Nubaruk

Dan, Vic, Stef y Greg acaban de terminar sus carreras; inteligentes, jóvenes y audaces celebran su graduación yéndose de vacaciones a una isla paradisiaca. Sin embargo, el viaje será más lejano de lo que piensan, ya en ella, descubren unas instalaciones secretas desde las que, en su huida de unos agentes secretos, viajarán a otro planeta a través de una plataforma llena de runas.
Así comienza el viaje de estos adolescentes en esta novela de fantasía ambientada en el espacio. En un primer momento conoceremos a sus protagonistas, Dan, Vic, Stef y Greg, unos chicos altamente inteligentes que tendrán que descubrir cómo volver al planeta Tierra en unas condiciones ciertamente hostiles.
Sin embargo, no solo será ir y encontrar el camino, para ello tendrán que pasar por diferentes planetas, conocer nuevas criaturas y aprender del propio planeta Tierra desde la visión extraterrestre.
Un mundo desconocido
Poco más se puede decir de la trama, ya que la novela se centrará mucho en esta huida, pero más en las diferentes zonas de los planetas que visitan nuestros protagonistas. En este sentido, encontramos una obra con gran parte de narración para poder situar al lector no solo en los escenarios, sino también con los personajes.
Estas descripciones se nos ofrecen altamente detalladas tanto por parte del narrador como por parte de nuestros protagonistas, ya que sus conocimientos les permiten contemplar la parte más científica de lo que les rodea. En este sentido, cabe reconocer que quizá la narración se me haya hecho un poco pesada, ya que no solo había muchos detalles, sino que también los personajes llegaban a conclusiones que yo tenía que asumir como ciertas.
Conocimiento desmedido
Este tipo de procesos mentales y conclusiones también se ha aplicado a la narración en general y a la hora de resolver conflictos, lo que nos ha mostrado unos personajes que tenían que ser los más inteligentes del mundo para poder afrontar lo que sucedía. Esto en sí no es un problema, o al menos no para mí, pero es verdad que eran convenientemente inteligentes, es decir, no se nos presenta qué es lo que saben hasta que lo tienen que saber y no deja de parecer un recurso de oportunidad.
Por otro lado, me ha resaltado mucho que Dan, Vic, Stef y Greg no tienen mayor problema que volver a la tierra, a pesar de que los temas que toca la novela son más. Tenemos por una parte el tema de la conservación del planeta y el cambio climático, frente al cual es verdad que nos personajes no pueden hacer nada, pero, por otra, el tema de la libertad (y no lo extiendo para no hacer spoiler) llega como muy tarde y, aunque yo lo pueda entender como un mensaje que me intenta transmitir la obra, lo dicho me llega tarde y casi como de rebote, porque como he dicho el objetivo de nuestros personajes es volver a casa.
Los detalles bonitos
Sin embargo, no todo son peros, reconozco que ha sido una novela que me ha entretenido en cuanto conseguía engancharme y creo que eso se debe a la personalidad de algunos de los personajes, sobre todo extraterrestres (como Thompsi *emoji*) y a la gran capacidad de maravilla que encontramos en la obra, ya que tanto los alienígenas como las cosas que suceden en el espacio son todas posibles son todas fantásticas.
Por ello, os la recomiendo como una muy buena novela juvenil. Es cierto que el estilo muy detallado puede abrumar un poco y ralentizar a los lectores, pero creo también que en este caso el ratio de edad a mí sí me ha pasado factura. Parece que a medida que nos vamos haciendo mayores, tenemos menos capacidad de credulidad y es un fastidio. Espero que os animéis con él.

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