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Esta segunda parte de la bilogía "Fugaces pero eternos" ha sido todo lo que esperaba y mucho más, sin duda ha superado todas mis expectativas. Ha sido un viaje precioso, en el que sanar, avanzar, quererse y amar, toda una montaña rusa de emociones. Quiero destacar que este segundo libro tiene más trama que el primero, se desarrollan más los personajes secundarios y conoces sus historias y sus desenlaces, y me han encantado. Hay una amistad en particular, muuuuy inesperada, que me ha tocado la fibra sensible. Los personajes, en mi opinión, son el eje principal de estas novelas, vives y sientes a través de ellos, me sigue pareciendo una pluma muy cercana y que consigue atraparte. Me ha encantado como la autora refleja la evolución de cada uno de ellos, como te permite comprenderlos y acompañarles en su camino. A pesar de que trata temas muy difíciles y delicados, me parece que lo hace con un respeto y una delicadeza absolutos. Leo es, sin ninguna duda, mi personaje favorito de esta bilogía, ha calado muy hondo dentro de mí, nunca voy a poder olvidarlo y nunca dejará de doler. de Marina tengo que decir que su evolución me ha fascinado y he llegado a comprenderla muy muy bien. Respecto a Noah, siempre en presente, y eso es todo lo que necesitamos (y que siga lloviendo). Ha sido un libro precioso, que se ha convertido en uno de mis romances favoritos de la vida. Y el capítulo fina, nada me ha impactado más que eso, no me pudo gustar más que la autora lo incluyera (fui un mar de lágrima eso sí). Me ha encantado descubrir a Alexandra Roma, me encanta su pluma, como consigue hacerme sentir con tanta intensidad, lo bien que transmite. No voy a dejar de recomendaros estos libros nunca. |
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