Marismas

Ya en la primera página vamos a conocer los pensamientos de un personaje siniestro, que está espiando a una niña con la que "quiere jugar". Esto no dura más de una página, y seguidamente pasamos al meollo de la cuestión. Conoceremos a Bashira, una pequeña de diez años, que un poco enfurruñada con su madre porque la lleva a donde trabaja, un hostal que se encuentra en la pequeña Gola del Ter, piensa que ya es mayor y que podría ir al cine con sus amigas del cole, que puede tomar decisiones por sí misma, todo mientras se desliza por el tobogán; de repente alguien se le acerca, le ofrece un caramelo, y sí, así de fácil, dejando un rastro de Sugus, Bashira desaparece como si se la hubiera tragado la tierra. Aterrador verdad? Sobre todo para las que tenemos niñas pequeñas. Pues esto no ha hecho más que empezar.

De la investigación se encargarán el Comisario Héctor Narváez y el sargento Marcos Quiroga. Pero alguien más entra en escena, Nico Ros, nuestro protagonista. Nico Ros es un investigador que en esas fechas familiares se traslada a Llafranc, el pueblo donde se desarrolla la trama, para pasar los días navideños con su mujer Estela y su pequeño recién nacido. Pero, se topará de bruces con toda esta tragedia, ya que la niña desaparecida es la hija de uno de los hombres de Jamal Daher, el narco más poderoso de la zona, y contrata a Nico para que, junto a la policía, se meta en la búsqueda de la pequeña. Ellos se conocen desde hace tiempo, y aunque no compartan modo de vida, parece que se deben cosas, así que a Nico no le queda otra que aceptar. Será fácil introducirse en la investigación ya que precisamente el comisario es familia suya por parte de su mujer, de hecho pasan momentos familiares de Navidad juntos. Así que Nico se incorpora como uno más a la búsqueda de la niña.

Esta novela, contada a cuatro manos me ha atrapado desde el primer momento. No puedo negar que la trama es de las que más me gustan (y más sufro): la desaparición de un menor. El enfoque, los vericuetos y los giros que van ocurriendo a lo largo de la lectura hacen que la ansiedad crezca y que sea algo vertiginoso. A esto ayudan esos retazos que ocupan una página y que se introducen cada varios capítulos, de ese personaje perturbador del que hablaba al principio, que nos va diciendo lo próximo que hará con la niña, que le ha hecho algo porque no paraba de llorar, o como justifica sus actos. Realmente te pone la piel de gallina. Además también podremos escuchar a Bashira en estos retazos, sabremos qué siente, nos empapará su miedo, su arrepentimiento por no hacer caso a su madre y hacerse la "mayor", sus lágrimas nos llegarán a lo más hondo y sufriremos su angustia en primera persona.

Por no hablar del enclave único donde se desarrolla toda la acción: La Gola del Ter, un lugar idílico en verano, pero bastante inhóspito en invierno, donde quedan muchos locales cerrados y no hay ni un alma, el río tiene crecidas, hay niebla continua... Un lugar misterioso, abrumador y que te puede poner los vellos de punta, y que los autores han visto ideal para enfocar la investigación, con todas las trabas que puede poner una naturaleza así. El lugar lo conocen bien, ya que han veraneado durante mucho tiempo en Llafranc, que queda a 20 minutos de la Gola del Ter, así que el escenario daba mucho juego. La ambientación es impresionante. Consiguen que al lector le llegue esa atmósfera de opresión, esa amenaza del mar, la humedad, el sentir que algo te observa y te puede herir. En definitiva, un personaje más que da respecto, miedo, y te aconjoga.

La investigación va avanzando, y empiezan a sucederse un montón de cosas inesperadas, como el descubrimiento de que la desaparición de otra niña hace unos meses puede estar relacionado con el caso. Si bien es cierto que puedes ir atando cabos, y que al final (muy al final), puedes tener una intuición de lo que ha ocurrido, durante toda la novela los autores son capaces de tenerte despistada, de que sospeches de muchos de los lugareños de un lugar en el que parece que todos guardan secretos, que se cubren las espaldas unos a otros, que hay odios y rencillas desde hace mucho tiempo y que por envidias todos podrían hacer desaparecer a una niña. Además, me congratula que el final, aunque hayamos atado cabos, nos deje igualmente boquiabiertos, porque es tan profundo todo lo que hay detrás de lo que ha sucedido, la de tiempo y la desgracia que ha ocurrido, que no lo creerás, y es más, te dejará bien tocado todo porque hay almas puras, almas negras, y almas a las que las circunstancias obligan a desatar su odio contra el mundo.

Se trata de una novela muy visual, por algo uno de los autores, Luiso, ha estudiado cine. Me la puedo imaginar perfectamente en una pantalla, ver a Nico corriendo por las marismas, ver esa voz en off de esa persona que quiere niñas... La novela tiene planos y descripciones muy de cine, la iluminación (o en este caso la ausencia de luz), encuadres muy potentes... En la carrera estudie una asignatura que era Literatura y Cine, y aunque suspendía por sistema 😂😂😂 sé reconocer cuando una novela tiene mucho de guión cinematográfico.

Estructuralmente, tenemos una novela de 56 capítulos extremadamente cortos, que constituyen algo más de 200 páginas, la verdad, una novela corta para ser un thriller, con abundancia de diálogo, y un epílogo final. Todo esto hace que se lea a una velocidad pasmosa. Es cierto que podría haber sido una novela más larga, y a que hay algunas cosillas que quedan un poco sueltas, como si tuviéramos que haber leído un libro anterior para saber qué pasó con Nico Ros hasta llegar al momento de Marismas, pero yo desde luego no lo he encontrado. Por ejemplo, se nos habla de Marina, la antigua novia de Nico, a la que sucedió algo brutal, pero no llegamos a saber qué pasó pese a que se menciona varias veces a lo largo de la lectura. Tampoco sabemos la auténtica relación de Nico con Jamal... A mí estas cosas me estresan un poco porque yo lo quiero saber todo, y me gusta que quede todo cerrado, así que si tuviera que poner un pero a la novela sería ese. Supongo que al ser una trama tan potente e intensa la de las niñas desaparecidas, querían poner todo el foco ahí, y supongo que sabremos más si hay alguna otra novela de los autores y hacen una serie de Nico Ros, algo que deseo que muchas ganas. Necesitamos saber qué le pasó a Marina ya que es un personaje que aparece a lo largo de la lectura, y además es nexo de unión de varios de los personajes que si están presentes y vivos en dicha lectura. Por otra parte, tenemos un epílogo brutal que casi podría ser un cliffhanger (aparición en la novela de un último suceso extremo que al lector genera ansiedad y necesitamos leer en otra novela), o bien un mazazo final, como me pasó a mí. Todavía no me había recuperado de lo que había pasado y me encuentro con esto, madre mía!!!! Necesito saber más!!!!

En definitiva, si os encanta la novela negra y buscáis nuevas tramas que no sean lo mismo de siempre, si os queréis dejar envolver por una ambientación un tanto gótica que os pondrá la piel de gallina, con unos capítulos narrados con una pluma ágil y sencilla que caen uno detrás de otro como fichas de dominó, con unos personajes que nos llegan y de los que queremos saber más y un final bastante bueno que sorprende y esconde mucho detrás, no os perdais la novela Marismas.
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