LADY CATHERINE

La novela tenía todo, para posicionarse en los primeros puestos del orden de lectura de mis pendientes.
La portada me parece fantástica y el argumento, me recordaba a las primeras novelas que leí sobre el género en mi juventud. Así que me decidí a conocer la pluma de la autora.
Su personaje principal es Lady Catherine. Una bella joven de buena familia, que hasta ese momento había vivido una vida privilegiada y sin sobresaltos. Posee un carácter fuerte aunque esto solo consigue meterla en más problemas.
El duque de Herwood es el malo de la historia. Egoísta y sádico son algunos de los adjetivos que podría dedicarle, y me quedaría corta.
Jasón o Stefan es un hombre de bien, que posee un gran sentido de la justicia. Vive para recuperar lo que es suyo por derecho propio y, así proteger a los suyos.
La novela cuenta con algunos secundarios, que colaboran en la historia como Anna, la doncella de toda la vida de Lady Catherine, el duque de Loira, Patrick o Natalie.
Sabina en esta novela nos presenta una historia de época situada en el norte de Escocia en 1870. Lady Catherine es obligada a casarse con el duque de Herwood, para sacar a su familia de las deudas de juego de su padre, que les habían dejado en una posición paupérrima para su estatus. A partir de ese momento todo serán problemas y nuevas experiencias.
Narrada en tercera persona del pasado nos da una amplia visión de todo lo que acontece.
Es en este punto donde llegan mis peros a la historia. del personaje de Lady Catherine no he llegado a comprender su psicología. Me resulta difícil de creer que una mujer que pase, me da igual el siglo que sea, por las situaciones que ella (sin hacer spoiler simplemente lo diré así) pueda ir de los brazos de su marido a los de Jasón / Stefan.
Hay situaciones con las que tampoco comulgo. Como preparar café en mitad del bosque en la Escocia de 1870 y ya acepto, aunque no me parece probable, que la duquesa desayunara café con leche en su castillo. Quizá si hubiera conocido a la autora con una novela contemporánea no tendría este problema pero, a una novela de este género, le pido algo más en las expresiones y lenguaje. No me resulta factible que utilizasen términos como cabreado, a rabiar, puñetero…
Teniendo todo esto en cuenta, esta novela se la recomendaría a quien simplemente quiera pasar un rato y, que no le incomoden los detalles que he mencionado arriba. La pluma de la autora es ágil, no se entretiene en extensas descripciones y entiendo que hay lectores a los que les prime esto a la hora de leer. No ha sido una novela para mi, pero podría ser la de otra persona.