Bianca porque la ve una chica solitaria y tiene algo que le hace desear conocerla.

Al principio solo cruzan miradas, alguna sonrisa y poco más, las dos tienen demasiado miedo para empezar a hablar. Las dos comen en el mismo sitio, una frente al banco de la otra, hasta que un día Nora con la excusa de que el banco en el que  ella come está congelado le pregunta a Bianca si se puede sentar a su lado. 
Desde ese momento y poco a poco se vuelven amigas, de las de verdad, las profundas, esas que con el tiempo conocerán tus secretos y tus miedos. Capítulo a capítulo veremos como Nora y Bianca van abriéndose y dejando conocerlas, poco a poco soltando piedras de esas mochilas tan pesadas que llevan. 

Son un apoyo incondicional la una para la otra, su amistad es lo más importante para ellas y aunque, a veces, no duelen recordar ciertas cosas se las irán contando y poco a poco las veremos caminar en el camino para dejar el pasado atrás. 

Miedos, inseguridades y traumas serán algunos de los temas que veremos en nuestras dos adolescentes que quieren dejarlo todo atrás, pero que el temor a volver a caer es más grande, pero tener una mano amiga al lado que te ayude, tal vez, todo sea un poco más fácil. 

Una historia corta, ágil en lectura, donde Bianca y Nora se harán un hueco debajo de tu piel y será complicado no empatizar con ellas. 

Fuerza, voluntad, ganas de seguir adelante, quitarse los miedos para poder respirar un poco mejor y sobre todo volver a encontrarte a ti misma, ser fiel a esa chica que se perdió en un momento en el camino para poder ser feliz.