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Es muy complicado reseñar este libro sin hacer spoilers, así que voy a ser lo más breve posible de modo que podáis saber un poco de qué trata y qué me ha parecido, sin pasarme demasiado. Conoceremos la historia de Julieta y Marco. Se conocen desde siempre gracias a la amistad de Marco con el hermano de Julieta, además de que prácticamente él pertenece a la familia de ella dado el gran cariño que se le tiene. Han crecido juntos, han vivido mil experiencias de la mano, pero siempre ha habido una barrera invisible entre sus corazones, los cuales se deseaban con la misma intensidad con la que se mueve un huracán. La vida los separará, pero ésta los unirá a los pocos años. Viviremos junto a ellos prácticamente todo lo que han pasado juntos y separados desde la niñez hasta la adultez. Años y años de experiencias, aprendizajes y sentimientos que no te dejarán indiferente al terminar el libro. Ha sido una montaña rusa de emociones que me ha mantenido el pecho calentito en todo momento a pesar de haberme enfadado, entristecido, alegrado, emocionado… Oh, y punto extra para mí y que quiero resaltar: me ha encantado que se trate el tema de la transexualidad infantil. Los personajes son INCREÍBLES, así, en mayúsculas como a mí me gusta. Julieta es carácter, agallas, nerviosismo, curiosidad, ingenio. Una chica fuera de lo común, a la que no le importa mancharse las manos o el cuerpo entero por la gente a la que quiere. Se ha convertido en un personaje muy especial para mí, al igual que Marco, un chico al que es imposible no querer. A pesar de las putadas que le ha soltado la vida sin merecérselo, es tierno, esperanzador, luchador, trabajador y evolutivo (muchísimo, cabe decir). Ambos son las personas más compatibles que he tenido el placer de leer jamás; de esos con los que no dudas ni un instante el si deberían estar juntos; personas destinadas a ser. Y no quiero olvidarme de los personajes secundarios, que son brutales. Me dejaría la vida mencionándolos todos, pero quiero hacer mención especial a Rodrigo, mejor amigo de Marco y hermano mayor de Julieta. Un personaje sublime al que quiero muchísimo. La pluma de la autora es fascinante, preciosa y adictiva. Tiene una capacidad asombrosa de hacer que me sienta uno de sus personajes, de hacerme empatizar con mucha facilidad con situaciones que no he vivido y que probablemente jamás viva, además de crear historias y personajes que se meten bajo tu piel para permanecer allí para siempre. Ahora más que nunca tengo clarísimo que voy a leerme todo lo que ha escrito y escribirá. En resumen, “Ojalá siempre” es una novela imprescindible para cualquier amante del romance, para los y las lectoras que deseen leer un romance sano y verdadero. Una historia preciosa llena de reflexiones, sobre la importancia de seguir hacia adelante a pesar de las trabas que nos pone la vida y que nos muestra que algunas veces, algunos “te odio” significan “te acompañaré al fin del mundo”. |
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