Garden. El jardín del fin del mundo

Maite es una joven de dieciséis años que vive en un futuro postbélico donde gobierna un nuevo régimen llamado "Renacer" que, detrás del lema de mantener la paz, ha privado de libertades al pueblo. Cuando son niños todos deben pasar por una prueba que determinará a que van a dedicar su vida. Maite obtuvo su puesto en una fábrica por lo que cualquier muestra artística del tipo que sea, está totalmente prohibida.

La joven ha intentado durante toda su vida cumplir las normas ya que el mínimo error a la hora de acatar las "armonías" implica la desaparición, una muerte segura. Pero un día las cosas que se tuercen para Maite y, sin ella quererlo, acaba infringiendo una de las leyes por lo que su vida corre peligro.

Empezando por las cosas positivas, este libro tiene un inicio muy interesante en una sociedad distópica ambientada en una ciudad que existe en nuestra realidad. El mundo que nos plantea la autora captó mi atención, una sociedad que no puede expresar ninguna pasión artística, ya sea la pintura o el canto por ejemplo, a no ser que así lo haya decidido su prueba.

El ritmo es muy dinámico, no hay momentos de pausa y eso me ha mantenido intrigada, además la lectura es sencilla y directa por lo que resulta muy fácil de leer, no tiene descripciones ni reflexiones complicadas.

Uno de los problemas es que he tenido con "Garden" es que el mundo que nos presenta en un principio y que tanto captó mi atención, no recibe el suficiente desarrollo. El ser un libro tan breve y tener tanta acción hace que muchas piezas del engranaje no se expliquen y su ausencia se note. Y es que el dinamismo y la brevedad de esta historia le ha jugado una mala pasada, llegamos al final casi sin entender nada.

Sin duda para mi la peor parte ha sido ese final, precipitado, ilógico y totalmente inverosímil en cuanto a lo que pasa. Pero lo que menos me ha gustado es como pasa. Nos encontramos con un final abierto que podría no haberlo sido. La sensación que me da es que la autora quería probar, si el libro funcionaba quizá hubiera hecho una segunda parte, sino, ese pseudo final abierto bien podría valer como cierre. La sensación ha sido realmente amarga.

Eso si, podría haber perdonado ese final si hubiera conectado con los personajes, pero me ha sido imposible. A la única que conocemos bien es a la protagonista, el resto de personajes secundarios quedan totalmente desdibujados y esto es un fallo porque uno de ellos es esencial para la trama. Pero el problema básico ha sido el personaje principal, Maite tiene una construcción bastante incongruente. A veces es fuerte y valiente, otras solo piensa en si misma, en algunas escenas es capaz de realizar una serie de movimientos que no cuadran con la vida que ha tenido, en otras no es más que una niña indefensa, va del optimismo absurdo a la negatividad más absoluta.

La autora ha querido plasmar reflexiones que podrían haber sido muy interesantes de tener una protagonista que nos las plasmara de forma coherente, no ha sido el caso. Nos habla de que a veces idealizamos algo y cuando lo tenemos nos damos cuenta de que no valía tanto la pena. Bien, pero en el capítulo siguiente Maite, que lo había criticado hasta la saciedad, lo vuelve a adorar.

No ha sido una mala lectura porque, como os digo, el ritmo es ágil y, aunque la protagonista es ilógica, quieres que Maite consiga sobrevivir, por lo que tiene algo que engancha.

En resumen, "Garden, el jardín del fin del mundo" podría haber sido una buena historia distópica pero se queda corta de desarrollo y tiene demasiadas incoherencias en sus personajes.

Se trata de un libro de género distópico, cuya trama se desarrolla dentro de un sistema de gobierno implantado tras la guerra, donde cada uno de sus habitantes van a tener marcado su destino desde bien pequeños según un programa informático el cual les indica que trabajo van a desempeñar dentro de este nuevo programa de vida denominado Renacer, constituido además por unas serie de leyes denominadas armonías que deben ser cumplidas por todos los habitantes o si no estos serán castigados.
Como protagonista, vamos a tener a Maite una chica de unos 16 años de edad, la cual le ha tocado trabajar en una de las fábricas que constituyen las zonas más pobres, desde un primer momento vamos a ver cómo se desarrolla su trabajo en la fábrica, así como pequeños flashbacks de como era su pasado de pequeña hasta el punto de como llegó ahí.
Se trata de una protagonista fuerte y decidida para mi gusto y que no se detiene ante nada, Maite va a establecer relaciones con distintos personajes secundarios que para mi disgusto no han tenido nada de personalidad y profundidad en la trama y por lo tanto considero que se les ha dado escasa importancia y desarrollo.
Si es verdad que la premisa del libro estaba bien, sin embargo creo que la trama se ha quedado a medio gas, tiene elementos típicos de la distopia como un sistema de gobierno donde hay división entre ricos y pobres, criaturas afectadas por la guerra, humanos que viven fuera del sistema, una posible rebelión..., muchos de estos elementos son nombrados sin embargo no llegan a aparecer ni desarrollarse.
Se trata de un libro bastante corto y de una lectura muy ágil, que si bien me ha entretenido, no tiene el desarrollo argumental que hubiese esperado como distopía.

La portada nos da a entender que de algún modo los personajes principales de la novela se hayan atrapados en un lugar que no les permite avanzar. La edición que conseguí, que era de tapa blanda, posee las letras del título en dorado, dándole un toque especial.

¿Por dónde empezaría con este libro? Sin duda alguna tiene tintes similares a Los juegos del hambre, aúnque de un modo más breve y situado en una distopía en la que la música está prohibida para aquellos que se ven atrapados en trabajos impuestos por el gobierno establecido. Pese a que siempre he disfrutado leyendo distopías, en este caso considero que su elaboración ha sido pobre. Me hubiera gustado conocer más detalles de este mundo para poder introducirme en él y en la piel de sus personajes. También me ha resultado escaso el desarrollo de los personajes y las relaciones entre ellos. Por ejemplo, me hubiera gustado que el libro profundizara en la amistad de Luca y Maite.

En general, considero que se trata de una novela entretenida pero que podría haber ofrecido mucho más si se hubiera sabido poner énfasis y emoción a determinados puntos de la historia.

Cuando leí la sinopsis de este libro me atrapo y tenia muchísimas ganas de empezarlo.
La idea principal me atrapó muchísimo una sociedad perfecta donde hasta llegar tarde al trabajo puede llevarte a la muerte. No esta permitido cantar, ni bailar...etc las comidas racionadas. Y por supuesto hasta tu trabajo es asignado. Con este panorama tenia muchísimas ganas de ver como se desarrollaría la historia y cual seria el detonante para que ocurriese un cambio.

El ritmo de la historia es rápido y la pluma de la escritora te atrapa totalmente pero con el paso los capítulos van saliendo muchos interrogantes que no se resolvían...hasta las ultimas cincuenta paginas del libro.

Otra cosa que no me gustó del libro (esto es por gusto personal) su final, ese final que no sabes que pasara por lo abierto que es.

Y como podréis leer no recomendaría este libro

Se trata de una distopia, es una novela corta y de capítulos cortos.
En el mundo que crea la autora numerosas actividades están prohibidas, entre ellas llegar tarde al trabajo, lo que se castiga con pena de muerte, la trama parte de este punto, Maite la protagonista pierde a su amiga Erika por este motivo y se decide a rescatarla, por ello canta en el puesto de trabajo, hecho que también se castiga con la misma pena, a partir de este punto comienza la acción.
Como personaje principal nos encontramos a Maite, es quien nos cuenta la historia y además es el único personaje del que tendremos conocimiento directo sobre que piensa. Luego nos encontramos con Erika, Lucas y Einar, de ellos no conocemos más que lo que nos muestra la protagonista.
La trama es entretenida y está llena de acción
El final es abierto y bastante sorprendente, por lo que me ha dejado con bastante incertidumbre.