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Marta es una chica risueña, centrada, trabajadora y lo más importante para ella son sus amigas y su hermano. Está en el último año de universidad y siente que su vida pronto puede cambiar. Un día cualquiera ve a un chico que se le queda mirando y le suena su cara, pero no sabe dónde ubicarlo, pero no le da mucha más importancia. Hasta que ese chico vuelve a acercarse y entonces se da cuenta de quién es. Sam vuelve a Madrid después de muchos años de vivir en EEUU, ha vuelto porque su padre quería volver a la casa donde fue tan feliz. Su padre es muy importante para él, es lo único que le queda. Una vez que está en Madrid no puede ir a no buscar a la que fue su amiga de la infancia. Marta adora a sus amigas, pero no les ha contado la situación tan difícil que vive en casa, solo quiere ser una chica normal por unas horas porque cuando llega a casa es un infierno. El novio de su madre, es drogadicto y alcohólico, su madre no se libra, pero es que a ellos los tratan mal, les roba, les empuja e insulta y su madre no hace nada. La conexión entre Marta y Sam volverá como cuando eran niños, aunque Marta al principio no quiere porque no quiere volver a perderlo, pero él va a ser perseverante y ser ese amigo que necesita. Un día pasa lo que Marta más temía, el enfrentamiento con la pareja de su madre llega a unos niveles que la madre termina por echarlos. Marta no sabe a quién acudir y se arriesga a aparecer en casa de Sam y su padre, que estos dos los reciben con los brazos abiertos. Ellos van a convivir, acercarse hasta que no quede un milímetro entre ellos y se arriesguen a vivir lo que sus corazones les piden. Pero el destino les va a dar un giro que nadie espera y uno de los dos deberá enfrentarse a lo que nunca quiso y con ello lo que el dolor conlleva. El otro estará a su lado para ayudarlo a sanar. + Leer más |
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