Te amo hasta los huesos

Sólo me queda correr. Necesito más tenedores ¡me rodean! Está lleno de bestias, pero no puedo dejarme atrapar ¡me comerán! ¡Me comerán! Necesito escapar.

No quiero estar solo. Están en todos lados, puedo escucharlos. Me buscan, me siguen ¡sé que me huelen! Pero no me voy a rendir. No, no. He guardado el tenedor de la comida, necesito armas, armas. No puedo quedarme así, sin nada esperando que todo pase.

Nunca nadie supo qué pasó con él. Nunca me atraparon. Mi versión fue que simple-mente, me dejó por otra, pero, yo lo sé todo. Sé el origen de éste cráneo. Lo llevó conmigo desde aquel día en que se volvió uno sólo conmigo. Su sangre me bañó completamente y me hizo sentir viva de nuevo. Y ahora, para que no se pierda ni un solo movimiento mío, va siempre conmigo

Una noche mágica. El telón está manchado. El cielo está oscuro y tus ojos rodaron por el piso de mármol. Me has ensuciado el hermoso y brillante piso por última vez.

Era una actriz de teatro que se caracterizaba por el toque estrambótico y único de sus personajes, además de macabros, siendo conocida entre sus colegas por llevar siempre una calavera con ella y posicionarla en una mesa, justo en frente del escenario, así los estuviera viendo en todo momento.

¿Estoy loco? Puede ser, puede ser. ¿Pero qué importa si soy un loco más entre cientos de locos?