El fabricante de muñecas se desarrolla en 2 tiempos, uno; la ciudad de Cracovia en 1940, el otro; el País de las muñecas. La prosa es maravillosa, pausada y sin embargo, directa. Te atrapa y acabas leyéndote este libro en un suspiro. Los personajes de esta novela son muy reales, aunque entre ellos haya muñecos, y son tan cercanos al lector que te identificas con ellos. El miedo y el terror se palpa en cada página. Esta es una novela con la que sufres, con la que vuelves a vivir el horror del nazismo, aunque en esta ocasión lo haces siguiendo un camino diferente pero, a pesar de ello, el resultado es el mismo. La autora ha sabido entrelazar un cuento con una historia que bien pudiera ser real y el resultado es, realmente, sorprendente. Esta novela, realmente me ha enamorado. El fabricante de muñecas es una lucha entre el bien y el mal, entre un mago y un brujo. Es un recordatorio para todos aquellos que quieren olvidar el pasado, de que en las guerras todo el mundo pierde. |