8.38

-¿Vas a suicidarte?
-No, voy a matarme.
-Es lo mismo.
-No, matar lleva implícito un coraje que le falta al suicidio, y a mí, ahora, ese coraje me arropa.

¿Soy capaz de reconocer mi voz interna, la que me da la impresión que oigo cuando leo en silencio?

Mi problema, una y otra vez, me dijo, es la relación entre la realidad y la novela. También entre la novela y yo. Y entre yo y yo. Por lo que dices, le respondí, me parece que tu problema es con la realidad. No, no, saltó enseguida, yo con la realidad no tengo ningún problema.

Todos, todos reescribimos nuestro pasado la primera vez que lo recordamos; y las sucesivas no suponen más que pequeñas correcciones encaminadas a ensalzarlo. ¿Qué es sino escribir?

La novela es... muchas cosas, y arquitectura. Una novela es un armazón complejo con una entraña sofisticada (sean cuales sean su extensión y su sencillez) y leyes propias. La arquitectura de una novela, su equilibrio y compensación, es fundamental.

Es curioso, respondí, me he fijado en este nombre entre todos los miles que puede haber en la enciclopedia porque lo ha tachado. Sí, así es, dijo, el otro día pensé en ello. Escribes en un muro un montón de nombres, tantos como te apetezca, y tachas uno. Cualquiera que los mire es probable que lea algunos,pero puedes estar seguro de que intentara leer el que has tachado. Algo así quiero hacer con mi novela.

Literatura. Todo Luis era literatura, sin embargo no supo escribir la novela.